La educación en derechos humanos permite enfatizar que el núcleo central de los derechos y libertades fundamentales, es el respeto a la dignidad humana como origen, esencia y fin de los derechos humanos y, por tanto, un valor supremo en el orden constitucional. Múltiples cambios constitucionales, legales y jurisprudenciales que el sistema de protección de los derechos humanos ha experimentado en los últimos años, particularmente a partir de la importante reforma constitucional en materia de derechos humanos de junio de 2011, dan cuenta de la importancia que representa su conocimiento y difusión a través de la educación.
Los derechos humanos reconocidos en la Constitución General de la República y en los Tratados Internacionales de los que el Estado mexicano es parte, constituyen un punto de referencia obligado con el objetivo de fortalecer una sociedad donde prevalezca la igualdad y no discriminación, el enfoque de derechos humanos, la perspectiva de género, la equiparación de oportunidades, el enfoque diferencial y especializado y la dignidad para todas las personas.
A partir de la reforma constitucional de 2011 en materia de derechos humanos, se fortaleció la obligación del Estado de proteger y dar cumplimiento efectivo a los derechos fundamentales y la inclusión de todas las personas, como parte de una Agenda Pública Nacional que busca la construcción de una sociedad igualitaria y plural donde tengan cabida, sin discriminación alguna, las diversas voces y manifestaciones de los distintos grupos de la población.
La educación constituye un derecho fundamental y un medio para impactar positivamente en la promoción, protección y difusión de los derechos humanos. Así lo ha reconocido la Organización de las Naciones Unidas desde que proclamó el Decenio de las Naciones Unidas para la Educación en la Esfera de los Derechos Humanos al período 1995-2004, que a su vez dio lugar al Programa Mundial para la Educación en Derechos Humanos, que inicio en 2005 y en 2020 entró en su Cuarta Etapa.
A través de la educación en derechos humanos es posible la formación de personas comprometidas con las libertades fundamentales, con el respeto al Estado de Derecho y a las instituciones democráticas del país; con un profundo sentido de responsabilidad profesional, con una conducta ética y una posición constructiva ante el ejercicio del poder público por parte de las autoridades y frente a los problemas nacionales, así como una profunda convicción de solidaridad social.
La educación en derechos humanos es urgente, sobre todo, en un contexto de violencia, inseguridad, corrupción e impunidad que se presenta en diversas regiones del país y que constituyen algunos de los factores que han propiciado e incidido en las violaciones a los derechos humanos que, a pesar de las voluntades políticas reiteradamente expresadas de evitarlas, desafortunadamente aún estamos lejos de poder dimensionarlas y atenderlas adecuadamente.
A guisa de ejemplo se puede mencionar que, de acuerdo con información dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (comunicado de prensa 27/23 de 23 de enero de 2023), de enero a junio de 2022, se registraron 15,561 homicidios en México; la tasa fue de 12 homicidios por cada 100 mil habitantes a nivel nacional, siendo el principal medio utilizado para cometer dicho ilícito la agresión con disparo de armas de fuego, con 68.1 %, seguido de arma blanca, con 9.7 %, por ahorcamiento, estrangulación y sofocación. En septiembre de 2022, 64.4 % de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad; 70.5 % de las mujeres y 57.2 % de los hombres consideraron que es inseguro vivir en su ciudad, en tanto que el mismo mes las ciudades con mayor porcentaje de población que se siente insegura fueron: Fresnillo, Irapuato, Naucalpan de Juárez, Zacatecas, Ciudad Obregón y Colima con 94.7, 91.3, 90.8, 90.7, 90.1 y 86.6 %, respectivamente (comunicado de prensa . 592/22 de 18 de octubre de 2022).
Aunado a ello, de acuerdo con los datos que aparecen en el portal de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (consultado el 26 de diciembre de 2022) del 15 de marzo de 1964 al 30 de junio de 2021, el total de personas desaparecidas, no localizadas y localizadas ascendió a 220,330 personas. De ese total, 130,842 personas fueron localizadas (con vida 122,190 y sin vida 8,652) y 89,488 personas permanecían desaparecidas y no localizadas.
Lo anterior sin soslayar que la crisis de derechos humanos en distintas regiones del país también obedece a causas históricas y estructurales persistentes como la pobreza, la marginación y la desigualdad que imperan en la sociedad y que han sido acentuadas por la implementación de modelos económicos que no han atendido la necesidad de aumentar los niveles de desarrollo en beneficio de la población.
Ante la situación descrita, la formación en derechos humanos es pertinente, necesaria e inaplazable, a partir de entender los postulados fundamentales siguientes:
- La enseñanza de los derechos humanos no debeser meras enseñanzas conceptuales y declarativas, sino aprendizajes que impliquen un cambio cultural y de actitudes para ser asumidos como norma de conducta a partir de conocimientos, valores y principios que favorezcan la convivencia social y una cultura de paz.
- La educación de los derechos humanos debe tener una base teórica sólida que la sustente, lo que se traduce en una conceptualización del respeto a la dignidad de las personas a partir de los principios internacionalmente reconocidos de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, así como un marco conceptual de principios, valores y nociones de índole filosófico, ético, política, jurídico y sociológico, tales como: la libertad, la igualdad, la justicia, el gobierno, la seguridad, la democracia, la cooperación, la solidaridad, la transparencia y la tolerancia, entre muchos otros.
- La enseñanza y educación de los derechos humanos debe superar la mera exposición teórica para complementarla con una dimensión analítica y práctica.
- La enseñanza de los derechos humanos debe atender a un análisis situacional y de contexto histórico, a fin de atender la memoria colectiva y lamentables experiencias que las nuevas generaciones deben conocer y tomar conciencia para su no repetición, sin soslayar la importancia de una enseñanza interdisciplinaria, multidisciplinaria y transdisciplinaria.
Estamos seguros que la prospectiva de la educación en derechos humanos debe ser impulsada en todo el territorio nacional, lo que permitirá que los derechos humanos sean ejercidos plenamente, que la dignidad sea respetada y que todas las leyes sean armonizadas con los estándares nacionales e internacionales.
Los editores