En el conflicto armado de Chechenia, Rusia es responsable de las desapariciones forzadas y de la falta de investigación para buscar a los desaparecidos

Caso Islamova Vs Rusia, 30 de abril de 2015

Chechenia constituye un problema para la Federación de Rusia (en adelante “Rusia”) desde la caída de la URSS. Preocupada por mantener su territorio lo más grande posible y sus beneficios económicos, Rusia se negó desde siempre de dar su independencia a esa región, provocando así dos guerras recientes. La primera fue en los años 1994 y 1996 al rechazar la declaración de independencia de Chechenia, y la segunda entre 1999 y 2006 oficialmente para detener el desarrollo del terrorismo islámico. Durante este ultimo conflicto, Rusia atacó al pequeño país de Chechenia con una violencia desmesurada, matando esencialmente a la población civil. Todo el país fue afectado por este conflicto, y destruido a causa de los bombardeos excesivos e indiscriminados. Además, las fuerzas armadas de Rusia han hecho desaparecer a millares de personas de manera forzada e ilegal, desapariciones que el gobierno ruso no quiere investigar. Varias personas originarias de Chechenia han pedido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (en adelante “el Tribunal”) que condene a Rusia por estos hechos.

              En el caso “Islamova vs Rusia”, la demandante se quejó de que sus dos hijos desaparecieron en el año 2000, después de estar detenidos en un retén de control, en su camino de regreso de Grozni hacia sus casas. La policía de ese retén recibió la orden de arrestarlos sin que se explicara el motivo. Después, miembros de una unidad militar especial, armados y enmascarados, se los llevaron. Desde ese día nadie los ha visto.

              La demandante informó inmediatamente del arresto y la desaparición de sus hijos a la policía local, que no informó inmediatamente a la Fiscalía de Chechenia. La investigación sobre estos hombres ha sido suspendida varias veces sin motivo real, y hasta el día de hoy la demandante desconoce qué sucedió después de que la unidad militar se los llevó.

              No es la primera vez que Rusia es convocado ante el Tribunal a causa de desapariciones durante el conflicto de Chechenia. En efecto, el gobierno ruso ha sido ya condenado en alrededor de treinta sentencias vinculadas al tema. En todos los casos, de acuerdo con el Tribunal, Rusia no ha llevado a cabo investigaciones reales y efectivas.

              En respuesta a los acusaciones de la señora Islamova, la Republica de Rusia no aceptó que sus hijos hubieran sido detenidos por el ejército ruso y alegó que la demandante no probó correctamente y sin duda razonable que la desaparición de sus hijos fuera culpa del Estado ruso. Además estimó que el recurso ante el Tribunal era precipitado porque las investigaciones están aún en tramite y alegó el principio fundamental del Tribunal de que un demandante no puede presentarse ante la Corte Europea de Derechos Humanos sin antes haber agotado todos los recursos internos posibles.

              En lo que se refiere a este principio, el Tribunal declaró que no se trata de un principio inamovible y que puede obviarse en circunstancias especiales. Se tienen en cuenta de manera realista los contextos político y jurídico generales del país para saber si el demandante ha hecho todo que fue razonable para agotar los recursos internos. Ahora bien, la señora Islamova recurrió, en todo lo que estaba a su alcance, a las autoridades rusas sin que hubiera progresos en las investigaciones, de modo que no había no razón para aplicar el principio de agotar los recursos internos.

              Por lo anterior, el Tribunal consideró que la demandante no debía ofrecer más pruebas. Es obligación del Estado, que tiene más poder de investigación que un civil, probar que es no culpable de esos hechos. La jurisprudencia del Tribunal sobre las desapariciones forzadas en Chechenia ha intentado aligerar la carga de la prueba para los demandantes y de trasladarla al Estado. Según el Tribunal no sería justo dejar que la victima se enfrente sola al Estado. En los casos de desaparición, las víctimas necesitan ayuda pues la prueba de la culpabilidad del Estado en la desaparición es casi imposible de demostrar. Por definición, una persona desaparecida es una persona sobre la cual no sabemos nada, entonces ¿cómo probar que el Estado es directamente responsable, que esta persona fue torturada, o que ella fue asesinada años antes? No debemos olvidar que estas desapariciones han ocurrido durante un conflicto contra un Estado que obró en secreto y de manera no oficial contra su población. Es cierto que el Estado no ha dejado muchas pruebas. Y cuando hay tales pruebas, como papeles o informes militares, el Gobierno no quiere publicarlos. Así pues, la duda sobre la pertinencia de las pruebas beneficiaría siempre a los autores de las desapariciones, ya que sería suficiente de decir que las pruebas del demandante no son suficientes para afirmar la implicación del Estado, y por ende que el juez no puede condenar este último.

              Asimismo, el Tribunal prosiguió su argumentación indicando que en el contexto del conflicto armado de Chechenia, puede presumirse que las personas que fueron detenidas ilegalmente por algunos miembros desconocidos del ejército ruso, fueron víctimas de tratamientos degradantes y de asesinatos.

              Así el Tribunal ha superado los obstáculos probatorios y ha podido condenar el Estado ruso por las desapariciones de los hijos de Islamova, principalmente por la violación de sus derechos a la vida, a la libertad y la seguridad, a un recurso efectivo y por ende a la prohibición de tratamientos inhumanos o degradantes. También el Tribunal ha tomado en cuenta el sufrimiento mental y la dificultad económica de la Señora Islamova a causa de la desaparición de sus hijos para condenar otra vez a la Federación de Rusia.

              Hoy el Tribunal Europeo de Derechos Humanos es la ultima oportunidad de las familias de Chechenia de hacer oír sus voces en un país que padece todavía las consecuencias de los conflictos armados. Los rascacielos han quizá remplazado las bombas, pero el clima de terror está aún en las vidas de las familias chechenas. Las torturas y las desapariciones forzadas no corresponden al pasado, son parte de la vida cotidiana de los chechenos aterrorizados por un gobierno radical, extremista y desdeñoso de los derechos humanos.

              Pero el impacto de la jurisprudencia del Tribunal es relativo pues Rusia ejecuta solamente una parte de las sentencias, y el Tribunal no tiene el poder de seguir la ejecución de sus decisiones —a diferencia de lo que sí puede hacer la Corte Interamericana de Derechos Humanos—.

 Referencias

  • “Islamova Vs Russia”, requerimiento n°5713/11, sentencia de 30 de abril de 2015.
  • Manon LOIZEAU, “Tchétchénie, une guerre sans traces”, documental de ARTE, de 3 de marzo de 2015.