Cosas veredes

Luis de la Barreda Solórzano

Una prohibición indefendible

Si la mariguana es menos peligrosa para la salud que el alcohol y el tabaco, no tiene sentido prohibirla; si es tan dañina como creen muchos, con mayor razón hay que sacarla de la clandestinidad y regularla, pues, como advierte Héctor Aguilar Camín (Milenio, 2 de noviembre), mantenerla prohibida es dejar un mercado riesgoso para la salud en manos de policías y narcotraficantes”.

      Suponiendo que la mariguana sea peligrosa, sin duda no lo es tanto como actividades cuya legalidad nadie discute: el alpinismo, el automovilismo, el funambulismo, por ejemplo. Me resulta difícil comprender que haya quienes gozan escalando el Everest, no obstante, el sufrimiento que eso produce y la amenaza a la sobrevivencia que conlleva, y que por hacerlo paguen decenas de miles de dólares. Pero no hay duda de que debe respetárseles el derecho a ejercer la práctica que los apasiona. Sigue leyendo→

Los frutos del ombudsman

Es absurdo medir la eficacia del ombudsman con base en el número de sus recomendaciones. La vía principal de conclusión de expedientes es la conciliatoria, en la que, a propuesta de la defensoría de los derechos humanos, la autoridad y el quejoso llegan a un acuerdo, siempre dentro del marco de la ley, para resolver el caso. En tal supuesto, la actuación del ombudsman es eficaz porque logra un resultado plausible sin haber tenido la necesidad de agotar todo el procedimiento. Son decenas de miles los expedientes que las diversas comisiones del país han resuelto por la vía conciliatoria. Sigue leyendo→

¿Transigencia con los exterminadores?

Sin duda, todo homicidio es abominable: destruye la vida humana, que debiera considerarse sagrada. Pero aquellos asesinatos que se pretenden justificar con la coartada de un ideal elevado —el verdadero Dios, la auténtica religión, la revolución que instaurará la utopía, el triunfo de los justos, la independencia de una nación— me parecen aún más odiosos: los asesinos no sólo matan sin resquemor sino que se consideran y quieren ser reconocidos como adalides justicieros. Sigue leyendo→

Contra la prohibición

Mantener una prohibición absolutamente inoperante, pero terriblemente perniciosa es, simple y sencillamente, insensato. Derogarla no es admitir que la mariguana sea buena o que sea aconsejable fumarla, sino quitarle un negocio a grupos criminales y ubicar el asunto como un tema de derechos humanos y salud, no de persecución penal.

      Por otra parte, nadie ha rebatido el argumento central del ministro Arturo Zaldívar que sustenta la sentencia de nuestro máximo tribunal: tenemos que superar el paternalismo prohibicionista que faculta al Estado a decirnos qué podemos tomar y qué no; una persona adulta tiene derecho a conducir su vida como le plazca siempre y cuando no dañe a terceros. Sigue leyendo→