- Debe promulgar medidas legislativas para proteger a las personas más vulnerables
(Londres) – El gobierno del Reino Unido está estancado en el establecimiento de un sólido marco legal para abordar la violencia contra las mujeres y las niñas, a pesar de haberse registrado picos de abuso doméstico durante la pandemia, señaló hoy Human Rights Watch.
Las insuficientes medidas para garantizar apoyo y servicios críticos para las sobrevivientes de violencia doméstica, especialmente las que tienen menos probabilidades de obtener asistencia, antes y durante la pandemia de COVID-19 han dejado a las organizaciones que ayudan a algunas de las mujeres más vulnerables en una situación muy debilitada para satisfacer sus necesidades.
“La pandemia ha puesto en evidencia defectos de larga data en el enfoque del gobierno del Reino Unido hacia la violencia doméstica”, dijo Hillary Margolis, investigadora principal de derechos de la mujer en Human Rights Watch. “La erosión del apoyo a los servicios especializados en violencia doméstica ya constituía una crisis nacional, así que este es un momento crítico para que el gobierno demuestre su compromiso con la inversión a largo plazo en estos servicios para todas las mujeres y niñas”.
El gobierno ha asegurado repetidamente que prioriza la protección y el apoyo a las mujeres y las niñas que sufren violencia, pero aún no ha ratificado un emblemático tratado europeo sobre la violencia de género firmado por el gobierno hace hoy ocho años. El Proyecto de Ley de Abuso Doméstico ante el Parlamento no garantiza la protección de todas las mujeres y niñas.
Los proveedores de servicios afirman que la crisis del COVID-19 ha exacerbado la falta de acceso a servicios para las mujeres inmigrantes, negras, asiáticas y de minorías étnicas (BAME, por sus siglas en inglés). Representantes de las organizaciones que prestan servicios a estas comunidades dicen que la persistente desigualdad genera dificultades adicionales para proporcionar servicios de forma remota. “El 25 ciento de las mujeres a las que asistimos ni siquiera tienen un teléfono, y mucho menos un teléfono inteligente”, señaló Rosie Lewis, del Centro Angelou, un proveedor feminista de servicios a personas negras en Newcastle. “[Los servicios digitales] dan por hecho una base de referencia de acceso”.
Las barreras lingüísticas pueden excluir a las mujeres de estas comunidades de obtener información sobre los servicios. La campaña #YouAreNotAlone (#NoEstásSola) presentada por la ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel, durante la respuesta al COVID-19 tenía como objetivo aumentar la conciencia pública sobre la violencia doméstica y alentar a las personas que sufren abusos a buscar ayuda, pero los mensajes solo están disponibles en inglés.
Los servicios están pasando apuros por permanecer completamente operativos durante la pandemia. Una encuesta de Women’s Aid mostró que, hasta el 6 de abril, 38 de 45 proveedores de servicios habían reducido o suspendido al menos un servicio debido al COVID-19. Estos incluyen servicios que brindan refugio, que ya no alcanzaban los estándares marcados por el Consejo de Europa. Los espacios de refugio designados para mujeres en grupos marginados son especialmente limitados: Women’s Aid descubrió que desde mayo de 2019 solo había 418 espacios de refugio específicos en Inglaterra para mujeres BAME, 4 espacios dedicados para mujeres mayores de 45 años, 12 para mujeres con discapacidades de aprendizaje y ninguno para mujeres sordas.
Para seguir leyendo el comunicado:
https://www.hrw.org/es/news/2020/06/08/el-reino-unido-esta-fallando-las-victimas-de-violencia-domestica-en-la-pandemia