El 1% más rico de la población mundial acaparó el 82% de la riqueza generada el año pasado mientras la mitad más pobre no se benefició en absoluto

De acuerdo con el nuevo informe de Oxfam hoy, el 82% de la riqueza mundial generada durante el pasado año fue a parar a manos del 1% más rico de la población mundial, mientras el 50% más pobre –3 700 millones de personas– no se benefició lo más mínimo de dicho crecimiento. La publicación del informe coincide con el Foro Económico Mundial en Davos (Suiza) que reúne a las élites políticas y empresariales.

            Premiar el trabajo, no la riqueza muestra cómo la economía mundial posibilita que los más ricos sigan acumulando vastas fortunas, mientras que cientos de millones de personas deben luchar cada día para sobrevivir con salarios de pobreza.

  • Desde el año 2010, la riqueza de esta élite económica ha crecido en un promedio del 13% al año; seis veces más rápido que los salarios de las personas trabajadoras que apenas han aumentado un promedio anual del 2%. Entre marzo de 2016 y marzo de 2017 se produjo el mayor aumento de la historia en el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones de dólares, con un nuevo milmillonario cada dos días.
  • Los directores generales de cualquiera de las cinco principales marcas de moda ganan en tan solo cuatro días lo mismo que una trabajadora del sector textil de Bangladesh durante toda su vida. En los Estados Unidos, un director general ganará en poco más de un día lo que un trabajador medio gana en todo un año.
  • Incrementar el salario promedio de los 2,5 millones de personas trabajadoras de la industria textil de Vietnam hasta alcanzar un salario digno costaría 2 200 millones de dólares, lo que equivale a un tercio de lo que se pagó en dividendos a los accionistas de las cinco mayores empresas del sector textil en 2016.

            El informe de Oxfam señala los principales motivos por los que las ganancias de accionistas y altos directivos se incrementan, a expensas de las condiciones laborales y salarios de los trabajadores y trabajadoras. Entre ellos cabe destacar la erosión de los derechos de las personas trabajadoras, la excesiva influencia de las grandes empresas en la formulación de políticas públicas y el apremio constante de las empresas por minimizar los costes para, así, maximizar los beneficios de los accionistas.

            Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, ha señalado: “El boom de los milmillonarios no es signo de una economía próspera, sino un síntoma del fracaso del sistema económico. Se explota a las personas que fabrican nuestras ropas, ensamblan nuestros teléfonos y cultivan los alimentos que consumimos para garantizar un suministro constante de productos baratos, así como engrosar los beneficios de las empresas y sus adinerados inversionistas”.

            Normalmente, son las mujeres trabajadoras quienes se encuentran en la base de esta pirámide económica. En todo el mundo, las mujeres ganan menos que los hombres y están sobrerrepresentadas en los empleos peor remunerados y más precarios. De igual forma, nueve de cada 10 milmillonarios son hombres.

            “Oxfam ha hablado con mujeres de todo el mundo cuyas vidas están marcadas por la desigualdad. Como, por ejemplo, las mujeres que trabajan en fábricas textiles vietnamitas, lejos de sus hogares y sin ver a sus hijos durante meses, a cambio de salarios de pobreza. O como las mujeres que trabajan en la industria avícola de los Estados Unidos, obligadas a llevar pañales porque no tienen descansos para ir al servicio”, señala Byanyima.

            Oxfam hace un llamamiento a los Gobiernos para que garanticen que nuestras economías funcionen para todas las personas y no solo para una afortunada minoría:

  • limitando los dividendos de los accionistas y altos directivos, y garantizando que todos los trabajadores y trabajadoras reciben un salario digno que les permita disfrutar de una calidad de vida digna. Por ejemplo, en Nigeria, el salario mínimo legal debería triplicarse para garantizar un nivel de vida digno.
  • acabando con la brecha salarial entre hombres y mujeres, y protegiendo los derechos de las mujeres trabajadoras. Al actual ritmo de cambio, llevará 217 años cerrar la brecha salarial y de oportunidades laborales entre hombres y mujeres.
  • garantizando que los más ricos pagan los impuestos que les corresponden aplicando impuestos más elevados y combatiendo la evasión y elusión fiscal, así como incrementando el gasto en servicios públicos como la salud y la educación. Oxfam estima que un impuesto global del 1,5% a las fortunas de los milmillonarios permitiría escolarizar a todos los niños y niñas.

            Los resultados de una nueva encuesta encargada por Oxfam demuestran el apoyo cada vez mayor a la lucha contra la desigualdad. De las 70.000 personas encuestadas en 10 países, casi dos tercios piensan que se debe abordar urgentemente la brecha entre ricos y pobres.

            “Es difícil encontrar un líder político o un líder empresarial que no exprese públicamente su preocupación por la desigualdad. Resulta aún más difícil encontrar alguno que haga algo al respecto. Es más, muchos están tomando de forma activa medidas que empeoran la situación, reduciendo los impuestos y socavando los derechos laborales”, subraya Byanyima.

            “Las personas están listas para un cambio. Quieren que los trabajadores y trabajadoras reciban un salario digno, que las grandes empresas y los más ricos paguen más impuestos, que las mujeres trabajadoras disfruten de los mismos derechos que los hombres trabajadores, y que se impongan límites al poder y la riqueza en manos de unos pocos. Quieren ver acciones”.

Fuente:
https://www.oxfammexico.org/sites/default/files/Comunicado%20de%20prensa%20Informe%20Global.pdf
(22/01/2018)