El pasado 1 de noviembre, agentes de policía fuertemente armados rodearon la casa de Brenda Rangel Ortiz, cuyo hermano lleva desaparecido desde 2009. Ella y su familia están haciendo campaña por la verdad y la justicia en el caso de su hermano y afirman que esta intimidación tiene como finalidad disuadirla de organizar una marcha en nombre de su hermano.
Amnistía Internacional se encuentra preocupada por la seguridad de Brenda Rangel y de su familia.
Según información recibida por la organización, más de 30 agentes de policía fuertemente armados, algunos de ellos vestidos de civil y con pasamontañas, se presentaron ante la casa de Brenda en la ciudad de Querétaro, en el centro de México, hacia las 10 de la mañana el 1 de noviembre. Mientras la apuntaban con sus armas, dijeron a Brenda Rangel que habían recibido una información anónima que indicaba que tenía armas en su casa y en su camioneta. Brenda Rangel se negó a dejarles entrar, ya que no llevaban orden judicial. Los agentes, pertenecientes a la policía estatal y municipal, se marcharon tras discutir con ella durante 45 minutos.