Cosas veredes

Luis de la Barreda Solórzano

Luis González de Alba

Querido Luis: Me quedé estupefacto al saber que te habías quitado la vida. Como advierte Héctor Aguilar Camín, al hacerlo ejerciste, una vez más, la del estribo, tu libertad, enemiga del automatismo sumiso y el sometimiento resignado.

            Pero parecías muy entusiasmado por la inminente publicación de tu nuevo libro, una vuelta más al 68 que has narrado como lo viviste, sin plegarte a los cánones de la mitología que se ha erigido sobre los hechos que en aquel año sacudieron al país. Sigue leyendo→

 

Gonzalo Rivas

Nadie guardó en su memoria un minuto de silencio. No hubo una ceremonia, ni siquiera un discurso, en los que se le rindiera homenaje post mortem. Nadie marchó por las calles ni promovió o firmó un manifiesto exigiendo el justo castigo a los responsables de su muerte.

            Pero su hazaña merece el mayor de los reconocimientos. Su acción heroica salvó muchas vidas aunque, tristemente, no pudo salvar la suya. Su muerte fue lenta, precedida por el suplicio de las terribles quemaduras. Sigue leyendo→

 

El “no” de los colombianos

La interpretación del “no” de los colombianos al pacto entre el gobierno de Juan Manuel Santos y el grupo narcoterrorista de las FARC se ha querido presentar por ciertos analistas como un “no” a la paz.

            Falso: podemos estar seguros de que ningún habitante de Colombia quiere la continuación de una guerra que ha costado al país más de 260 mil muertos, decenas de miles de desaparecidos, casi siete millones de desplazados, violaciones, secuestros e innumerables vidas rotas. El “no” de los colombianos fue a los términos del acuerdo. Tanto quienes votaron “sí” como los que votaron “no” anhelan la paz que ponga fin al conflicto bélico que se ha prolongado por más de medio siglo. Sigue leyendo→

 

Reprobado, nuestro Estado de derecho

Nuestro país ha sido ubicado en el sitio número 88 de 113 países evaluados en el Índice 2016 del World Justice Project. El estudio analiza las opiniones sobre el Estado de derecho obtenidas en 110 mil encuestas aplicadas en hogares y en otras dos mil 700 realizadas a expertos en el tema. La evaluación toma en cuenta las limitaciones a los poderes del gobierno, la lucha contra la corrupción, la transparencia gubernamental, los derechos humanos, el orden y la seguridad, las imposiciones regulatorias, la justicia civil y la justicia penal.

            El país peor calificado es Venezuela, en el que, como es sabido, la camarilla en el poder ha cancelado los últimos espacios de vida democrática: el poder judicial está totalmente sometido a los designios del presidente Nicolás Maduro, se ha encarcelado a decenas de opositores con farsas de juicio, se hostiga a la prensa crítica y se han desconocido las facultades de la Asamblea Nacional cuyos integrantes fueron elegidos por una amplia mayoría de ciudadanos. Venezuela sufre una de las más altas tasas de homicidios dolosos del mundo y una grave escasez de productos de primera necesidad tales como alimentos y medicinas. La difteria, erradicada hace 24 años del país, ha resurgido y ha cobrado ya decenas de vidas sin que se cuente con vacunas suficientes. Sigue leyendo→