Por Mario Alberto Naranjo Ricoy
Como cada mes,
diciembre trae marcada una serie de efemérides que nos permiten tratar diversas
problemáticas de derechos humanos a las que la comunidad internacional ha
decidido poner especial énfasis dada la urgencia de darles una solución viable.
En ese sentido, estas conmemoraciones son un recordatorio constante de aquellos
pendientes que tenemos como sociedad global, si es que el propósito de que cada
persona viva plenamente, gozando de sus derechos y libertades fundamentales, es
un proyecto común a todos.
Del conjunto de
efemérides, podemos agrupar algunas por la relación que guardan. Tres de ellas
apuntan a diferentes aspectos de un derecho imprescindible en los tiempos que
corren: el derecho humano a la salud. El 1° de diciembre está dedicado a los
esfuerzos realizados para erradicar una de las enfermedades virales más graves,
que sigue esperando su cura definitiva: el VIH/SIDA. El 12 de diciembre es la
jornada consagrada a la cobertura sanitaria universal, propósito monumental
cuyo logro implica un alto grado de cooperación internacional, así como la
coordinación de muchos esfuerzos y la multiplicación de los recursos asignados
a los sistemas nacionales de salud. Finalmente, el 27 de diciembre es el Día
Internacional de Preparación ante las Epidemias, tarea de notable relevancia en
la actualidad dada la terrible crisis causada por la pandemia del COVID-19 y
las medidas de confinamiento para evitar su propagación.
Otro conjunto de
efemérides puede ser agrupado dado que las tres se refieren a cuestiones que
revisten una importancia trascendental para lograr el respeto a la dignidad
humana. La primera de ellas es el 2 de diciembre, fecha en que se conmemora uno
de los objetivos que se encuentra en la raíz misma de la lucha por los derechos
y libertades fundamentales: la abolición de la esclavitud. Otra de estas
conmemoraciones es el 9 de diciembre, dedicado a las víctimas de uno de los
crímenes más atroces: el genocidio. El 10 de diciembre forma parte de este
grupo en tanto que está destinado a los derechos humanos, doctrina filosófica,
política y jurídica que constituye, sin duda alguna, uno de los factores de
progreso más importantes de nuestra civilización.
Un último conjunto
lo podemos formar con un par de efemérides que buscan llamar la atención en
torno a dos grupos en situación de vulnerabilidad. El 3 de diciembre nos plantea
el deber de ser una sociedad sensible a las necesidades de las personas que
viven con algún tipo de discapacidad, desarrollando los medios para brindarles
el mayor nivel de accesibilidad a toda clase de bienes y servicios, en tanto
que el 18 de diciembre está dedicado a las personas migrantes, quienes
enfrentan innumerables riesgos y padecen toda clase de abusos al dejar su país
por diversos motivos.
1
de diciembre. Día Mundial de la lucha contra el SIDA
Según las últimas
estadísticas sobre la epidemia de SIDA, proporcionadas por el programa de las
Naciones Unidas destinado a la lucha contra esta enfermedad (ONUSIDA), un total
de 37,7 millones de personas vivían con VIH en todo el mundo en 2020. De estas,
28,8 millones tenían acceso a la terapia antirretroviral a mediados de 2021, lo
que significa que casi 9 millones seguían sin recibir este tratamiento vital.[1] En México, según datos de la
Secretaría de Salud, un total de 322,987 personas habían sido diagnosticadas
con VIH/SIDA desde 1983 hasta el segundo trimestre de 2021.[2]
40 años después de
que se dieran a conocer los primeros casos de este grave padecimiento, en 1981,
uno de los grandes pendientes que se tienen es lograr el acceso universal a los
antirretrovirales. Sin embargo, también se debe reconocer que el desarrollo de
estos medicamentos ha constituido un avance importante, al grado de que las
personas que viven con VIH/SIDA en la actualidad sólo necesitan de una píldora
al día que les garantiza mantener una buena calidad de vida, prácticamente
igual a que si no tuvieran la enfermedad. Esta situación contrasta con la
experimentada por quienes se infectaron en la década de los 80 del siglo
pasado, cuando ser diagnosticado como “seropositivo” era prácticamente una
sentencia de muerte al no existir ningún tipo de tratamiento.
Pero el reto mayor
sigue siendo contar con una vacuna que sirva de cura y como medida de
prevención, lo que hasta ahora no se ha conseguido. Los gobiernos, las
autoridades sanitarias del mundo, la comunidad médico-científica y la
iniciativa privada de la industria farmacéutica deben continuar sus esfuerzos y
conjuntar sus recursos para que pronto se logre este objetivo.
2
de diciembre. Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud
La esclavitud es
reducir a un ser humano a la condición de cosa o instrumento que es propiedad
de alguien más, negando con ello su calidad de persona y obteniendo un
beneficio a su costa. El filósofo alemán Friedrich Hegel teorizó sobre esta
forma de dominación absoluta en la antigüedad clásica y en su célebre pasaje
acerca de “la dialéctica del amo y el esclavo” consideró que esta relación
afectaba a ambos términos, no sólo al esclavo, pues el amo también quedaba con
su conciencia alienada y su ser degradado. Justamente, el pensamiento político
moderno se rebeló contra esta situación normalizada durante cientos de años y,
predicando la igualdad y la libertad de todos, dio comienzo a un proceso
histórico de emancipación que perdura hasta nuestros días.
No obstante,
actualmente se considera que 40 millones de personas en el mundo son víctimas
de la llamada “esclavitud moderna”, noción que abarca una serie de prácticas y
situaciones de explotación como la trata de personas, la prostitución forzada,
el reclutamiento de niños con fines
bélicos, el trabajo doméstico en condiciones de servidumbre y el matrimonio
forzado.
La comunidad
internacional ha levantado la voz y tomado diversas medidas para acabar con la
esclavitud moderna y el trabajo forzoso. En 1949, la Asamblea General de las
Naciones Unidas aprobó el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y
de la Explotación de la Prostitución Ajena. Más recientemente, la Organización
Internacional del Trabajo adoptó el Protocolo de 2014 relativo al Convenio
sobre el Trabajo Forzoso, instrumento que es legalmente vinculante y que, hasta
ahora, sólo ha sido ratificado por 50 países. Es preciso que los gobiernos del
mundo actúen en ese sentido con éste y otros instrumentos jurídicos
internacionales con el fin de fortalecer el combate en contra de este flagelo.
3
de diciembre. Día Internacional de las Personas con Discapacidad
De acuerdo con el
Censo de Población y Vivienda 2020, en México hay 6,179,890 personas con algún
tipo de discapacidad, lo que representa 4.9 % de la población total del país.
Sin embargo, la cifra aumenta a 20,838,108 (16.5% de la población mexicana) si
se considera a las personas que declararon vivir con algún tipo de limitación
para realizar actividades de la vida diaria.[3]
A nivel global, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay más de 1,000 millones de
personas que viven con algún tipo de discapacidad, lo que representa
aproximadamente el 15% de la población mundial. Además, la OMS señala que el
número de personas con discapacidad está aumentando drasticamente debido a las
tendencias demográficas y al aumento en la prevalencia de enfermedades
crónicas, por lo que es probable que casi todas las personas enfrenten algún
tipo de discapacidad –temporal o permanente– a lo largo de su vida.[4]
Según la Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006, la discapacidad
puede entenderse como “un concepto que evoluciona y que resulta de la
interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la
actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la
sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.[5] De esta definición se deriva que la
discapacidad es un fenómeno complejo producto de la interacción entre las
características del organismo del individuo y las de la sociedad en la que vive
y se desenvuelve. Desde la perspectiva de los derechos humanos, el factor
social es el que debe ser modificado y adecuado a las necesidades de las
personas con discapacidad, mediante ajustes razonables, con el fin de que puedan
gozar plenamente de sus derechos y libertades fundamentales.
Algunos de los
principales derechos de las personas con discapacidad son: a la vida; igualdad
ante la ley y no discriminación; accesibilidad al transporte, la comunicación y
la información; reconocimiento de su
personalidad jurídica; acceso a la justicia en igualdad de condiciones;
libertad y seguridad de la persona; protección contra la tortura y otros tratos
degradantes; protección contra la explotación, la violencia y el abuso; respeto
a su integridad personal; libertad de desplazamiento y nacionalidad; inclusión
y participación en la comunidad; movilidad personal con el máximo de
independencia; libertad de expresión y acceso a la información; acceso a una
educación inclusiva en todos los niveles; acceso al más alto nivel posible de
salud, así como a la habilitación y rehabilitación; trabajo y empleo en
igualdad de condiciones; nivel de vida adecuado y protección social;
particupación en la vida política y pública; acceso a los servicios de cultura,
recreación y deporte, entre otros.[6]
9
de diciembre. Día Internacional para la Conmemoración y Dignificación de las
Víctimas del Crimen de Genocidio y para la Prevención de ese Crimen
Dentro de los
crímenes más graves y de mayor trascencendia para la comunidad internacional se
encuentra el genocidio. Tanto la Convención para la Prevención y la Sanción del
Delito de Genocidio de 1948 (artículo 2) como el Estatuto de Roma de 1998
(artículo 6) –instrumento constitutivo de la Corte Penal Internacional que
sanciona éste y otros delitos-, lo definen como “cualquiera de los actos
mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o
parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal: a)
matanza de miembros del grupo; b) lesión grave a la integridad física o mental de
los miembros del grupo; c) sometimiento intencional del grupo a condiciones de
existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; d)
medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo; e) traslado por
la fuerza de niños del grupo a otro grupo”.[7]
En la historia
abundan ejemplos de genocidio. Las acciones de las autoridades del Imperio
Turco Otomano durante la Primera Guerra Mundial (1914–1918), que fueron parte
de una política de limpieza étnica de la población bajo su control, cometidas
en contra de minorías cristianas de origen griego, asirio y armenio, y que
incluyeron masacres, deportaciones masivas y marchas forzadas que dejaron como
saldo cientos de miles de muertos de estos pueblos, fueron constitutivas del
delito de genocidio. Y se podría continuar a través del tiempo y las latitudes
citando muchos casos más que clasificarían dentro de este crimen atroz: Camboya
de 1975 a 1979, Ruanda en 1994, Boznia y Herzegovina en 1995, Sudán del Sur
desde 2003 a la actualidad, etcétera.
Los gobiernos y
Estados del mundo tienen el deber de llevar a cabo medidas de prevención del
genocidio, con el fin de mantener a las poblaciones a salvo de esta amenaza y
evitar que los ejemplos sigan multiplicándose. La comunidad internacional tiene
la responsabilidad de apoyar a los Estados para que puedan ejercer su
responsabilidad y crear las capacidades para proteger a las poblaciones en
riesgo, antes de que estallen las crisis y los conflictos. En ese sentido, el
Secretario General de las Naciones Unidas cuenta con Asesores Especiales para
la Prevención del Genocidio y para la Responsabilidad de Proteger, quienes
trabajan para impulsar y coordinar esfuerzos nacionales e internacionales de
protección de las poblaciones frente al genocidio, los crímenes de guerra, la
depuración étnica y los crímenes de lesa humanidad, así como la incitación a su
comisión. La acción de estos asesores es cautelosa, dada la naturaleza del
problema que enfrentan, pero por el bien de todos es de desearse que esté dando
frutos.
10
de diciembre. Día de los Derechos Humanos
Cuando hablamos de
derechos humanos nos referimos al “…conjunto de prerrogativas [libertades,
facultades, instituciones y reivindicaciones éticas] inherentes a la naturaleza
de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el
desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente
organizada. Estos derechos, establecidos en la Constitución y las leyes, deben
ser reconocidos y garantizados por el Estado”.[8]
Esta definición
sintetiza una doctrina que tiene su corazón en el reconocimiento de la
“dignidad de la persona” y que hunde sus
raíces en el pensamiento político de la Ilustración que inspiró las
Revoluciones burguesas del siglo XVIII, e incluso (llegando aún más lejos en el
tiempo) en la reivindicación de los “derechos naturales” de la población
indígena de América en el siglo XVI, por parte de teólogos como Francisco de
Vitoria, Bartolomé de Las Casas y Alonso de la Vera Cruz, a su vez inspirados
por la filosofía medieval de Tomás de Aquino, según las consideraciones de
Mauricio Beuchot.[9]
Ya en la época
contemporánea, el 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones
Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos,[10] que junto con el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos[11] y el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales,[12] ambos de 1966, son considerados la
“carta internacional de derechos fundamentales”.[13] Estos acontecimientos son un
parteaguas en la historia global y del derecho internacional, pues marcaron el
inicio de un nuevo desarrollo y ampliación del marco jurídico de los derechos
humanos, que paulatinamente se han ido difundiendo e incorporando al orden
constitucional de los Estados nacionales particulares.
En la actualidad,
existen numerosos instrumentos jurídicos internacionales que dan cuenta de y
buscan garantizar los derechos humanos de las mujeres, la niñez y la
adolescencia, las personas de edad, las personas con discapacidad, las
poblaciones LGBTI, las personas que viven con VIH o SIDA, las personas privadas
de la libertad, las personas en situación de calle, los pueblos indígenas, las
personas afrodescendientes, las personas desplazadas, migrantes y refugiadas,
las personas en situación de pobreza y pobreza extrema, entre otros grupos de
atención prioritaria dadas sus condiciones de vulnerabilidad.
Lo anterior
constituye un gran avance, de manera que en la actualidad se cuenta con un corpus
legislativo robusto en todas las materias mencionadas. Sin embargo, aún quedan
grandes pendientes por resolver; algunas problemáticas se han agudizado y es
preciso atenderlas en un mundo que aún no termina de salir de la pandemia de
COVID-19. La comunidad internacional no debe cejar en su empeño de hacer
efectivas, ahora y siempre, las máximas prerrogativas de la especie humana,
base de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
12
de diciembre. Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal
La salud es un
derecho humano universal y esencial. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
afirma que “la cobertura sanitaria universal (CSU) implica que todas las
personas y comunidades reciban los servicios de salud que necesitan sin tener
que pasar penurias financieras para pagarlos. Abarca todo el espectro de
servicios de salud esenciales de calidad, desde la promoción de la salud hasta
la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos”.[14]
La Cobertura
Sanitaria Universal es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la
Agenda 2030 de Naciones Unidas. Sin embargo, según la misma OMS, cerca de la
mitad de la población mundial carece de acceso integral a los servicios de
salud básicos. Además, cerca de 100 millones de personas se ven abocadas a la
pobreza extrema (lo que implica vivir con US$ 1,90 al mes o menos) por tener
que pagar los servicios de salud de su propio bolsillo. Igualmente, más de 930
millones de personas (alrededor del 12% de la población mundial) gastan al
menos un 10% de su presupuesto familiar para pagar los servicios de salud. Otro
obstáculo más es el hecho de que, actualmente, se padece de un déficit de 18
millones de trabajadores de la salud, entre trabajadores sanitarios y
asistenciales (especialistas en medicina, cirugía, enfermería y cuidados), para
garantizar la cobertura sanitaria universal.[15]
Garantizar la CSU
requiere de estrategias adecuadas y de sistemas de salud pública sólidos que
sólo son posibles mediante un aumento consistente de la inversión pública y
privada, así como con sistemas de financiación bien diseñados. Además, es fundamental adoptar el enfoque de
la atención primaria de salud y enfoques que abarquen la totalidad del ciclo
vital, entre otras medidas. Aquí, la comunidad internacional y los Estados
tienen una gran labor por delante pues las deficiencias son muchas, tal y como
lo ha dejado claro la pandemia por COVID-19.
18
de diciembre. Día Internacional del Migrante
El mundo enfrenta
una gran crisis migratoria derivada de las desigualdades económicas, la
violencia regional y las transformaciones estructurales derivadas del proceso
de globalización, entre otros factores. Nunca se habían alcanzado los niveles
actuales de personas desplazadas, migrantes y en condiciones de movilidad.
Tampoco se conocían todas las modalidades que ahora se conocen. En ese sentido,
la migración se ha intensificado y extensificado, “diversificándose en sus
orígenes, destinos, modalidades migratorias y perfiles de los sujetos
involucrados”.[16]
La complejidad del
fenómeno migratorio contemporáneo requiere de la renovación de los enfoques de
estudio y análisis, de las teorías y de los conceptos. También requiere de
políticas públicas y sobre todo de acuerdos internacionales que sean sensibles
a la realidad que enfrentan las personas migrantes. Ser migrante o persona en
situación de movilidad es una de las condiciones de mayor vulnerabilidad pues
significa quedar desarraigado y desprotegido, aislado de las garantías que debe
proveer el propio país.
En un mundo en
constante integración, es inconcebible que se sigan afirmando en el discurso
público posiciones a favor del cierre de fronteras, la construcción de muros y
las deportaciones masivas. México es un país atravesado por uno de los flujos
migratorios más grandes a nivel mundial. En su toma de decisiones y en los
acuerdos que alcancen con Estados Unidos, principal destino de este flujo, las
autoridades deben privilegiar un enfoque de derechos humanos que salvaguarde la
integridad y la dignidad de todas y cada una de las personas en situación de
movilidad, independientemente de la nacionalidad que tengan.
27
de diciembre. Día Internacional de la Preparación ante las Epidemias
La pandemia causada
por el COVID-19 ha dejado una huella indeleble en la situación mundial pues sus
repercusiones han afectado todos los planos de la vida y han detenido el
desarrollo económico y social. En ese sentido, ha constituido una experiencia
colectiva de la que debemos sacar todas las lecciones posibles. Sobre todo
considerando que, como señalan algunos expertos, no será la última pandemia que
debamos enfrentar de manera conjunta.
Una
de las principales lecciones es la profunda necesidad de intensificar la
cooperación internacional en el terreno de la investigación científica, los
servicios sanitarios y la distribución equitativa de los insumos farmacéuticos,
entre éstos las vacunas. Entre otras medidas, es preciso generar acuerdos para
que las patentes médicas se liberen lo antes posible, cuando así se requiera,
anteponiendo el interés colectivo de la humanidad al interés privado. También,
se deben generar mecanismos de distribución verdaderamente eficientes –ante los
escasos resultados de la iniciativa COVAX de Naciones Unidas– que permitan que
los países más desfavorecidos y de menor renta accedan a las vacunas en
igualdad de condiciones. De lo contrario se corre el riesgo de que la
desprotección sanitaria en estas poblaciones genere nuevas variantes más
resistentes y letales, como es el caso de la variante ómicron del coronavirus
(SARS-CoV2), descubierta en Sudáfrica recientemente.
[1] ONUSIDA, “Hoja informativa. Últimas
estadísticas sobre el estado de la epidemia de sida”. Disponible en: https://www.unaids.org/es/resources/fact-sheet (última consulta: 01/12/21).
[2] Dirección de Vigilancia Epidemiológica de
Enfermedades Transmisibles de la Secretaría de Salud, Sistema de Vigilancia
Epidemiológica de VIH. Informe Histórico de VIH 2do. Trimestre 2021, p.6.
Disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/667817/VIH-Sida_2doTrim_2021.pdf (última consulta: 01/12/21).
[3] Discapacidad, “Censo 2020: 16.5% de
la población en México son personas con discapacidad”, disponible en: https://dis-capacidad.com/2021/01/30/censo-2020-16-5-de-la-poblacion-en-mexico-son-personas-con-discapacidad/ (última consulta: 6/12/21); cfr.
INEGI, “Discapacidad. Tabulados”, disponible en: https://www.inegi.org.mx/temas/discapacidad/#Tabulados (última consulta: 6/12/21).
[4] Organización Mundial de la Salud,
“Discapacidad y salud”. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/disability-and-health (última consulta: 3/12/21)
[5] ONU, Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad, 2006. Disponible en: https://www.un.org/esa/socdev/enable/documents/tccconvs.pdf (última consulta: 6/12/21)
[6] Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Los
principales derechos de las personas con discapacidad. México, CNDH, 2014.
Disponible en: https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/cartillas/2015-2016/33-dh-princi-discapacidad.pdf (última consulta: 6/12/21)
[7] Convención para la Prevención y la Sanción
del Delito de Genocidio, disponible en: http://www.preventgenocide.org/es/derecho/convencion/textos.htm (última consulta: 6/12/21); cfr. Estatuto de Roma de la Corte
Penal Internacional, disponible en: https://www.un.org/spanish/law/icc/statute/spanish/rome_statute(s).pdf (última consulta: 6/12/21).
[8] Comisión Nacional de Derechos Humanos, Curso Básico de
Derechos Humanos, p. 11 (versión electrónica).
[9] Mauricio Beuchot, Filosofía y
derechos humanos. México, Siglo XXI editores, pp. 13–19.
[10] Disponible en: https://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/ (última consulta: 6/12/21).
[11] Disponible en: https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CCPR.aspx (última consulta: 6/12/21).
[12] Disponible en: https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CESCR.aspx (última consulta: 6/12/21).
[13] Alto Comisionado de Naciones Unidad para los
Derechos Humanos, ABC: La enseñanza de los derechos humanos. Actividades
prácticas para escuelas primarias y secundarias, Naciones Unidas, Nueva
York y Ginebra, 2004, p. 5.
[14] Organización Mundial de la Salud, “Cobertura
sanitaria universal”. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/universal-health-coverage-(uhc) (última consulta: 6/12/21).
[15] Ibídem.
[16] Alejandro I. Canales, “Debates contemporáneos
sobre migración internacional”, en Alejando I. Canales (coord.), Debates
contemporáneos sobre migración internacional. Una mirada desde América Latina.
México, Universidad de Guadalajara, Editorial Porrúa, 2006, pp. 5–20.