Luis Villoro
La novela El Quijote habla de una realidad ilusoria, como la de los sueños, creada por la imaginación. Todo se transforma, todo tiene otra traza. Es una ilusión imaginaria. Todo es otro de lo que parece. Aunque todo es real, es una realidad transfigurada. Es la misma pero imaginaria. Se abre entonces a un: existe, sin duda, una realidad empírica, la de todos los días, pero frente a ella se abre otra realidad que presenta una figura distinta: es una realidad transfigurada.
Todo no deja de tener al mismo tiempo su propia realidad empírica y es Sigue leyendo