Heroísmos

La cultura se desplaza, pero no se despoja: El caso de una joven indígena y lideresa social en Colombia

Desde hace décadas, Colombia vive en medio de un conflicto armado que parece no dar tregua a nadie. En este doloroso proceso, muchas personas se han visto obligadas a abandonar su comunidad para poner a salvo sus vidas. Este es el caso de Deisy Liliana, una mujer indígena de la etnia kamsá, quien tuvo que salir del valle de Sbundoy, al sur de aquel país, pues su padre fue amenazado por ser líder comunitario. El caso del papá de Deisy no es aislado. La Oficina de Naciones unidas para los Derechos Humanos estima que 78 líderes sociales fueron asesinados en Colombia en 2021, si bien hay muchos más casos que están pendientes de corroboración.

Deisy abandonó su comunidad cuando sólo tenía 17 años. Junto con su familia arribó a Mocoa, capital del departamento de Putumayo. Ahí debió adaptarse y cambiar de ropa según la usanza de la ciudad, dejando su traje tradicional a un lado y colocándose unos jeans de mezclilla. Buscó trabajo pero, debido al fuerte estigma que padecen los desplazados, no tuvo el éxito deseado, así que debió elaborar y vender artesanías kamsá (collares, pulseras, aretes, balacas, etcétera) para mantenerse y para mantener a su hijo recién nacido.

En 2017, una lluvia intensa desbordó los ríos de Mocoa y una avalancha se llevó centenares de casas, incluido el resguardo indígena en el que habitaban Deisy y su familia. La tragedia incluyó la muerte de 334 personas. Ante ese escenario tan catastrófico, el gobierno de Colombia y las Naciones Unidas, a través de la Organización Internacional del Trabajo, impulsaron el programa “Formándonos para el futuro”, mediante el que Deisy recibió la oportunidad de educarse y ser capacitada para mejorar sus oportunidades.

Graduada como técnica de sistemas, Deisy aprendió a usar programas de cómputo, diseñar páginas web y manejar redes sociales. Además, desarrolló la vocación de servicio comunitario que su padre le había enseñado con el ejemplo. Con estas herramientas logró promover algo que la violencia y el desplazamiento estuvieron a punto de arrebatarle: su cultura.

En la actualidad, Deisy trabaja para su comunidad a través del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. En sus ratos libres, fusiona sus conocimientos de la Tecnologías de la Información y la Comunicación con la elaboración de artesanías, que vende a través de redes sociales. Más que un negocio o un emprendimiento, para ella es una forma de difundir y dar a conocer su cultura. En este “tiempo de híbridos”, su historia es una muestra de que es posible combinar armoniosamente la tradición con la innovación.

Escrito con información de:
https://news.un.org/es/story/2022/01/1502822
(02/02/22)