Humor

Un joven anda de viaje y telefonea a su casa para hablar con su hermano:

            —¿Cómo está Mefistófeles (el gato de la familia)?

            —Muerto. Murió esta mañana.

            —¡Qué desgracia!, ¡qué dolor! ¿Por qué me lo dijiste tan bruscamente? Tú sabes cuánto lo quería…

            —¿Cómo querías que te lo dijera?

            —Por ejemplo, diciéndome que estaba en el tejado. Luego, cuando volviera a llamarte, decirme que no habías podido bajarlo. Después, que seguías sin poder bajarlo. Y así, poco a poco, hasta que la noticia fuera inevitable.

            —Tienes razón. Perdóname.

            —¿Y cómo está mamá?—

            —Ehhh… creo que está en el tejado…

𝄇