América Central: La ONU amplía la respuesta humanitaria tras los huracanes Eta e Iota

24 de noviembre de 2020

  • Las tormentas Eta y Iota han transformado repentinamente la vida de millones de personas en América Central, México y el Caribe. La agencia de la ONU para las migraciones dedicará fondos a paliar la situación de los afectados entregando alimentos, equipos de higiene, suministros de limpieza y equipos de protección personal.

La Organización Internacional para las Migraciones anunció este martes que destinará 750.000 dólares en acciones humanitarias y de recuperación temprana en Honduras, Guatemala y El Salvador, tras el devastador paso de los huracanes Eta e Iota.

Los fondos se usarán para adquirir alimentos, equipos de higiene, suministros de limpieza y equipos de protección personal para las personas afectadas por los temporales.

La directora regional de la Organización para América Central, América del Norte y el Caribe, Michele Klein-Solomon, resaltó la magnitud de la tragedia al afirmar que las tareas de reconstrucción y de recuperación “requerirán años” por lo que es necesario que la asistencia sea “sostenible y duradera”.

 “Las tormentas Eta y Iota han transformado repentinamente la vida de millones de personas en América Central, México y el Caribe. Esta amenaza de origen natural tendrá consecuencias a largo plazo, que probablemente se reflejarán en la situación migratoria de la región”, advirtió.

Guatemala

Según las cifras de un informe de la Organización, en Guatemala hay más de 17.300 personas alojadas en 132 refugios en los departamentos de Alta Verapaz, Huehuetenango, Quiché, Jalapa, Petén, Izabal, Zacapa y Chiquimula. Los alojamientos se prepararon específicamente para esta emergencia.

El responsable de la Misión de la Organización para El Salvador, Honduras y Guatemala, Jorge Peraza, destacó que el escenario en la región tras el paso de los huracanes plantea la necesidad de organizar respuestas íntegras que permitan salvar y proteger la vida de las personas y, posteriormente, “ofrecer alternativas de desarrollo sostenible”.

“Sabemos que las condiciones climáticas y los efectos de situaciones como las ocurridas en el norte de Centroamérica y Nicaragua durante estas semanas previas están agravando los factores de desplazamiento forzoso. Es imperativo prestar atención a la recuperación de los medios de vida de las personas y a la reducción de las vulnerabilidades existentes”, añadió Peraza.

Honduras

De acuerdo con los datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, en Honduras el número de personas en refugios supera los 75.000.

La Organización prepara una serie de informes, de acuerdo con los resultados de las encuestas elaborados de la Matriz de Seguimiento de los Desplazamientos realizadas en 31 refugios en San Pedro Sula. El análisis de las pesquisas sirve para establecer prioridades y prestar apoyo.

Nicaragua

En el municipio nicaragüense de Bilwi, la Organización trabaja en coordinación con la Organización del Movimiento de Mujeres Blancas de Nidia atendiendo principalmente a mujeres y niños refugiados a causa de las evacuaciones.

Igualmente, envió kits de asistencia humanitaria con alimentos, medicinas y suministros para la protección y prevención de la COVID-19.

México

En el sur de México, donde Protección Civil informó de casi 297.000 personas afectadas y unas 30 muertes, la Organización brindó apoyo a dos refugios para migrantes en el estado de Chiapas distribuyendo agua potable y reparando tejados.

Al mismo tiempo, coordina con representantes del sector privado, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios y otros organismos de las Naciones Unidas para determinar la forma de seguir apoyando a las zonas afectadas por las fuertes lluvias.

Panamá

El Sistema de las Naciones Unidas en el país centroamericano informó hoy que “las intensas lluvias generadas por el desplazamiento del huracán Eta” el 3 y 4 de noviembre causaron “el desbordamiento de ríos, deslaves y derrumbes” en varios puntos del país, especialmente en la región norte afectando a las provincias de Chiriquí, Bocas del Toro y la Comarca indígena Nägbe Buglé.

Pese a que ni Eta ni Iota llegaron a tocar suelo panameño, su estela dejó un amplio rastro de dolor y destrucción que ocasionó la pérdida de vidas humanas, desaparecidos, miles de personas perdiendo sus hogares, caminos intransitables, acueductos comunitarios dañados y miles de dólares en pérdidas para el sector agrícola.

Para Cristian Munduate, Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Panamá, los Objetivos de Desarrollo Sostenible demandan no dejar a nadie atrás, especialmente, aquellas personas que por diversas razones pueden quedar rezagadas, entre estas, las afectadas por situaciones de riesgo o desastres.

Entre los enseres e insumos entregados se encuentran: frazadas térmicas, tiendas de campaña, jabones de mano y de baño, envases de leche, agua embotellada, pañales desechables para niños y niñas, toallas sanitarias, alcohol, mascarillas, desinfectantes, entre otros productos de primera necesidad. Los esfuerzos han sido coordinados con el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Desarrollo Social.

 El Sistema de la ONU en Panamá entregó diversos insumos y productos de primera necesidad para atender la emergencia con la ayuda de la Agencia de la ONU para los Refugiados, la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, ONU Mujeres, la Organización Internacional para las Migraciones, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos y el Fondo de la ONU para la Infancia.

Fuente:
https://news.un.org/es/story/2020/11/1484652
(24/11/20)