Mayo de 1968: la historia de una isla que no pudo existir
Los años sesenta representaron un quiebre cultural en Occidente. En medio de las tensiones y presiones generadas por la política de la Guerra Fría, las generaciones jóvenes cuestionaron la autoridad y plantearon alternativas de vida y sociedad. En ese ambiente de efervescencia por la autonomía y la creación de propuestas novedosas, un ingeniero italiano tuvo la visión de crear una isla artificial en medio del mar Adriático.
Pronto puso su idea en práctica. Para ello utilizó una infraestructura semejante a la de las plataformas petroleras. Acto seguido, la arrastró a más de seis millas náuticas lejos de la costa para salir de la jurisdicción del Estado italiano y entrar a aguas internacionales. En mayo de 1968 proclamó a su isla como país soberano e independiente al que llamó República Esperantista de la Isla de las Rosas.
Lo que en principio pareció un chiste o una broma de mal gusto, al prolongarse con los días, generó en los medios toda clase de rumores acerca de que detrás del propietario había supuestas fuerzas oscuras que buscaban intereses secretos. Sin embargo, estaban lejos de la realidad. El único interés que perseguía Giorgio Rosa, nombre de este profesionista excéntrico, era construir un lugar en el que se pudiera vivir en completa libertad, según su punto de vista idealista.
Mas el mundo de las relaciones internacionales no está constituido exclusivamente de ideas, sino también de profundas realidades. Así fue que, a los 56 días de fundada, la marina del Estado italiano ocupó militarmente la Isla de las rosas y procedió a dinamitarla. La isla desapareció y no tardó en ser olvidada. Sin embargo, recientemente Netflix ha recuperado la historia en una película que ya se encuentra en circulación, según reporta el diario La Vanguardia
Escrito con información de:
https://www.lavanguardia.com/cultura/20210126/6197254/isla-artificial-creo-ingeniero-italiano-anos-sesenta.html