Á S. M. La reina D.a Isabel II
Más que la luz de la razón humana,
amo la oscuridad de mi deseo,
y más que la verdad de cuanto veo,
quiero el error de mi esperanza vana.
Tenéis razón, hermosa Soberana,
que no sé cuándo dudo y cuándo creo;
si hoy, comparado a mí, todo es ateo,
tal vez de todo dudaré mañana.
Entre creer y dudar, mi alma indecisa,
mientras pasa esta vida de quebranto,
que es eterna en dar fin, yendo deprisa,
El dudar y el creer confundo tanto,
que unas veces mi llanto acaba en risa,
y otras veces mi risa acaba en llanto.
Ramón de Campoamor