De los 40 millones de personas menores de 18 años que vivían en México, poco más de la mitad estaba en situación de pobreza en 2014.
Entre 2010 y 2014 disminuyeron los seis indicadores de carencias sociales (rezago educativo, acceso a los servicios de salud, a la seguridad social, a los servicios en la vivienda, calidad y espacios de la vivienda y acceso a la alimentación) disminuyeron en la población infantil y adolescente.
La pobreza extrema de los niños y adolescentes disminuyó de 14.0% a 11.5% entre 2010 y 2014. Sin embargo la pobreza general de niños, niñas y adolescentes prácticamente no ha cambiado en ese periodo, colocándose en 53.9% en 2014, mientras que en 2010 era de 53.7%.
Es necesario que la inversión en la infancia sea suficiente, oportuna, eficaz, equitativa y pertinente para atender los desafíos de cada etapa del ciclo de vida.
Ciudad de México. Abril 27 de 2016.- Un diagnóstico presentado hoy por UNICEF y CONEVAL muestra la magnitud y características de la pobreza que afecta a niños, niñas y adolescentes en México.
Un tercio de la población total del país, es decir, 40 millones de personas tienen menos de 18 años de edad. Y de éstas, poco más de la mitad (53.9%) estaban en situación de pobreza en 2014.
El estudio ‘Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en México, 2014’ forma parte de una serie de investigaciones que busca generar evidencia y propuestas relacionadas con el análisis de la pobreza y la política social, con énfasis en la población menor de 18 años.
La conclusión central de este reporte es que, a pesar de que existen avances importantes y sostenidos para mejorar el ejercicio de los derechos sociales de la población de 0 a 17 años y de que la pobreza extrema se redujo de 14.0% a 11.5% entre 2010 y 2014, no será posible observar reducciones significativas en los niveles de pobreza de esta población sin mejoras tangibles en el ingreso de los hogares en que viven.
La información presentada en este reporte confirma que la magnitud y complejidad del problema de la pobreza infantil requiere acciones coordinadas por parte de los distintos sectores involucrados, con el fin de establecer estrategias que permitan garantizar que todas las niñas, los niños y adolescentes puedan desarrollarse en un ambiente libre de pobreza y ejercer plenamente sus derechos sociales.
El estudio destaca la necesidad de que la inversión en la infancia sea suficiente, oportuna, eficaz, equitativa y pertinente para atender los desafíos de cada etapa del ciclo de vida.
“La primera infancia es una etapa crítica para el desarrollo individual y social, y en México ésta recibe una menor proporción de recursos”, destacó Isabel Crowley, Representante de UNICEF en México.
“La pobreza en la infancia requiere atención inmediata para evitar que se reproduzca en la siguiente generación y que se vuelva permanente”, añadió.
Señaló la preocupación de este organismo internacional porque la incidencia de pobreza y pobreza extrema sigue siendo más alta entre los niños y niñas menores de 5 años, un periodo en el que las carencias dejan huella para el resto de sus vidas.
Como país firmante y participante activo en las negociaciones para definir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, México ha aceptado el compromiso de “reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones, con arreglo a las definiciones nacionales”.
El estudio de UNICEF y CONEVAL busca brindar elementos para definir una línea base para el seguimiento de los avances hacia la consecución de esa meta.
En su intervención, Gonzalo Hernández Licona, Secretario Ejecutivo del CONEVAL, enfatizó la importancia que tiene la inversión en la primera infancia. Dijo que la pobreza en la infancia y en la adolescencia no ha cambiado entre 2010-2014 y “no podrá bajar si no se incrementa el ingreso de los hogares”.
Asimismo, Hernández Licona afirmó que la disminución importante de las carencias sociales en este grupo de población, logró la reducción de la pobreza extrema.
“Existen procesos multifactoriales que afectan a la población infantil y adolescente y aumentan la probabilidad de reproducir la pobreza: hogares ampliados, con alta razón de dependencia económica, jefaturas femeninas, jefaturas con baja escolaridad, rurales, indígenas”, afirmó el funcionario del CONEVAL.
Algunos de los principales hallazgos del estudio que se hizo con base en datos del año 2014 muestran lo siguiente:
- En 2014, 1 de cada 2 niñas, niños y adolescentes en México era pobre y 1 de cada 9 se encontraba en pobreza extrema.
- 9% de la población de 0 a 17 años en México (21.4 millones) carecía de las condiciones mínimas para garantizar el ejercicio de uno o más de sus derechos sociales (educación, acceso a la salud, acceso a la seguridad social, a una vivienda de calidad y con servicios básicos y a la alimentación). Además, el ingreso de su hogar era insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas.
- 5% de la población infantil y adolescente en el país (4.6 millones) se encontraba en pobreza extrema, al tener carencias en el ejercicio de tres o más de sus derechos sociales y ser parte de un hogar con un ingreso insuficiente para adquirir los alimentos necesarios a fin de disponer de los nutrientes esenciales.
- En 2014, 3 de cada 10 personas de 0 a 17 años en México, si bien no estaban en pobreza, eran vulnerables por carencias sociales o por ingreso.
- 6% de las personas de 0 a 17 años (8.2 millones) era vulnerable por carencias sociales, es decir, tenía un ingreso mayor a la línea de bienestar mínimo, pero contaba con una o más carencias sociales; 8.5% (3.4 millones) era vulnerable por ingresos, pues su ingreso era menor al indispensable para cubrir sus necesidades básicas, pero no presentaba carencias sociales.
- En 2014, el derecho social en que la población infantil y adolescente presentaba mayor porcentaje de carencia era el acceso a la seguridad social, ya que 62.6% tenía esta carencia.
- Asimismo, 27.6% presentaba carencia por acceso a la alimentación; 24.8% carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda; 16.7% carencia por calidad y espacios en la vivienda, 16.2% carencia por acceso a los servicios de salud, y 8% rezago educativo.
- En 2014, la población infantil y adolescente sufría con más frecuencia las experiencias de pobreza que aquella de otros grupos de edad.
- La proporción de personas de 0 a 17 años en pobreza fue 12 puntos porcentuales más alto que en la población de 18 a 64 años, así como 8 puntos porcentuales mayor que en la población de 65 años o más. En cambio, el porcentaje de la población infantil en pobreza extrema fue aproximadamente 3 puntos porcentuales superior al que se observa en otros grupos de edad
- Detrás de la estabilidad de los niveles de pobreza de la población de 0 a 17 años en México, se encuentra la combinación de dos tendencias distintas: un aumento paulatino en el porcentaje de niñas, niños y adolescentes en hogares con ingresos insuficientes y una reducción sostenida en la carencias sociales que experimenta la población infantil y adolescente.
- Entre 2010 y 2014, el número de personas de 0 a 17 años con carencia se redujo en todas las dimensiones del espacio de los derechos sociales. Entre 2012 y 2014, en cinco de las seis carencias sociales se observó una disminución en el número de personas menores de 18 años. En contraste, el número de personas de 0 a 17 años en hogares con ingreso inferior a la línea de bienestar y bienestar mínimo aumentó en los periodos 2010-2014 y 2012-2014.
- Reducción en las brechas existentes entre poblaciones consideradas tradicionalmente en desventaja y el resto de la población en algunas de las carencias sociales.
- En el caso del acceso a los servicios de salud, la población indígena de 0 a 17 años presentaba niveles de carencia similares a los de la población no indígena. La diferencia en la proporción de población infantil indígena y no indígena con esta carencia fue de 11.6 puntos porcentuales en 2008; en cambio, en 2014 fue de 1.4 puntos porcentuales. Asimismo, en 2014, la población de 0 a 17 años en municipios de muy alta marginación o en localidades rurales, tenía niveles de carencia por esta dimensión que eran similares a los de los municipios de muy baja marginación o los de las localidades de más de 100 mil habitantes, respectivamente.
El estudio completo está disponible en www.unicef.org.mx y en www.coneval.org.mx
Fuente:
http://www.unicef.org/mexico/spanish/noticias_33097.htm
(18/05/2016)