Alejo Martínez Vendrell[1]
Para romper las cruentas cadenas del subdesarrollo, la historia nos muestra que no existe una vía fácil y desprovista de esfuerzos para lograrlo. Llevar a cabo la hazaña de saltar del Tercer al Primer Mundo no cae gratis del cielo; exige disciplina de trabajo, firmeza en la voluntad de superación, desplegar denodados empeños por mejorar tanto las propias capacidades como la competitividad internacional de nuestro aparato productivo, entre otros factores. Un elemento importante radica en disminuir sustancialmente la brutal desigualdad social que es esencia del subdesarrollo. Ahí es imprescindible concentrar magnos esfuerzos. Sigue leyendo