Editorial

El Consejo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se ha pronunciado contra uno de los disparates más perjudiciales del gobierno federal: reducir el presupuesto del sector salud pretextando que en este había actos de corrupción y malos manejos. Otro yerro enorme, del Presidente de la República, su intención de transformar a la CNDH en una “defensoría del pueblo” —al estilo de Venezuela—, ha motivado la declaración de los presidentes de los 33 organismos públicos de derechos humanos del país sobre la importancia de la autonomía que todo ombudsman debe poseer y de su papel como contrapeso de la autoridad.

            Anvy Guzmán Romero abre su serie Tres mujeres surrealistas en México con la primera parte dedicada a Alice Rahon, pintora y poeta francesa, que vino a vivir a México donde produjo lo más importante de su obra.

            En clásicos, Amado Nervo, el enorme poeta, vuelve a visitar Perseo, ahora con versos cuyo motivo se aparta del de sus obras más conocidas. Acusa a la más terrible de las flaquezas humanas: La injusticia. Y Franz Kafka, el maestro del absurdo aterrador, muerto hace 95 años, nos estremece con su relato Ante la ley.

            La ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la CNDH y la Suprema Corte de Justicia de la Nación nos dan cuenta de sus resoluciones y asuntos más importantes.

            Cosas veredes nos habla sobre la eutanasia a partir del suicidio de una mujer española con esclerosis múltiple que, auxiliada por su marido, puso fin a su vida y su gran sufrimiento ingiriendo una sustancia letal; la comisión creada por decreto presidencial para el caso Ayotzinapa —acaso innecesaria— que no cumple con las características para llevar el adjetivo “de la verdad”; el concepto demagógico de “pueblo” que utiliza el Presidente de la República; Amado Nervo, el gran poeta mexicano cuya vida, obra y muerte conmovieron tan hondamente al mundo de habla hispana, y el obstinado desdén que practica el propio Presidente ante los señalamientos y las críticas a sus crasos y reiterados dislates.

            Como es costumbre, Perseo cierra con sus secciones más ligeras. Ω