El futuro del trabajo

(Resumen)

Con motivo de su encuentro en  la ciudad suiza de Davos de principios de este año, el Foro Económico Mundial ha hecho público un informe titulado ‘The Future of Jobs – Employment, Skills and Workforce Strategy for the Fourth Industrial Revolution’.

El documento publicado analiza como esta ‘cuarta revolución industrial’ que estamos viviendo, con la llegada de tecnologías como la fabricación avanzada, la ‘Internet de las cosas’, la analítica de datos, etc. va a impactar al empleo a nivel mundial.

Según los autores, aunque algunos de estos factores ayudarán a crear nuevos puestos de trabajo, la destrucción asociada a otros de ellos como la automatización de muchas de las tareas, dará un cifra neta a nivel global de 5.1 millones de puestos de trabajo netos destruidos entre 2015 y 2020. Esta es la cifra que, como es lógico, ha saltado a las páginas de los periódicos.

La mayor parte del informe está basada en una encuesta a directivos de las principales organizaciones ‘empleadoras’ de cada sector.

A pesar de esta importante salvedad, creo que no hay que quedarse con el número concreto sino con que las opiniones de los encuestados empiezan a  inclinarse más hacia el lado pesimista del debate existente entre los que piensan que las nuevas tecnologías crearán nuevas oportunidades de trabajo y los que piensan que estas no podrán cubrir la destrucción que también comportan. Así, calculan los autores del informe que el crecimiento en algunas industrias (como la tecnológica y la asociada al análisis de datos) no podrá absorber la mayor destrucción de otra clase de empleos, como los asociados a las tareas administrativas o la fabricación tradicional, que serán, cada vez más, sustituidos por una mayor automatización.

El futuro dirá cuál será el grado de afectación al empleo finalmente, pero lo importante es tener claro que es preciso mantener la guardia alta y empezar a trabajar para reducir los impactos que se van a producir, tanto a nivel individual como en las organizaciones, donde hay mucho por hacer.

Un aspecto que apoya la tesis que defiende la dificultad de trasladar a personas de los empleos tradicionales que van sufrir más hacia otros con más posibilidades de futuro es que, según este mismo informe y otros, la demanda se incrementaría para las capacidades más sofisticadas —y escasas— como la capacidad de resolución de problemas complejos y las habilidades sociales, frente a las más básicas.

Así la prioridad identificada es obviamente la de ‘reconvertir’ los trabajadores actuales mediante esfuerzos de formación que les permitan adquirir estas nuevas capacidades.

Y aquí es donde aparece otro dato importante del informe:  solamente un 53% de los responsables de recursos humanos de las organizaciones encuestadas opina que su estrategia de talento es adecuada para este escenario. Entre los motivos, destaca en primer lugar la ‘insuficiente comprensión de los cambios disruptivos’  en la organización, con una fuerte correlación con la ‘importancia otorgada a estos aspectos por la alta dirección’ y la ‘alineación de las estrategia de recursos humanos con la innovación’. Aparece de nuevo la dificultad de ponerse a trabajar en cosas que vayan más allá del absorbente día a día.

Visto como oportunidad, toma de nuevo consideración el papel de los profesionales de recursos humanos de aportar la visión de futuro e impulsar los cambios. Aquí, el Foro Económico recomienda sin cortapisas ‘reinventar’ la función de recursos humanos alineando mejor estrategia, innovación y talento, usando para ello las nuevas herramientas de analítica de datos para poder predecir la evolución necesaria.

A más largo plazo recomiendan ‘repensar’ los sistemas actuales de educación, incentivando el aprendizaje durante toda la vida. Un esfuerzo de tan amplio alcance opinan que debe  ser abordado mediante la colaboración entre empresas de distintos sectores, y entre los sectores público y privado.

Dedican también un capítulo entero a la ‘brecha de género’, de la que denuncian que únicamente se ha logrado cerrar un 3% en los últimos 10 años, haciendo de las mujeres el mayor segmento de talento ‘infrautilizado’. La baja participación de las mujeres en la fuerza laboral, teniendo en cuenta su mayor nivel de educación, es analizado como un problema económico, más allá de la injusticia ética que representa.

Sobre los impactos de los cambios que se preveen a este respecto, argumentan que aunque algunos de ellos tienen el potencial de reducir esta diferencia (por ejemplo, la automatización de las tareas domésticas que en general son realizadas en mayor número por las mujeres), otros como la reducción de empleos donde también la presencia de mujeres es mayoritaria van en dirección contraria. En global, según sus cálculos, por cada puesto de trabajo creado para cada uno de los dos géneros, tres de los destruidos serían masculinos y cinco femeninos, lo que pondría en riesgo las mejoras conseguidas en este aspecto en los últimos tiempos.

Este informe del Foro Económico Mundial sirve sobretodo para llamar la atención de la opinión pública sobre el impacto en el trabajo de los cambios que se están produciendo a toda velocidad.

Para ver el informe completo en inglés:

http://www.weforum.org/reports/the-future-of-jobs

Fuente:

http://blog.futurodeltrabajo.com/2016/02/el-futuro-del-trabajo-segun-el-foro.html#more