El mes de agosto nos brinda como cada mes, la oportunidad de cavilar sobre algunas fechas conmemorativas que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han establecido internacionalmente. Para el Programa Universitario de Derechos Humanos la difusión y divulgación de los derechos humanos es una función sustantiva. Por ello, invitamos a nuestros lectores a reflexionar en las siguientes fechas: 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas; 12 de agosto, Día Internacional de la Juventud; 19 de agosto, Día Mundial de la Asistencia Humanitaria; 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada.
9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas. De acuerdo con datos del Banco Mundial, en 2018 las personas reconocidas como indígenas sumaron más de 370 millones en 90 países alrededor del mundo. Históricamente, los grupos indígenas han sido sometidos a persecuciones, despojos, abusos y discriminación que los han llevado a integrar el 15% de la población mundial en extrema pobreza pese a que solo contabilizan el 5% de la población mundial. Estas cifras reflejan la profunda injusticia social en que se ha sumido a la población indígena mundial. Con la llegada de la pandemia por Covid-19, las graves disparidades sociales y económicas en las que viven los indígenas en México y el mundo se han visto agravadas, poniéndolos en una situación particularmente vulnerable. Los indígenas enfrentan acceso deficiente a la atención sanitaria y tasas más elevadas en enfermedades transmisibles y no transmisibles, falta de acceso a servicios esenciales y de saneamiento. Pese a estas condiciones adversas, este sector poblacional siempre ha mostrado una gran capacidad de adaptación y sobrevivencia. Por ello, la ONU propone como tema para este año, el COVID-19 y la resiliencia de los pueblos indígenas, y se prepara un evento especial en línea en el que se analizará las formas innovadoras en que la población indígena alrededor del mundo ha enfrentado la pandemia de Covid-19.
12 de agosto, Día Internacional de la Juventud. En 1999, la ONU estableció al 12 de agosto como día mundial de las juventudes del mundo, cuya finalidad es poner en el escenario internacional el papel de la juventud como un poderoso agente de cambio de cara a los Objetivos de la Agenda 2030. Este día, la ONU desea dar voz a esta parte de la población mundial que, pese a su gran número e importancia para el desarrollo de la economía y la sociedad mundial, a menudo es sujeta de estigmatización que le discrimina y victimiza. Por ello este año se busca crear conciencia de la integración de los jóvenes en los procesos políticos, económicos y sociales, pues es evidente que con ellos, los resultados en la recuperación pospandemia, será más rápida y benéfica para todos.
19 de agosto, Día Mundial de la Asistencia Humanitaria. En diciembre de 2008 la Asamblea General declaró el 19 de agosto como Día Mundial de la Asistencia Humanitaria; esto en memoria de las víctimas del terrible atentado terrorista, del 19 de agosto de 2003, contra la sede de las Naciones Unidas en Bagdad (Iraq) que cobró la vida de 22 personas, entre ellas el enviado de la ONU, Sergio Vieira de Mello. Alrededor del planeta, miles de trabajadores humanitarios auxilian a poblaciones en desgracia. Ya sea por conflictos bélicos, crisis económicas y políticas, tragedias provocadas por fenómenos de la naturaleza, los trabajadores humanitarios se despliegan en 54 países alrededor del mundo, sumados este año 9 países más que se vieron fuertemente afectados por la pandemia de Covid-19. La ONU busca para este año, a partir del lema RealLifeHeroes (Héroes de la Vida Real), reconocer la incansable labor de miles de trabajadores humanitarios en todo el mundo que con su trabajo hacen más ligeras las difíciles condiciones de vida de millones de personas en los cinco continentes.
30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada. Según la Declaración sobre la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas, proclamada por la Asamblea General en su resolución 47/133, de 18 de diciembre de 1992, , se producen desapariciones forzadas siempre que: «se arreste, detenga o traslade contra su voluntad a las personas, o que estas resulten privadas de su libertad de alguna otra forma por agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan en nombre del Gobierno o con su apoyo directo o indirecto, su autorización o su asentimiento, y que luego se niegan a revelar la suerte o el paradero de esas personas o a reconocer que están privadas de la libertad, sustrayéndolas así a la protección de la ley.»
En honor a su memoria y por el derecho de las víctimas a conocer la verdad sobre las circunstancias de la desaparición, esta efeméride se enmarca en el calendario del sistema internacional de los derechos humanos, que pretende visibilizar la problemática existente en materia de desapariciones en diversos Estados nacionales, al mismo tiempo de fomentar la solidaridad y la acción concertada de la sociedad civil y las instituciones del Estado y de gobierno en el reconocimiento de la dimensión de esta problemática.
La desaparición forzada de personas constituye una de las violaciones más graves a los derechos humanos; es una forma compleja de violación de los derechos humanos que debe ser comprendida y encarada de una manera integral, pues estamos ante una violación múltiple y continuada de numerosos derechos reconocidos en los principales instrumentos internacionales en materia de derechos humanos y que los Estados Nacionales están obligados a respetar y garantizar.
La desaparición de personas se ha venido incrementando en los últimos años en muchas partes del mundo. En México, de acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas (RNPDNO), del 15 de marzo de 1964 al 13 de julio de 2020 el total de personas desaparecidas, no localizadas y localizadas ascendió es de 177, 844, de las cuales han sido localizadas 104,643 y se encuentran desaparecidas y no localizadas 73,201. Actualmente, muchos de los avances que se registran en la búsqueda y localización de personas sigue siendo producto del trabajo incesante e incansable que diariamente realizan miles de familias que se han enfrentado al infortunio de la desaparición de alguno de sus seres queridos, a sus aportaciones y la de colectivos de la sociedad civil. Hoy en día existe una asignatura pendiente con las víctimas de desapariciones y sus familiares.