Sudán del Sur: con motivo del conflicto
étnico, mandos de alto rango del ejército
y del gobierno han cometido atrocidades
contra la población civil como mutilar,
violar y asesinar mujeres en presencia
de sus hijos y obligar a éstos a participar
en ello, y sacar los ojos, degollar, castrar
y asesinar a hombres

  • Un informe de la ONU identifica a 40 oficiales de alto rango del Ejército y del Gobierno como responsables de crímenes de guerra. El dossier, que contiene 58.000 documentos y 230 declaraciones, servirá de base para establecer un tribunal híbrido para juzgar los crímenes.

Niños de Sudán del Sur fueron obligados a mirar como violaban a sus madres y las asesinaban. Estas y otras atrocidades han sido documentadas en un informe elaborado por expertos de la ONU en Derechos Humanos.

            Treinta y ocho oficiales de alto rango del Ejército y tres gobernadores han sido identificados como responsables de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra en Sudán del Sur.

            “Hay víctimas con las que hablamos y nos ofrecieron su testimonio que han sido mutiladas, violadas en grupo a menudo por una docena de hombres o más. A veces los familiares fueron obligados a mirar. A veces los niños fueron obligados a mirar, a participar en la violación e incluso a matar”, explica el comisionado para los Derechos Humanos en Sudán del Sur Andrew Clapham.

            A los civiles les sacaron los ojos, los degollaron y los castraron.

            La investigación ha podido determinar qué unidades fueron desplegadas en los lugares donde se produjeron ataques masivos contra la población, lo que ha hecho posible establecer de forma individual la competencia de los responsables del Ejército.

            Entre los responsables figuran ocho tenientes generales, dieciséis generales, ocho generales de brigada y cinco coroneles, así como tres gobernadores. En el informe no se da su nombre, pero sus identidades podrían hacerse públicas en un juicio.

            Los testimonios son “devastadores”, según los investigadores. Incluyen testimonios de gente obligada a violar a familiares “en casos que recuerdan a Bosnia”.

            Una mujer contó que su hijo de 12 años fue forzado a mantener relaciones sexuales con su abuela para seguir con vida. La misma mujer vio como castraban a su marido. Otro hombre presenció cómo su compañero, un hombre, era violado en grupo y abandonado en unos arbustos hasta que murió.

            “La prevalencia de violencia sexual contra hombres en Sudán del Sur es mucho más elevada de lo que se cree”, dijo la presidenta de la Comisión de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en Sudán del Sur, Yasmin Sooka. “Lo que hemos visto hasta ahora es sólo la punta del iceberg”.

            Los niños son reclutados forzosamente por todos los bandos y la comisión estima que representan un cuarto de las víctimas de abusos sexuales. Además, constituyen una generación perdida con “sólo uno de cada trece que terminará la primaria”.

            Los ancianos tampoco pudieron escapar a las atrocidades y “fueron asesinados con machetes o quemados vivos”.

            “Hay un patrón claro de persecución étnica”, aseguró Clapham.

Juicio por crímenes de guerra

El dossier, que contiene 58.000 documentos y 230 declaraciones, servirá de base para establecer un tribunal híbrido para juzgar los crímenes, con un componente internacional, u otro tipo de mecanismo que garantice la sanción de los criminales.

            La ONU está recopilando pruebas para usar en un juicio por crímenes de guerra y el informe se presentará ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.

            “La corte puede ser establecida directamente y el fiscal puede empezar a trabajar en el acta de acusación”, explicó Sooka. “La Unión Africana debe proceder de inmediato al establecimiento de una corte híbrida” en Sudán del Sur, añadía Clapham.

            Según el acuerdo de paz de 2015, aquellos que sean imputados no podrán mantener o presentarse para un cargo.

            Sooka dijo que esa es la única manera de detener la “rampante devastación de millones de vidas humanas por parte de los líderes de Sudán del Sur”.

Conflicto étnico

En 2015, el Gobierno sursudanés y los rebeldes firmaron un acuerdo de paz que, sin embargo, no consiguió frenar la guerra y el baño de sangre.

            El conflicto empezó a finales de 2013, solo dos años después de que Sudán del Sur lograra la independencia de Sudán. Desde entonces, cuatro millones de sursudaneses han huido del país.

Fuente:
https://news.un.org/es/story/2018/02/1427701
(28/02/2018)