El pasado 31 de enero de 2014 compareció ante el Comité de Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas el representante del Estado Vaticano. Tras la reunión, el Comité emitió un informe en el que critica, fuertemente y por primera vez, la laxitud de las medidas adoptadas por la Santa Sede ante los repetidos actos de abuso sexual cometidos por miembros de la jerarquía católica alrededor del mundo, así como por sus posturas hacia la homosexualidad, la planificación familiar y el aborto.
En el documento, el organismo internacional señala su preocupación por el ocultamiento de información respecto de los abusos perpetrados por miembros de la Iglesia en todo el mundo y el traslado de los ofensores de una iglesia a otra, lo cual pone en un alto riesgo de abuso sexual a otros niños, pues, asegura, decenas de abusadores sexuales están todavía en contacto con menores.