Caso para la defensa

Graham Greene

Fue el más extraño juicio por asesinato al que jamás asistí. Los periódicos lo llamaron “el asesinato de Peckham”, aunque la calle Northwood, donde la anciana fue encontrada muerta a golpes, estrictamente hablando no estaba en Peckham. No fue uno de esos casos con pruebas circunstanciales en los que (por los errores que se han cometido en el juicio) se siente la ansiedad de los miembros del jurado como un manto que enmudece al tribunal. No, estaba fuera de duda que éste era el asesino, aunque no hubiese sido capturado in fraganti. Cuando el fiscal presentó su caso, ninguno de los presentes creyó que el hombre en el banquillo tuviera absolutamente alguna oportunidad.

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El cumplido funcionario

                                                          Renato Leduc

Falleció el funcionario de un maligno tumor,
de un tumor canceroso en su ancho nalgatorio
contraído en diez lustros de trabajo creador
culi-atornillado detrás de su escritorio.

El personal adscrito con varias actitudes
el cadáver del jefe acompañó al panteón.
Hay algunos que ensalzan sus ocultas virtudes.
Otros hay que murmuran: Era un buey y un cabrón.

Ya el difunto desciende al seno de la tierra
mientras aúlla frases un fúnebre orador.
Y un perrito fox-terrier encima de una perra
afánase y jadea para… escuchar mejor. Ω


[85] Omnibús de poesía mexicana. Presentación, compilación y notas de ZAÍD, Gabriel. Siglo XXI.  27ª ed. México. 2008, p. 306.

Tales y la ciencia

Isaac Asimov

¿De qué está compuesto el universo?

Esa pregunta, tan importante, se la planteó hacia el año 600 A. C. el pensador griego Tales, y dio una solución falsa: «Todas las cosas son agua».

La idea, además de incorrecta, tampoco era original del todo. Pero aún así es uno de los enunciados más importantes en la historia de la ciencia, porque sin él
—u otro equivalente— no habría ni siquiera lo que hoy entendemos por «ciencia».

La importancia de la solución que dio Tales se nos hará clara si examinamos cómo llegó a ella. A nadie le sorprenderá saber que este hombre que dijo que todas las cosas eran agua vivía en un puerto de mar. Mileto, que así se llamaba la ciudad, estaba situada en la costa oriental del Mar Egeo, que hoy pertenece a Turquía. Mileto ya no existe, pero en el año 600 A. C. era la ciudad más próspera del mundo de habla griega.

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Entrevista a Bertrand Russell
(fragmento)

John Freeman

Programa Face to Face de la BBC del 4 de marzo de 1959

            —Una última pregunta: Supongamos, profesor Russell, que una grabación de esta conversación será vista por nuestros descendientes… como los Rollos del Mar Muerto, después de algunos siglos. ¿Qué cree usted que valdría la pena decirles acerca de la vida que usted vivió y de las lecciones que aprendió de ella?

            —Me gustaría decir dos cosas, una intelectual y otra moral. La intelectual es ésta: cuando estés estudiando cualquier tema o considerando cualquier cualquier filosofía, pregúntate solamente: ¿cuáles son los hechos y cuál es la verdad que los hechos revelan? Nunca te dejes desviar, ya sea por lo que deseas creer o por lo que te traería beneficios en caso de ser creído. Observa únicamente cuáles son los hechos. Eso es lo intelectual que yo quisiera decir.

            «Lo moral es muy simple: el amor es sabio, el odio es tonto. En este mundo que cada vez se vuelve más estrechamente interconectado, tenemos que aprender a tolerarnos unos a los otros, a aceptar el hecho de que alguien dirá cosas que no nos gusten. Sólo podemos vivir juntos de esa manera. Si vamos a vivir juntos y no a morir juntos, debemos aprender una clase de caridad y una clase de tolerancia que son absolutamente vitales para la continuación de la vida humana en este planeta.


[82] Traducido por José Antonio Aguilar de GREENE, Graham. Complete short stories. Penguin. USA. 2005

El Martillo de las Brujas

(“El Martillo de las Brujas…” es probablemente el tratado más importante que se haya publicado en el contexto de la persecución de brujas y la histeria brujeril del Renacimiento. Es un exhaustivo libro sobre la caza de brujas que, luego de ser publicado en Alemania en 1486, tuvo docenas de nuevas ediciones. Se difundió por Europa y tuvo un profundo impacto en los juicios contra las brujas por cerca de 200 años. Esta obra es notoria por su uso en el período de la histeria por la caza de brujas que alcanzó su máxima expresión desde mediados del siglo XVI hasta mediados del XVII. Fue escrita por dos monjes inquisidores dominicos, Heinrich Institoris, nacido en Alsacia (perteneciente entonces al Sacro Imperio Romano Germánico, y anexada a Francia en 1648), y Jacob Sprenger, nacido en Basilea (perteneciente también entonces al Sacro Imperio Romano Germánico y anexada en 1501 a la Confederación Helvética de la que surgió la actual Suiza).66

Cuestión IX

¿Pueden ilusionar las brujas hasta el punto de hacer creer que el miembro viril ha sido separado del cuerpo?67

Se trata de ver ahora la verdad de las operaciones diabólicas sobre el miembro viril. Para que esta verdad luzca completamente, se ha de preguntar si las brujas, por la potencia del demonio, pueden quitar real y verdaderamente el miembro viril o dar solamente una impresión ilusoria. Se arguye que esto ocurre real y verdaderamente por medio de un argumento a fortiori: los demonios pueden hacer cosas mayores, como es matar a los hombres y desplazarlos en el espacio. Así en la historia de Job y Tobías, donde se habla de hombres muertos. Luego, pueden quitar los miembros viriles real y verdaderamente. Además, la Glosa, acerca de las visitas de los malos ángeles, de las que hablan los salmos, dice: Dios castiga por los malos ángeles, de la misma forma que ha castigado a los israelitas, en sus cuerpos con diversas plagas verdaderas y reales. Luego pueden causar semejantes perjuicios a este miembro. Y si se dice que puede hacerlo únicamente con la permisión divina, se añadirá que Dios permite con preferencia el maleficio contra la potencia genital, a causa de la primera corrupción por el pecado que nos alcanza por este acto; luego con preferencia también contra el miembro de esta potencia genital, incluso hasta llegar a su ablación total. Sigue leyendo