El líder opositor venezolano encarcelado reitera su inocencia,
y su confianza en un cambio político en Venezuela
Leopoldo Santiago, mi hijo de un año de edad, dio sus primeros pasos en la cárcel militar de Ramo Verde; el contexto hizo que el que comúnmente sería uno de los momentos más felices para un padre, fuera para mí, uno de los más duros; un momento para reflexionar, para cuestionarme y al final… confirmar lo acertado del camino que he tomado, el camino de la lucha por el futuro de mis hijos, de la niñez y juventud venezolana, de un pueblo asfixiado y humillado que merece libertad, que merece paz, que merece justicia y la oportunidad de progresar.
Cuando tomé la decisión de hacer frente a las falsas acusaciones en mi contra, sabía perfectamente lo que me esperaba; era consciente de que sería otra víctima de una justicia injusta, de un proceso infame, como lo han sido tantos presos políticos que ha cobrado este régimen; que tendría que dejar a mi familia, confiando en que su fortaleza y amor por nuestro país los mantendría en pie; sabía que pasaría en aislamiento y soledad, un tiempo sólo definido por el deseo de cambio del pueblo venezolano… Yo lo decidí así y no me arrepiento. Sigue leyendo