¿Qué es la renta básica?

Red Renta Básica

La humanidad está a un paso de experimentar otra transformación histórica debido al desarrollo tecnológico. Empresas como What’s App mueven decenas de millones de dólares con sólo 54 personas. Son muchas las voces expertas que advierten sobre la futura escasez de empleo y que estiman, que en 20 años, el 40% de los puestos de trabajo habrá sido sustituidos por máquinas. El capitalismo actual no garantiza un empleo para todas las personas y, además, un empleo tampoco es garantía de una vida digna o de una existencia libre. La política económica reciente, reformas laborales incluidas, supone un ataque a las condiciones de trabajo y de vida de la mayoría, y provoca cada vez más y más precariedad. Como consecuencia, se multiplican los despidos y el número de trabajadores pobres crece sin parar.

            Los efectos de estas reformas no son solo económicos. Según la OMS, en 2020 los trastornos de ansiedad y depresión serán la primera causa de enfermedad en el llamado mundo desarrollado. La capacidad de los más ricos de controlar gobiernos y mercados, nos ha llevado a unos niveles de desigualdad social nunca antes alcanzados. Esta es la actual distribución de la riqueza en el mundo, donde el 1% más rico tiene tanto patrimonio como todo el resto junto. Este modelo económico y político es insostenible, necesitamos otro camino y una renta básica.

            La renta básica es un ingreso de cantidad al menos igual al umbral de la pobreza pagado por el estado de forma incondicional a toda la población. Lo incondicional conlleva muchas ventajas. Se ahorran costes administrativos. Actualmente un porcentaje altísimo de los impuestos destinados a ayudas monetarias se utiliza para que la burocracia decida quién merece recibirlas. Evita que las personas que estén percibiendo un subsidio queden atrapadas en la pobreza, ya que podrían buscar otros trabajos para aumentar sus ingresos sin miedo a perder la ayuda por ello. Libera a las personas que perciben las ayudas de la estigmatización social. Y sobre todo, la garantía incondicional de unos recursos mínimos supone una base para que las personas tengamos más libertad y menos miedo para decidir cómo queremos que sean nuestras vidas.

            Para ello necesitamos tener recursos el día 1 de cada mes, no limitarnos a ser asistidos si caemos y podemos demostrar ante un burócrata que necesitamos ayuda: libertad, en resumidas cuentas.

            Pensemos en el mundo del trabajo. Para tener el verdadero derecho de trabajar con dignidad, hace falta poder elegir. Los contratos de trabajo no se firman en igualdad de condiciones cuando a una de las partes necesitada de recursos no le queda más que aceptar ese contrato. En cambio, la renta básica nos capacita para elegir empleos más dignos que se adapten mejor a lo que somos. También nos abre oportunidades para impulsar adelante nuestros propios proyectos. Por otro lado, las personas que trabajen en sus casas sin recibir ningún dinero por ello tendrán la posibilidad de liberarse de la dependencia material de sus parejas, y las personas dependientes que requieren asistencia tendrán recursos para pensar su vida con libertad.

            En general, la renta básica nos permite llevar vidas más nuestras, donde quepan el ocio, los cuidados, el trabajo voluntario u otras actividades que no sean impuestas por la necesidad o el miedo. Diferentes encuestas y experimentos internacionales indican que con una renta básica la gente no dejaría de trabajar. En Europa, sólo el 4% de las personas dice que lo haría. La tendencia mayoritaria en los humanos es la de tratar de sentirnos útiles. La renta básica es una palanca de activación de aquellos trabajos remunerados o no, que verdaderamente nos realizan, en los que además podemos ser mejores y más eficientes. En cualquier caso, recordemos que no hay empleo para todo el mundo.

            Mediante impuestos, el sistema fiscal es el mecanismo fundamental que hace que la desigualdad aumente o disminuya. Con un sistema fiscal progresivo, el porcentaje de impuestos que una persona debe pagar crece a medida que su riqueza se incrementa.

            Una renta básica así financiada produce una gran redistribución de la renta de los más ricos al resto de la población. Si, los ricos como ciudadanos también cobran la renta básica. Pero para que pueda ser financiada, pagan más de lo que reciben.

            Venimos de un mundo en el que se suponía que el empleo garantizaba los ingresos. Este mundo ha quedado hecho añicos. Los pequeños retoques ya no son suficientes. Que no nos retenga el miedo. Urge repartir la riqueza de un modo que nos haga a todos y a todas algo más libres. La renta básica puede ser la oportunidad para que de una vez por todas agarremos el timón de nuestras vidas.

Fuente:
https://www.youtube.com/watch?v=0WeB9ppG8kM
(23/02/2017)