Rojava, la formación de una alternativa económica: la propiedad privada
al servicio de todos

Michael Knapp[1]

(historiador)

La revolución de Rojava [se pronuncia ‘roshavá’] —región al oeste de Kurdistán/norte de Siria— que comenzó (2012) en Kobane (Ayn al-Arab) y se propagó como fuego por Afrin, Derik (Al-Malikiya), Qamishli (Al-Qamishli), Amude y Sere Kaniye (Ras al-Ayn) —regiones que se encuentran a lo largo de la frontera turco-siria— ha puesto en marcha un desarrollo alternativo en todos los aspectos sociales.

            Inspirada en el modelo de confederalismo y autonomía democráticos, ha establecido asambleas, consejos de mujeres y otras organizaciones democráticas. Cada grupo étnico o religioso debe estar representado en estas organizaciones, y la dirección de cada una dividida equitativamente entre hombres y mujeres.

            Este no es un proyecto para alcanzar el gobierno de una nación, sino para conseguir en la región la autonomía y una Siria democráticas. Sigue leyendo

Savater: “Me falta la alegría”[1]

Cristina F. Barbarroja

Felicidad es aquello que brilla donde yo no estoy, o aún no estoy o ya no estoy. Para ser feliz tendría que quitarme yo.

Fernando Savater. “El contenido de la felicidad”.

Tras la muerte de su esposa en marzo del año pasado, el filósofo de la ética de la felicidad anuncia que a finales de septiembre abandonará toda actividad pública: “No quiero morirme, pero ya no tengo ganas de vivir”.

MADRID.— “Siempre lo hice todo desde la alegría. Hasta lo que me llevó a la cárcel lo hice según la divisa de Montaigne: ‘Je ne fay rien sans gayeté’. Pero ahora me falta alegría. Hace prácticamente dos años que no he vuelto a sonreír…” Y en esos puntos suspensivos se le quiebra la voz al filósofo volátil. Con el recuerdo inmutable de su compañera, Sara Torres; la coautora de su último libro, Aquí viven los leones, que terminó a dos manos cuando ella falleció. Y es el último porque no habrá más. “Ya no tengo fuerzas. Ya no quiero escribir”, se desnuda.

            Atrás quedan más de medio centenar de ensayos, novelas, obras de teatro… y cuarenta años de oficio, que ha roto lo que no consiguió romper la crítica a los vaivenes filosóficos y las torrenciales contradicciones políticas del profesor. Se ha dado por vencido el pensador de la felicidad, el discípulo de Nietzsche y Spinoza que proclamaba una “ética del amor propio”, “del querer frente al deber”, o —como han definido algunos— “del darse la buena vida”.

            No fue mala la de Fernando Savater (San Sebastián, 1947), hijo de un notario granadino de veleidades poéticas y una maestra nacida en Madrid. Lector insaciable de ficción –ha llegado a filosofar a través de personajes como Sherlock Holmes, Tarzán o la Bella Durmiente- su primera irreverencia fue negarse a hacer Derecho, pretensión de cualquier familia de bien. Él tenía claro que lo suyo era la literatura. “La filosofía —cuenta— fue un second best”.

            La vocación genuina lo convirtió en un filósofo peculiar, contrario al academicismo, capaz de reírse de sí mismo y de la materia universitaria que impartió en Madrid y el País Vasco. “He chocado con muchas ideas recibidas porque siempre he defendido el sentido común, que es un concepto muy revolucionario y no tan común como podría creerse”. El escepticismo de su primer ensayo, Nihilismo y Acción, es de hecho una de las constantes en el devenir del voluble: “La filosofía es una forma de convivir con las preguntas, no de responderlas definitivamente. No creo que un simple mamífero de un pequeño planeta del extrarradio universal pueda entender alguna vez el Cosmos. La simple pretensión es risible”.

            Compañero de pupitre de Enrique Ruano, el estudiante que cayó desde un séptimo piso custodiado por la Político Social, la rebeldía de sus primeros años le costó una temporada en Carabanchel, aunque él se afane en quitar hierro al episodio, consecuencia de “la limpia” durante el estado de excepción del 69: “En tiempos de Franco… te puedes imaginar. No me dejó heridas demasiado graves”, y se le intuye una primera sonrisa a Savater.

            En alguna ocasión ha explicado que fue el dictador quien lo convirtió en escritor: “Me echaron de la Universidad y tenía que buscarme la vida”. Entonces el joven autor del Panfleto contra el Todo se definía libertario, fiel seguidor de Agustín García Calvo. Prueba de sus vaivenes intelectuales es la confesión que dejaba sólo unos años después en La tarea del héroe, Premio Nacional de Literatura: “He sido un revolucionario sin ira, espero ser un conservador sin vileza”.

            “Cuando uno es joven ve lo criticable, la parte destructiva, pars destruens, como decían los clásicos”, explica hoy. “No ves lo que hay que conservar, los logros civilizatorios que, en su estabilidad, también son revolucionarios. Cuando uno madura se da cuenta de que conservar lo que hay puede ser mucho más revolucionario que destruirlo. Y yo estoy en esa fase. Hay muchas cosas que siguen sin gustarme, de las que me zafaría con gusto. Pero hay otras que tenemos que conservar”.

            Y tiene claro cuáles son unas y otras: “Así, a grades rasgos, hay que defender la idea de ciudadanía. La idea más revolucionaria en lo social es la de que, una vez aceptada una ley común —llámese Constitución o llámese como se llame—, cada uno de los socios puede ser como quiera. Ese es el principio de ciudadanía, tan difícil de entender en este país por lo que se ve. Lo desechable es lo que va contra ese principio: los nacionalismos, los territorialismos, las parcelaciones históricas o genealógicas”, dice sin el énfasis de otros tiempos, quien en su día firmó el apoyó a la legalización de Herri Batasuna.

            Quizás sea la melancolía, tampoco aparece el Savater aguerrido que combatía a la Iglesia casi tanto como al nacionalismo. Sólo cita a Santayana —“la religión es una poesía en la que se cree y la poesía, una religión en la que no se cree”— para explicar la diferencia entre esta y la vocación clerical: “intervenir en lo social en nombre de idas religiosas”. Ni asoma el profesor pletórico, autor del best seller Ética para Amador, la carta que escribió a su hijo para acercar la filosofía a los adolescentes, cuando se le cuestiona por la educación.

            “Nuestro sistema no es el peor, pero sí necesita de reformas. Nunca se ha planteado en serio aquello que se llamó Educación para la Ciudadanía. Educar no es formar empleados, sino crear ciudadanos y, en último término, seres humanos. Exige una formación en valores y una reflexión sobre nuestra forma de sociedad. Hoy se trata de convertir el conocimiento en un rendimiento económico inmediato. Y hay saberes que no se miden así. En la formación humana no tiene precio la filosofía, la literatura, los saberes que responden a una necesidad de desarrollo”.

            También refiere preocupación por los no tan niños; por la responsabilidad de los periódicos y de determinados periodistas “que no entienden que son el único vehículo educativo de los adultos”. Él no ha perdido la rutina de comprar cuatro cada mañana, pero sólo en papel. Porque se declara Savater enemigo de las redes sociales: “Procuro frecuentar poco ese mundo; ensucia la mente y distrae de lo importante. En las redes tienen un medio de expresión cierto tipo de personas con basureros en la cabeza, sociópatas que antes solo farfullaban cosas por la calle sin que te enterases. Afortunadamente”, añade.

            Retirado de la política por imperativo de las urnas —concurrió a las elecciones del 26J como número cinco de la lista por Madrid de UPyD— se le vuelve a escapar otra risilla tímida cuando dice que sintió “alivio” al no verse en la ‘fantasmagórica’ constitución de las Cámaras. “Está distrayendo de lo importante. La constitución de la Mesa, la investidura, son sólo medios. Tener un gobierno no es un fin, sino una herramienta. Y estoy deseando que la tengamos, sea mejor o peor, para llegar a ese fin: resolver los problemas de este país ¡que son muchos!”. Y de nuevo elude pronunciarse sobre cuál sería la mejor y cuál la peor, un Savater de irreconocible prudencia.

            O de infinita tristeza. No ha dejado de firmar artículos periodísticos  —“mis columnitas, que son ganapanes”, dice él—. Estos días participa, en Italia, en un congreso sobre literatura en el que le toca hablar de Borges. Después viajará a Colombia y a Francia, “para cerrar compromisos pendientes porque no me gusta dejar colgada a la gente”. A finales de septiembre —anuncia— abandonará definitivamente toda actividad pública. Y explica el pensador, otra vez con una voz a punto de romperse por el llanto, “porque no quiero morirme, pero ya no tengo ganas de vivir”. Ω

[1] Tomado de: http://www.publico.es/culturas/fernando-savater-me-falta-alegria.html

Discurso de Michelle Obama
en la Convención Demócrata

Gracias a todos, muchas gracias. Saben, resulta difícil creer que hayan pasado ocho años desde que vine a esta convención y les hablé de por qué pensaba que mi marido debía ser presidente.

      ¿Recuerdan cómo les hablé de su carácter y convicciones, de su decencia y talante? Cualidades que hemos visto cada día que ha servido a nuestro país en la Casa Blanca. Sigue leyendo

Pistas para analizar el modelo educativo 2016 y la propuesta curricular
para la educación obligatoria 2016

Ángel Díaz Barriga[1]

No es fácil analizar los dos documentos que recientemente ha presentado el Secretario de Educación Pública, me refiero al Modelo Educativo 2016 y a la Propuesta curricular para la educación obligatoria 2016. Su lectura permite identificar que finalmente se presenta –aunque de manera muy tardía– una visión para el futuro de la educación del país. Se puede afirmar en primer término que estamos ante dos documentos que tienen una rigurosa formulación, ideas significativas para impulsar un cambio en la educación y que al mismo tiempo por su extensión, diversidad de temas que contienen y su visión de la educación para el siglo XXI difícilmente se pueden comentar en una primera aproximación y mucho más difícil resultará convertirlos en realidad en el país.

      Destacan algunos aspectos positivos que emanan de estos documentos. Una visión centrada en la escuela, en el alumno y en el aprendizaje de temas significativos para la vida. Utilizan una vieja expresión “aprender a aprender”, al reconocer que en el siglo XXI, la escuela no puede ser responsable de enseñar todo aquello que es factible aprender. Dicho en otros términos, se coloca en una posición muy distinta al aprendizaje repetitivo, memorístico y escolar. La escuela abierta a la vida, al aprendizaje activo. Más aún, claramente señalan que los docentes deben establecer ambientes de aprendizaje, en vez de trabajar ante el pizarrón, que deben dejar de trabajar contenidos para establecer problemas significativos que los alumnos analicen en forma colaborativa. Sigue leyendo

Los resultados deseados
de la educación

¿Cuáles son los resultados deseados de la educación?

Los Resultados Deseados de la Educación (RDE[1]) son los atributos que los educadores aspiran que cada singapurense tenga al finalizar su educación formal. Estos resultados establecen un propósito común para los educadores, conducen nuestras políticas y programas, y nos permiten determinar qué tan bien está nuestro sistema educativo.

      La persona que es educada en el sistema de educación de Singapur encarna los resultados deseados en la educación. Ésta persona tiene un buen sentido de la auto-conciencia, una brújula moral, y las habilidades y conocimientos necesarios para asumir los retos del futuro. Es responsable con su familia, la comunidad y la nación. Aprecia la belleza del mundo que le rodea, posee un cuerpo y una mente sanos, y tiene gusto por la vida. En suma, es:

  • una persona segura, que tiene un fuerte sentido de lo correcto y lo incorrecto, es adaptable y resistente, se conoce a sí mismo, sabe discernir en el momento de aplicar un juicio, piensa independiente y críticamente, y se comunica con eficacia;
  • un aprendiz autodidacta, que toma la responsabilidad de su propio aprendizaje, que cuestiona, refleja y persevera en la búsqueda del aprendizaje;
  • un contribuyente activo que es capaz de trabajar eficazmente en equipo, con iniciativa; asume riesgos calculados; es innovador, y busca la excelencia; y,
  • un ciudadano preocupado de lo que sucede en Singapur, que tiene una fuerte conciencia ciudadana, está informado, y toma un papel activo en mejorar la vida de los demás a su alrededor.

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Editorial

Perseo comienza esta vez con la educación, uno de los derechos humanos sociales más importantes, y tema de los más presentes ahora en México. Ángel Díaz Barriga, experto de la UNAM, nos comunica sus Pistas para analizar el modelo educativo 2016 del gobierno federal. El Ministerio de Educación de Singapur nos dice qué resultados desea ese país de su sistema educativo para bien de las personas y de la sociedad.

      Michelle Obama nos deja oír su discurso, fresco y esperanzador, pronunciado en la Convención del Partido Demócrata de EE. UU. con motivo de la ceremonia en que Hillary Clinton aceptó oficialmente ser la candidata de ese partido a la presidencia de aquel país.

      Fernando Savater, el ejemplar combatiente de la ética y de la política, confiesa —”Me falta la alegría”— que la muerte de su esposa le ha quitado las ganas de vivir… pero —paradójicamente— no quiere morir.

      El populismo de Nicolás Maduro, apartado de la verdadera izquierda, es el tema del artículo Desgarradora realidad de Venezuela que nos ofrece Alejo Martínez Vendrell, profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.

      En Rojava, la formación de una alternativa económica: la propiedad privada al servicio de todos, se describe lo que está sucediendo en la convulsa frontera turco-siria, donde está tomando forma un nuevo proyecto sociopolítico prometedor: un conjunto de comunidades, principalmente dirigidas por mujeres, basadas en una democracia popular solidaria, participativa y cooperativa, apartada de las relaciones de explotación.

      El Índice Global de los Derechos de los Trabajadores 2016 de la Confederación Sindical Internacional nos muestra una situación sombría: los derechos de los trabajadores se han debilitado en prácticamente todas las regiones del mundo.

      En clásicos, Rutilio da cuenta de su vida en la prosa de Miguel de Cervantes, y Shakespeare nos enfrenta a su agridulce soneto undécimo.

      La ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la CNDH y la Suprema Corte de Justicia de la Nación nos comparten su información y resoluciones más importantes.

      Cosas veredes hurga de nuevo en los entresijos de lo humano.

      Y lo insólito, lo curioso, lo ingenioso y el humor nos sirven el postre de la jornada.