Cuando en la noche oscura espero su llegada,
Se me antoja que todo pende de un hilo.
¿Qué valen los honores, la libertad incluso,
cuando ella acude presta y toca el caramillo?
Mira, ¡ahí viene! Ella se echa a un lado el velo
y se me queda mirando larga y fijamente. Yo digo:
—¿Has sido tú la que le dictó a Dante las páginas sobre el infierno?
Y ella responde: —Yo soy aquella.
Anna Ajmátova
[1] Tomado de: https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-anna-ajmatova/