Bob Considine[2]
Esta historia comienza a principios de 1950, en el pequeño apartamento que el matrimonio Taylor tenía en Waltham (Massachusetts). Edith, que llevaba ya 23 años de casada con Karl, tenía la certeza de ser “la mujer más afortunada del barrio”. Su corazón todavía saltaba de alegría cuando él entraba en la habitación. En cuanto a Karl, daba toda la impresión de un hombre enamorado de su esposa. Si su trabajo en un almacén del gobierno lo obligaba a salir del pueblo, escribía a Edith todas las noches y le enviaba modestos presentes desde cada lugar que visitaba.
En febrero de aquel año, Karl fue enviado a Okinawa para que se hiciera cargo durante varios meses de un nuevo almacén gubernamental. Era mucho tiempo el que estaría ausente, ¡y tan lejos! Esta vez no llegaban regalos, pero Edith comprendía: Karl estaba guardando el dinero para comprar la casa que desde mucho tiempo atrás soñaban poseer algún día. Sigue leyendo