- El Tribunal Europeo de Derechos Humanos considera que Moscú debería haber hecho más para evitar la masacre en la escuela, en la que murieron 330 personas en 2004
Las heridas de Beslán empiezan a cicatrizar 13 años más tarde. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dio este jueves la razón a los familiares de las víctimas y supervivientes de la violenta toma de rehenes de la Escuela Número Uno en esa localidad de Osetia del Norte que en 2004 se saldó con la muerte de 330 personas, 180 de ellas niños. La corte de Estrasburgo condenó por unanimidad a Rusia por “fallos graves” en la masacre y le ordenó el pago de tres millones de euros a los demandantes, una decisión que el Kremlin rechazó rápidamente como “inaceptable”.
Según el tribunal de Estrasburgo, los “fallos graves” de Moscú durante las 52 horas que duró la brutal toma de rehenes por parte de un comando terrorista checheno, que también dejó más de 700 heridos, fueron numerosos y empezaron a producirse aun antes del ataque. El tribunal europeo considera probado, como afirmaban los 409 ciudadanos rusos detrás de la demanda, que desde “al menos varios días” antes de la tragedia, las autoridades disponían de “suficiente información específica” sobre planes de un atentado en la zona coincidiendo con el inicio del curso escolar como para haber impuesto medidas preventivas y de protección en las escuelas amenazadas. Sin embargo, tal como subraya el tribunal, el día del ataque “la seguridad en la escuela no había aumentado” y la Escuela Número Uno de Beslán tampoco había sido advertida de la inminente amenaza.
Los errores continuaron durante y después de la toma de rehenes, que comenzó en la mañana del 1 de septiembre de 2004, cuando un comando irrumpió en la escuela en plena ceremonia de inicio del curso escolar, por lo que también se encontraban allí padres y otros familiares de los alumnos, incluidos bebés. Los terroristas retuvieron en total a unas mil personas, 800 de ellas niños, para reclamar la retirada de las tropas rusas de Chechenia. Tras fallidos intentos de negociaciones, unidades de combate del Ejército ruso entraron por la fuerza en el recinto en la tarde del 3 de septiembre.
Por cinco votos a favor y dos en contra, los jueces de Estrasburgo también dieron la razón a los demandantes que acusaban a Rusia de una deficiente planificación y dirección del asalto, así como de un uso desproporcionado de la fuerza, lo que habría provocado un mayor número de víctimas.
“En ausencia de normas legales adecuadas, se usaron armas potentes como cañones, lanzagranadas y lanzallamas. Esto contribuyó a las bajas entre los rehenes”, señala la sentencia. Los errores se prolongaron en la etapa de investigación, hasta el punto de que “no se ha podido establecer la causa exacta de la muerte en un tercio de las víctimas”.
El Gobierno ruso protestó de inmediato el fallo de Estrasburgo, que el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó de “totalmente inaceptable para un país que ha sufrido un ataque”, informa France Presse. Por su parte, el Ministerio de Justicia anunció la intención de apelar la sentencia que, sostuvo, “no comprende toda la gravedad de la situación en Beslán tras la toma de rehenes”, ni los “riesgos que corrieron las autoridades durante la operación de rescate”.
La decisión judicial tampoco ha dejado satisfechos a todos los demandantes. Aneta Gadiyeva, representante del grupo Madres de Beslán, dijo a la agencia rusa TASS que las compensaciones decretadas son muy bajas.
Fuente:
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/04/13/actualidad/1492071692_601052.html
(27/04/2017)