Ginebra – En al menos ocho países, durante los últimos cinco años se han practicado exámenes anales forzados a mujeres transgénero y a hombres acusados de mantener relaciones consentidas con personas del mismo sexo, señaló Human Rights Watch en un informe difundido hoy. Estos exámenes carecen de valor probatorio y son una forma de trato cruel, inhumano y degradante que, en algunos casos, puede constituir tortura.
El informe de 82 páginas, “Ultraje a la dignidad: Exámenes anales forzados en procesos penales por homosexualidad”, se preparó a partir de entrevistas efectuadas a 32 hombres y mujeres transgénero que fueron sometidos a revisiones anales forzadas en Camerún, Egipto, Kenia, el Líbano, Túnez, Turkmenistán, Uganda y Zambia. En estos exámenes, cuyo supuesto objetivo es encontrar “pruebas” de conducta homosexual, los médicos y otro personal de salud a menudo introducen de manera forzada sus dedos, o a veces otros objetos, en el ano de las personas acusadas. Diversas víctimas de pruebas anales forzadas dijeron a Human Rights Watch que los exámenes fueron dolorosos y degradantes, y para algunas la experiencia había sido vivida como una forma de violencia sexual. Sigue leyendo