Luchar para ser un@ mism@
Semi Alisha Fermond no eligió el lugar ni el cuerpo en el que nació, ni tampoco las múltiples adversidades a las que habría de enfrentarse por ambas circunstancias, pues a las innumerables dificultades económicas y sociales que padece el conjunto de la población de Haití, su país de origen, derivadas de terremotos e inundaciones, golpes de estado y violencia política, Semi tuvo que agregar las dificultades de ser una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre.
Entre tales dificultades está el mayor grado de vulnerabilidad a contraer VIH/Sida, la falta de una legislación que proteja a las personas transgénero y les permita realizar cambios en los datos de sus documentos oficiales, la discriminación laboral (que muchas veces les orilla a la prostitución), la violencia física de parte de policías y otras personas servidoras públicas, así como la falta de servicios adecuados para llevar a cabo la transición que anhela.
Ante este panorama adverso, Semi ha tomado dos determinaciones. La primera ha sido militar a favor de personas que, como ella, sufren discriminación y violencia por su condición de género. Para ello, esta joven trabaja en Kay Trans Ayiti (“Casa Trans Haiti” en criollo), un lugar en el que las personas transgénero pueden encontrar alojamiento, comida y asistencia psicológica para superar los problemas que han enfrentado a lo largo de sus vidas. Además, también colabora con la organización Acción Comunitaria para la Integración de Mujeres Haitianas Vulnerables, que cuenta con el apoyo de dos programas de la ONU.
La segunda determinación que Semi ha tomado es salir de Haití en busca del proceso que le permita cumplir su transición de género, para luego regresar y continuar la lucha por el respeto de los derechos de la comunidad trans. Su labor cotidiana y su visión de futuro son un ejemplo de valor y compromiso en la defensa de los derechos humanos propios y de los demás.
Escrito con información de:
https://news.un.org/es/interview/2022/02/1504312
(28/02/22)