24 de febrero de 2023
- Un año después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, el titular de la ONU indicó que cerca del 40% de la población precisa ayuda, el mismo número de personas son incapaces de conseguir suficientes alimentos y el 30% de los puestos de trabajo han desaparecido.
Cuando este viernes se cumple un año de la invasión rusa de Ucrania a gran escala, el Secretario General de las Naciones Unidas recordó este viernes que los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas “no son una mera cuestión de conveniencia”, sino que “constituyen la esencia” de la Organización “y existen precisamente para abordar cualquier agravio, sea cual sea”.
Durante una sesión del Consejo de Seguridad a nivel ministerial sobre la situación en Ucrania, António Guterres lamentó que, tal y como pidió doce meses atrás en ese mismo foro, no se diera una oportunidad a la paz y se haya impuesto la guerra.
“La incursión rusa de Ucrania es una flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional. Ha desencadenado muerte, destrucción y desplazamientos generalizados. Los ataques contra civiles e infraestructuras civiles han causado numerosas víctimas y un terrible sufrimiento”, afirmó António Guterres.
Entre estos padecimientos incluyó las decenas de casos de violencia sexual que sufrieron hombres, mujeres y niñas, así como las graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos contra los prisioneros de guerra, y los cientos de casos de desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias de civiles.
Más ayuda humanitaria, menos trabajo y salud mental
A continuación, explicó las graves consecuencias que está sufriendo la población ucraniana, cuyas vidas calificó “de infierno”, con cerca del 40% de la población precisa ayuda humanitaria, y el mismo número de personas incapaces de comprar o conseguir suficientes alimentos. Además, ha desaparecido del 30% de los puestos de trabajo.
A este cúmulo de adversidades, le añadió una crisis de desplazados que suma “más de ocho millones de refugiados ucranianos en toda Europa”, a los que agregó “unos 5,4 millones de desplazados internos”.
Del mismo modo, indicó que “más de la mitad de los niños ucranianos se han visto obligados a abandonar sus hogares”, y que los menores “no acompañados y separados de sus familias corren graves riesgos de violencia, abusos y explotación”.
“Menos mensurable -pero no por ello menos importante- es el devastador impacto de meses de desplazamientos y bombardeos en la salud mental de los ucranianos. Casi 10 millones de personas, entre ellas 7,8 millones de niños, corren el riesgo de sufrir trastornos graves de estrés postraumático”, alertó.
Prorrogar la Iniciativa de Granos del Mar Negro
Tras reiterar la necesidad de lograr la paz acorde con la Carta de las Naciones Unidas, destacó que la máxima prioridad debe ser la protección de civiles y que es necesario conseguir “un acceso seguro y sin obstáculos a la ayuda humanitaria”.
Posteriormente, Guterres calificó de “inaceptables” las “amenazas encubiertas” sobre un posible uso de armas nucleares en el conflicto y subrayó la importancia de que todas las partes sigan comprometidas con la Iniciativa de Granos del Mar Negro, de la que pidió su extensión “más allá de marzo de 2023”.
“Las Naciones Unidas están firmemente comprometidas a trabajar para eliminar los obstáculos que persisten para la exportación rusa de alimentos y fertilizantes, incluido el amoníaco”, especificó.
Unas exportaciones que consideró “esenciales” para “bajar los precios y reducir la inseguridad alimentaria en todo el mundo”.
Fuente:
https://news.un.org/es/story/2023/02/1518872
(28/2/23)