Por Israel Sandoval*
La construcción de los Derechos Humanos ha transitado por un largo período de la Historia, tenemos nociones de que autores como: Platón, Aristóteles, Santo Tomás, Locke, Rousseau y algunos otros filósofos estudiaron el tema de la igualdad, sin embargo, referirnos a dicho Derecho va a ser hasta después de la Segunda Guerra Mundial, lo mismo sucede con la dignidad y la libertad, que son concepciones de la edad moderna.
Sin lugar a dudas, para que se de el nacimiento de los Derechos Humanos se tiene que dar un cambio de paradigma, originado por los movimientos sociales y las fluctuaciones en el sistema económico, y por supuesto, de una clase social en ascenso, que es la burguesía.
No hay que olvidar que para que este constructo social y jurídico llegará a buen puerto tenía que desarrollarse la consolidación del Estado Moderno, concibiéndolo como ese poder racional, centralizador, sometido a la norma y burocrático.
Expliquemos el papel que jugo la burguesía:
La consolidación de la burguesía va acompañada de la maduración del sistema capitalista ya que intervinieron en la vida política y económica de su territorio, debido a que se ocuparon en estudiar las diversas ciencias y su injerencia en el mundo real, ello les permitió desempeñarse como asesores de los monarcas y a partir de ahí construir un nuevo modelo de Derechos.
La época feudal se puede resumir en la siguiente idea; el señor feudal controla, administra y distribuye todo lo que existía en su territorio, háblese de personas, de bienes materiales y de justicia; no existe mayor autoridad que la que dicta el monarca.
En ese orden de ideas, las pocas prebendas que otorgaba el monarca giraban alrededor de la conformación de los grupos, es decir, sólo determinados oficios van a tener ciertos privilegios frente a los demás, ese individuo sólo existe en razón de la colectividad; aquí es donde los burgueses buscaron transformar la concepción de los derechos gremiales en derechos individuales, idea que va a ir acompañada de la construcción del capitalismo, de la libre competencia y de la permanencia del individualismo que se gestan en un mismo Estado.
Por otro lado, la burguesía fue un sector que influyó en la orientación de la literatura, del arte, de la filosofía, de la ciencia, y de muchas otras áreas del conocimiento que llevaron a la humanidad al Estado moderno; todo ello ayudó a construir una nueva cultura política, donde el sujeto burgués formó parte esencial de los asuntos públicos. Es ahí donde los juristas burgueses de la época fueron edificando la teoría respecto al derecho de propiedad, tomando como base el sistema del derecho romano, pero se dieron cuenta que no era posible construir la idea de derechos individuales, sin antes tener derechos procesales y el derecho de participación política.[1]
De esa forma los jóvenes burgueses se convirtieron en los asesores de los monarcas, quienes vivían en el derroche y en las fiestas, descuidando los asuntos de su reino, pero en política existe un viejo refrán que establece: “quien deja un espacio vacante, alguien más lo va a ocupar” y en este sentido la burguesía de Francia, de Inglaterra y de las trece colonias estaban deseosos de limitar las funciones del rey y con ello se acabaría el estado absoluto y se dio paso a la formación del Estado moderno.
Este pequeño texto se remite a hacer una breve narración de lo que logró un grupo de intelectuales, que con el paso del tiempo gobernó detrás del poder, mientras los reyes eran desplazados de la esfera política y limitados por la norma.
A manera de conclusión, la burguesía comenzó una lucha en el siglo XV que enarbolaba las ideas de poner límites al gobernante en el sistema jurídico, donde buscaron abandonar la idea de los derechos gremiales para pasar a los derechos individuales que se ven reconocidos en la Constitución de cada país. Lo anterior es muestra de una lucha que se resume en tres fojas pero que implico la astucia y la inteligencia de la burguesía.
Actualmente, contamos con una gran variedad de derechos individuales en
normas nacionales e internacionales, sin embargo, la lucha por llevar a su
máximo esplendor los derechos colectivos de los pueblos indígenas aún es una
discusión en el Estado mexicano.
* Catedrático de la Facultad de Derecho de la UNAM. Correo electrónico: israelsaji@derecho.unam.mx
[1] Peces-Barba, Gregorio, Lecciones de Derechos Fundamentales, Madrid, Dykinson, 2004, p. 74.