Rojava, la formación de una alternativa económica: la propiedad privada
al servicio de todos

Michael Knapp[1]

(historiador)

La revolución de Rojava [se pronuncia ‘roshavá’] —región al oeste de Kurdistán/norte de Siria— que comenzó (2012) en Kobane (Ayn al-Arab) y se propagó como fuego por Afrin, Derik (Al-Malikiya), Qamishli (Al-Qamishli), Amude y Sere Kaniye (Ras al-Ayn) —regiones que se encuentran a lo largo de la frontera turco-siria— ha puesto en marcha un desarrollo alternativo en todos los aspectos sociales.

            Inspirada en el modelo de confederalismo y autonomía democráticos, ha establecido asambleas, consejos de mujeres y otras organizaciones democráticas. Cada grupo étnico o religioso debe estar representado en estas organizaciones, y la dirección de cada una dividida equitativamente entre hombres y mujeres.

            Este no es un proyecto para alcanzar el gobierno de una nación, sino para conseguir en la región la autonomía y una Siria democráticas.

Construyendo las bases de una sociedad democrática

El modelo de base del confederalismo se funda en las ideas de Murray Bookchin, desarrolladas por Abdullah Öcalan, el líder actual del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), dentro de un sistema orientado a la práctica, con la liberación de las mujeres como su paradigma central.

            La estructura multicultural de Kurdistán está considerada como base particularmente importante para la creación de una economía participativa en la forma de cooperativas comunitarias en la agricultura, el suministro de agua y el sector energético.

            “El confederalismo democrático frecuentemente enfrenta la oposición de otros grupos y facciones. Es flexible, multicultural, contrario a los monopolios y orientado al consenso. La protección del ambiente y el feminismo son sus pilares centrales. Esta clase de autogobierno requiere de un sistema económico alternativo, en el que los recursos de la comunidad sean mejorados en lugar de explotados, y atiendan las diversas necesidades de la sociedad.”[2]

            Intentos previos de practicar tal confederalismo democrático en la región de Kurdistán del Norte (Turquía) han sido difíciles en extremo. Por largo tiempo ha habido esfuerzos para construir una sociedad comunitaria de base. Sin embargo, estas estructuras han estado siempre bajo la amenaza de arrestos y represión permanente del gobierno turco. Miles de civiles han sido encarcelados, lo que ha hecho necesario que las estructuras sean renovadas constantemente. Esto es especialmente relevante para la construcción de una economía alternativa, que ha alcanzado particular importancia en los años recientes.

            Mientras que en Kurdistán del Norte las comunas y cooperativas establecidas operan bajo represión masiva, en el territorio liberado de Rojava hay esfuerzos para crear una nueva forma de economía apartada de las relaciones de explotación tanto capitalista como feudal. Esto sucede en el marco de la guerra siria: miles de personas han sido asesinadas y la mitad de la población no tiene hogar. Alrededor de dos millones de personas han emigrado de su patria.

            Particularmente, la economía siria se ha visto severamente afectada por la guerra. Hay estudios que muestran que serían necesarios usd$150m [ciento cincuenta millones de dólares] para que Siria recuperara los niveles de hace quince años.

            El movimiento kurdo en Rojava desarrolló una política denominada “tercera vía”, que no está vinculada ni al régimen ni al frente rebelde de dominio islamista, sino que proclama un cambio democrático en Siria. Por esta razón, la región estuvo inicialmente apartada del conflicto y en su mayor parte continúa estándolo, y la mayoría de la infraestructura está intacta todavía.

            Las regiones de Rojava generalmente son ricas en recursos naturales y pueden ser autosuficientes. En particular, las tierras son muy fértiles. Sin embargo, debido a la política antikurda de subdesarrollo, todavía hay pobreza en Rojava, mientras que se enriquecen los que son leales al régimen. El objetivo anterior del gobierno no era el desarrollo de la región, sino obtener algún provecho de su subdesarrollo. Por esta razón, muchos kurdos emigraron a lugares como Heleb (Aleppo) y Damasco (Şam).

            Las leyes de emergencia del régimen sirio y el subdesarrollo planeado y sistemático de la región hicieron el resto, ayudados por la pobreza y la emigración creciente. Esto ha sido acompañado por una política endurecida de arabización y asimilación.

Una política de embargo contra los logros de Rojava

Desde 2011, la situación en Rojava ha sido golpeada por el embargo llevado a cabo por el gobierno regional turco y kurdo en Kurdistán del Sur, y por los islamistas que se oponen al gobierno autónomo establecido en Rojava. El efecto principal ha sido un aumento en el precio del combustible y de los alimentos básicos. El aumento del precio del combustible, con inviernos bajo cero y nevadas, está llevando a una situación extremadamente peligrosa, especialmente para los niños. Por primera vez (2015) en 22 años ha habido fuertes nevadas en Sere Kaniye (Ras al-Ayn).

            En el contexto del embargo y de la política siria de saqueo contra Rojava, la región permanece económicamente débil, aunque tiene una base estable.

            La Dra. Dara Kurdaxi es economista e integrante del comité para el resurgimiento y desarrollo económico de Afrin —cantón de Rojava—. Ella habló con la agencia de noticias ANF acerca de la economía de Rojava:[3]

            “Necesitamos nuevos modelos de organizaciones e instituciones. Aquellos que son llamados modelos colectivos y económico comunales, a veces denominados economías sociales. Este es el método que estamos utilizando como base para que la economía en Rojava pueda levantar y desarrollarse. El método en Rojava no está contra la propiedad privada, sino que más bien tiene el objetivo de poner la propiedad privada al servicio de todas las personas que viven en Rojava para que las utilicen. Naturalmente, estamos comenzando. Pero, sin embargo, aunque sea solamente en unos pocos aspectos, estamos viendo algunos resultados positivos. Debemos dejar claro que no necesitamos un resurgimiento y desarrollo económicos que no tengan un objetivo claro para la comunidad. […] No debe ser un sistema capitalista, que no tenga respeto por el medio ambiente; tampoco uno que continúe con las contradicciones de clase y que finalmente sirva solamente al capital. Debe ser un modelo participativo, basado en los recursos naturales y una sólida infraestructura.

            La democracia de una sociedad siempre debe medirse en términos de la democratización de su economía. De ello, el proyecto en Rojava es un ejemplo sobresaliente. Ya puede verse allí algún desarrollo. Por ejemplo, la industria del petróleo está bajo el control de los consejos y es manejada por el comité de trabajadores. Las refinerías producen gasolina a precio bajo para las cooperativas y para los empleados del gobierno autónomo. Una gran superficie de tierra, que fue previamente nacionalizada por Assad como parte de las políticas contra los kurdos, está manejada ahora por la Rojava libre a través de cooperativas agrícolas. Comités de médicos están trabajando para construir un sistema gratuito de salud. Sin duda, como lo señala la Dra. Kurdaxi, muchos de estos proyectos están en su infancia. Sin embargo, lo que ya se ha logrado es un paso histórico en lo que es percibido como una alternativa a la lógica del capitalismo.

            La Dra. Kurdaxi explica que el modelo económico de Rojava es una respuesta al neoliberalismo de la modernidad capitalista y una crítica al capitalismo de estado que caracteriza al socialismo “realmente existente”. El modelo de Rojava debería ser un modelo para todo el Oriente Medio. Con el fin de favorecer esta nueva forma de economía y hacer conciencia general de ella, es necesario llevar a cabo congresos económicos. Estos están destinados a formar una economía basada en la valía del ser humano y a que la gente entienda el significado de la economía social. En un congreso que será organizado muy pronto, se discutirán y se corregirán los modelos existentes.

            “Hemos alcanzado un modelo que finalmente será adoptado por todo el mundo, eso tiene que ser. Tarde o temprano tendremos éxito en esto porque esto significa el éxito de la comunidad.”

            Aunque apenas comienza, este modelo económico, con gran determinación y a pesar de la guerra, ha sido hecho realidad en la práctica para muchos en Rojava. Contrasta marcadamente con el desarrollo económico de Kurdistán del Sur (KRG), que depende de Europa y Estados Unidos. Para Kurdistán del Sur, donde las contradicciones entre el estado clientelar (es decir, el partido gobernante PDK —Partido Democrático de Kurdistán—) y los desfavorecidos socialmente se agudizan más cada vez, el desarrollo económico de Rojava representa un rayo de esperanza. Este desarrollo emancipatorio también puede ser decisivo. Aunque percibido por los estados occidentales como la verdadera oposición, yihadistas internacionales —apoyados por estado turco, miembro de la OTAN— están siendo infiltrados en Rojava en un intento de hacer todo lo posible para destruir su autonomía. De manera similar, esto también apunta hacia el embargo sobre Rojava.

            “En consecuencia, una economía popular debe basarse en la redistribución y estar orientada hacia las necesidades, en lugar de dirigirse exclusivamente a la acumulación y la apropiación de los excedentes del valor y los productos. Las estructuras económicas locales no solamente dañan a la sociedad sino también a la naturaleza. Unas de las razones principales del deterioro social son los efectos de la economía financiera local. La creación artificial de necesidades para encontrar nuevos mercados, y el deseo sin límites de ganancias cada vez más gigantescas hace que la brecha entre ricos y pobres sea cada vez más ancha, y hace que aumente la cantidad de los que viven en la pobreza y los que mueren de hambre. Una política económica así ya no es aceptable para la humanidad. La tarea más importante de una política socialista consiste en la creación de una política económica alternativa que se base no en la ganancia sino en la justa redistribución de la riqueza.”

            El proyecto de confederalismo democrático y, ciertamente, los logros por los que se lucha cotidianamente en Rojava son ejemplos de que es posible otro mundo, separado de la explotación capitalista. Esa es la tarea de todos nosotros quienes defendemos la solidaridad, la emancipación y la libertad para oponernos al embargo sobre Rojava y al apoyo occidental de los grupos terroristas islamistas que han masacrado a la gente. Ω

[1] Traducido al inglés por Richard Braude del original en alemán. Traducido del inglés al español para “Perseo” por José A. Aguilar V. del texto encontrado (7-jun.-16) en: <https://peaceinkurdistancampaign.com/2015/02/06/rojava-the-formation-of-an-economic-alternative-private-property-in-the-service-of-all/#_ftn1>

[2] A. Öcalan, Demokratischer Konföderalismus, 2012, p. 21.

[3] http://www.firatnews.com/news/guncel/kurdaxi-suriye-karanliga-rojava-aydinliga-gidiyor.htm