CIDH

TEDH

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Acallar las demás voces

La libertad de expresión es una condición imprescindible para la democracia. Ahí donde esa libertad no es respetada y garantizada por las autoridades no puede considerarse que se viva en un régimen democrático. Tanto el fascismo como el  comunismo han acariciado la utopía de la unanimidad de todas las voces. Uno y otro sistemas concibieron una sociedad en la que surgiera el hombre nuevo, plenamente adherido a los ideales y los valores de una única ideología, la establecida obligatoriamente por el dictador. Todos aquellos que se apartaran de la línea ideológica trazada por los gobernantes no respondían a las pautas marcadas para el hombre nuevo. Lo malo es que los hombres viejos, es decir, los disidentes de ese modelo, han sido perseguidos, encarcelados o asesinados, pues en la sociedad de hombres nuevos los hombres antiguos no tienen cabida.

La libertad de expresión para esa clase de regímenes es una libertad burguesa que no merece el menor respeto. La obsesión persecutoria contra los discordes tiene el mismo sustento que la persecución contra los herejes por parte de la Santa Inquisición medieval y contra los infieles ahora mismo en las sociedades cuyas leyes se inspiran en la sharia. Pero no sólo esos regímenes han tenido fobia por la libertad de expresión. Todos los gobiernos autoritarios la aborrecen.

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Destellos

La mayor causa de los males que aquejan a la sociedad es sencilla: la obsesión irresponsable por una gratificación inmediata.

Denis Waitley

Los ladrones de bienes privados viven en la cárcel y con cadenas; los ladrones de bienes públicos viven en medio del oro.

Catón(Marco Porcio. 234 a.C–149 a.C.)

No es la relación sexual lo que hace al matrimonio sino el afecto entre los cónyuges.

Digesto (24, 1, 32, 13)

Mi fe es dudar.

Emily Dickinson

Todos los hongos son comestibles (algunos solamente una vez).

Groucho Marx

El colmo de la errata es poner “herrata”.

Ramón Gómez de la Serna

Las cadenas del matrimonio son tan pesadas que se necesitan dos personas para llevarlas. O tres…

Oscar Wilde

Dios creó  al mundo, pero el Diablo lo administra.

Tristan Bernard

Los lugares más calientes del infierno están reservados para los que se quedan callados ante la injusticia.

Dante

La violencia es el último recurso de la incompetencia.

Isaac Asimov

El montaje de Maduro

Es muy extraño que con tanta frecuencia grupos de delincuentes, al notar la presencia cercana de soldados que no van en busca de ellos, disparen contra la tropa, pues todo mundo sabe que resulta sumamente improbable, casi imposible, derrotar en un enfrentamiento a tiros a un contingente militar.

Esos tiroteos a menudo provocan una alta cantidad de decesos. En el más reciente, que tuvo lugar en el poblado de Cuadrilla Nueva, estado de México, resultaron muertos los 22 agresores ––una mujer incluida–– y un militar fue herido.

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No fue penal

¿Por qué el Mundial de Futbol no es cada año?, me preguntó hace tiempo, al finalizar el torneo, un niño, mi hijo, con la nostalgia de quien sabe que habría que esperar cuatro años para volver a disfrutar de ese espectáculo apasionante. Precisamente porque se realiza cada tanto su llegada es aguardada con avidez por los aficionados y muchos otros que, sin serlo, se contagian de la expectación y las emociones que despierta. El Mundial enloquece al mundo. Así que mis resignados lectores no futboleros, disculparán esta nota: André Gide comprendió que las cosas más bellas son las que inspira la locura y escribe la razón.

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El linchamiento de Mamá Rosa

Humillada, escarnecida, exhibida ante el mundo como un abominable monstruo del mal, una cruel torturadora de niños, detenida mediante un despliegue policiaco apto para someter a una banda de delincuentes peligrosísimos provistos de armamento de alto poder, hospitalizada como consecuencia del brutal impacto anímico que le produjeron las acciones en su contra, vigilada por agentes policiacos en su cama hospitalaria con la prohibición de ser visitada siquiera por el propio director del hospital, finalmente Rosa Verduzco, Mamá Rosa, quedó libre porque no hay pruebas de que haya realizado una conducta delictuosa, no por ser inimputable, como señala autoexculpatoriamente la Procuraduría General de la República.

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Humor

El loro
(Con permiso de míster Poe)

A Susana Canales, que es como decir
a Diana, a Venus, a Minerva, pero más
guapa que ellas.

Una noche bochornosa;
una noche cuya atmósfera execrable,
tremebunda y apestosa,
incordiosa,
despreciable,
excitaba mi cabeza sudorosa,
yo me hallaba en mi casucha miserable
de Tortosa.

A mi frente hipocondriaca
se acercaban mil ruidos, que yo, obseso,
repetía, lo confieso:
una vaca
de regreso
a su establo, que es caricia, mimo y beso,
y más lejos —traca, traca, traca, traca—,
un expreso.

Una mano acaso experta
en dar golpes agoreros, inquietante,
asestó sobre mi puerta
—puerta tuerta
que a Levante
daba siempre—, cierto golpe espeluznante.
Yo repuse con el alma casi muerta:
“¡Adelante!”

Mi cabello se ensortija
de emoción al recordarlo… Sudo y lloro…
Mi razón se desvencija…
Rememoro:
La manija
de la puerta gira, gira… Me incorporo,
y en la helada y nada cómoda rendija,
veo un loro.
Aquel pájaro precito,
que nació en el cacahué y el aguacate,
derechito, derechito,
el maldito
botarate,
se subió en un cortinón color granate,
y dio un grito, un pavoroso y torvo grito:
“¡Chocolate!”

¿Fue sentencia cabalística,
o enigmático y teúrgico el acróstico?
¿Era un lapsus de lingüística?
¿Era mística,
y el diagnóstico
mistagógico era luz y viento gnóstico?
¿O era, en cambio, tongo y filfa silogística
de pronóstico?

Dirigíme al ave impía
—disculpad que mis anhelos no recate—
y le dije: “Por mi tía
Rosalía
Cabañate,
que no sé si lo que has dicho es un dislate”.
Mas el pájaro, obstinado, repetía:
“¡Chocolate!”

“¿Qué sentido sobrehumano
le estás dando a esas tabletas, que en la tienda
compra el probo ciudadano?
Haz que entienda,
loro hermano;
haz que caiga de mis ojos esta venda,
ya que veo solamente en ese arcano
la merienda.

¿Por qué vite y admitite?
¿Por qué trágico e insólito avenate
un tortazo no “te” dite?
¿Por qué oíte?
¿Por qué late
en mi pecho un corazón que se debate…?”

Un silencio, y luego el pájaro repite:
“¡Chocolate!”

De mi oído ya apoplético
no se borra tu tremendo aviso fónico,
y mi duda te hace herético
o exegético
o plutónico.
Mas, ¿quién eres, que así parlas, salomónico?
¿Un Cagliostro o un augur seudo magnético
macarrónico?

“No pretendas que yo trate
—dijo el loro con sonrisa indefinida
y un fulgor color tomate—
del remate
de esta vida:
chocolate es lo que aliente y lo que late,
y el origen y el final de esta partida:
chocolate”.

“¡Líbrame ya de tu yugo!”
—espetéle con el alma majareta—
y caí de mi banqueta,
hecha en Lugo,
de moqueta,
y en el suelo fui chupando todo el jugo
a una estatua en alabastro del poeta
Víctor Hugo.

Una gran metamorfosis
me cambió desde esa noche. En mi petate
grito, lleno de neurosis…
La halitosis
me combate,
y remite si suavizo mi gaznate,
degustando e ingiriendo a grandes dosis
¡¡chocolate!!

Jorge Llopis

Editorial

Perseo inicia su decimoctava aventura anunciándonos que todos los jueves, a partir del día 7 de este mes, a las 9:30 horas, el PUDH−UNAM tendrá un espacio en RADIOUNAM, en el nuevo noticiario que —a partir del 1 de agosto— se transmitirá de las 7 a las 10 horas, de lunes a viernes.

Enseguida nos comparte las palabras que pronunció el maestro Mauricio Farah, el 3 de julio último, en la presentación del estudio de su autoría  Migración y Derechos Humanos, auspiciado por el PUDH-UNAM, en el que hace un diagnóstico exhaustivo y preciso del infierno que padecen los indocumentados —nacionales y extranjeros— que transitan por México, que representa una crisis humanitaria mayúscula, y propone medidas diplomáticas y de política pública eficaces para enfrentarla.

En Mitología victoriana, Jerry Greenwald desvela sabiamente algunas de las falacias más tóxicas que ensombrecen la sexualidad humana y la convierten en fuente de incomprensión y dolor, en vez de una de bienestar y alegría.

Andrés Eduardo Torres Hernández entrevista a Luis de la Barreda, autor del libro Florence Cassez, el juicio del siglo, acerca de la manera en que el destino lo relacionó con el caso de la joven francesa acusada falsamente de secuestro, lo llevó a estudiar profundamente el asunto y a convencerse de la infamia que se estaba cometiendo, y a escribir ese libro en el que se evidencia la vileza de quienes se ensañaron contra ella.

Elisa Speckman Guerra, en “La relación pasional entre el derecho y la moral pública”, hace una reseña del libro El jurado hechizado: la pasión de María Teresa Landa, en el que el autor se refiere al juicio penal —y a sus antecedentes, personajes y entorno— a que en su juventud fue sometida la fascinante mujer que más tarde habría de ser su maestra de historia en la Preparatoria 1 de la UNAM. Ella, presa de una emoción violenta y en estado de trastorno mental transitorio, privó de la vida a balazos al hombre que amaba profundamente al descubrir que éste la había llevado a un matrimonio engañoso ocultando que ya estaba casado con otra mujer. En el último caso que se resolvió en México mediante el sistema de jurado, la bella, talentosa y atribulada mujer fue jubilosamente absuelta.

Clásicos incluye ahora uno de los relatos más estremecedores del escritor y poeta argentino —y suicida— Leopoldo Lugones, La estatua de sal, y el célebre poema de Edgar Alan Poe, El cuervo, en su traducción española más afortunada, la del también malogrado poeta venezolano Juan Antonio Pérez-Bonalde.

La ONU nos advierte del peligro de mutilación genital a que se enfrentan millones de niñas y mujeres iraquíes, nos informa del descubrimiento de cohetes bélicos escondidos en una de sus escuelas de la Franja de Gaza utilizada como refugio y nos alerta sobre el impacto humanitario devastador que se produciría si se evacua la ciudad de Gaza.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos respalda, por razones de convivencia humana, la ley francesa que prohíbe que las mujeres usen en lugares públicos el velo integral —que cubre todo el rostro— y condena a Polonia por permitir que, en su territorio, la CIA lleve a cabo interrogatorios y retenciones secretas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en su informe preliminar “Estadísticas sobre salud 2014” señala que, entre los países de la OCDE: 1) El gasto total en salud en México se cuenta porcentualmente entre los más bajos; 2) La cantidad de médicos per cápita (2.2 en 2012) sigue siendo inferior al promedio: 3.2; 3) La cantidad de enfermeras (2.6 en 2012) es muy inferior al promedio: 8.8, y 4) México tiene la esperanza de vida más baja (74.4 años), y la segunda tasa más alta en obesidad, después de Estados Unidos (35.3% en 2012).

La Suprema Corte de Justicia da cuenta de algunas de sus resoluciones relevantes.

La Comisión Interamericana de Derechos humanos celebra el retiro de las reservas que México había hecho a la Convención sobre Condiciones de los Extranjeros, la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, y la Declaración para el Reconocimiento de la Competencia Contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).

Cosas veredes nos enfrenta ahora, en “Acciones suicidas”, a los dudosas versiones gubernamentales sobre los frecuentes enfrentamientos con la policía y el ejército que supuestamente provocan algunos grupos criminales solamente para ser abatidos. En “El montaje de Maduro”, a las falsas acusaciones que el desatado presidente venezolano sigue emprendiendo contra sus opositores para perseguirlos y encarcelarlos injustamente. En “No fue penal”, a la copa mundial de futbol y a algunos de sus avatares — faustos e infaustos— más notables. En “El linchamiento de Mamá Rosa”, a la persecución injusta y desmesurada de las autoridades, y a la insidiosa lapidación mediática, perpetradas contra la creadora y directora del albergue ‘La Gran Familia’ de Zamora, Michoacán, que alcanzó tanta notoriedad. Y en “Acallar las demás voces”, a la libertad de expresión y a los ataques a ésta denunciados por la Relatora Especial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, especialmente practicados en Cuba, Venezuela y Ecuador.

Y con sus secciones ligeras, Perseo nos lleva amablemente al final del viaje. Ω

Acciones suicidas

Es muy extraño que con tanta frecuencia grupos de delincuentes, al notar la presencia cercana de soldados que no van en busca de ellos, disparen contra la tropa, pues todo mundo sabe que resulta sumamente improbable, casi imposible, derrotar en un enfrentamiento a tiros a un contingente militar.

Esos tiroteos a menudo provocan una alta cantidad de decesos. En el más reciente, que tuvo lugar en el poblado de Cuadrilla Nueva, estado de México, resultaron muertos los 22 agresores ––una mujer incluida–– y un militar fue herido.

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El PUDH−UNAM en RADIO−UNAM

Todos los jueves, a partir del día 7 de este mes, el PUDH−UNAM tendrá un espacio en RADIOUNAM, en el nuevo noticiario que se transmitirá de las 7 a las 10 horas, de lunes a viernes en la frecuencia de la radiodifusora universitaria —96.1 de FM—. La sección del PUDH–UNAM tendrá lugar a las 9:30 horas.

Algunas curiosidades asociadas al número 181

18     Años necesarios para alcanzar la edad adulta en varios países, incluido México.

18      Reyes franceses que llevaron el nombre ‘Luis’.

18     Uñas que tiene un gato —10 en las manos y 8 en las patas—.

18     Número atómico del argón (Ar).

18     Pies que en promedio mide el montículo del pitcher en el campo de beisbol.

18     Promedio de años que viven las cabras.

18     Pares de costillas de los caballos.

18      Hoyos en los campos de golf.

18      Capítulos de la novela Ulises de James Joyce.

18     Símbolo de la prosperidad entre los chinos.

18      Músculos faciales del ser humano.

18     Resultado invariable del algoritmo siguiente: escribir un número cualquiera de tres cifras en el que sean distintas la primera y la tercera. Debajo de él, escribir el mismo número, pero con las cifras invertidas. A continuación, restar el menor del mayor y, por último, sumar las cifras del número obtenido.

18     Promedio en centímetros que crece el cabello humano en un año.

18     Niveles del infierno entre los chinos.

18     Promedio de la altura en centímetros de los escalones.

 


[1] A esta edición de la revista le corresponde el número 18.

CIDH valora el retiro de reservas por parte de México a tres instrumentos de la OEA

Comunicado 76/14

Washington, D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) valora positivamente el retiro por parte del Estado de México de las reservas a tres instrumentos adoptados en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA). En este contexto, la CIDH reiterara a los Estados miembros de la OEA la necesidad de ratificar los instrumentos del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, en particular la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

El 11 de julio de 2014, en una ceremonia realizada en la sede de la OEA en Washington, el Representante Permanente de México ante la OEA, Emilio Rabasa, depositó los correspondientes instrumentos de retiro de reserva que en su momento México realizó a la Convención sobre Condiciones de los Extranjeros, la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, y la Declaración para el Reconocimiento de la Competencia Contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).

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Informe de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión sobre violencia contra periodistas y trabajadores de medios

Comunicado 75/14

Washington D.C., 21 de julio de 2014. –  Frente a los graves actos de violencia que son cometidos contra periodistas, trabajadores y trabajadoras de medios de comunicación en la región, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) elaboró el informe Violencia contra periodistas y trabajadores de medios: Estándares interamericanos y prácticas nacionales sobre prevención, protección y procuración de la justicia, que se encuentra actualmente disponible en su página electrónica.

El informe presenta una revisión de los estándares internacionales y de las mejores prácticas nacionales en materia de prevención, protección y lucha contra la impunidad de crímenes contra periodistas. En el informe se estudian, entre otros temas, los avances y desafíos de los programas y mecanismos que en materia de protección y prevención de violencia contra periodistas han desarrollado algunos países de la región, las obligaciones de los Estados en la protección de periodistas en contextos de manifestaciones públicas y situaciones de alta conflictividad social, y los desafíos específicos en el combate a la violencia contra mujeres periodistas. También se presentan recomendaciones específicas para mejorar la protección de los periodistas y la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos.

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Los actos privativos de la libertad personal dictados dentro de un procedimiento judicial durante la vigencia de la ley de amparo abrogada y que al entrar en vigor la nueva ley aún no habían sido combatidos, son impugnables en cualquier tiempo.

Comunicado 111/2014
México D.F., 9 de julio de 2014

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió el amparo en revisión 22/2014, a propuesta del Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, que tiene que ver con la normatividad para promover oportunamente el juicio de amparo indirecto, de acuerdo con la Ley de Amparo vigente, en contra de las resoluciones que afecten la libertad personal dentro del procedimiento, pero dictados con anterioridad a la entrada en vigor de la misma.

La Primera Sala al analizar lo anterior, reiteró el criterio del Pleno de este Alto Tribunal al resolver la Contradicción de Tesis 371/2013 y, al hacerlo, revocó la sentencia del juez de Distrito que con fundamento en los artículos primero y quinto transitorios, en relación con el 17 y 61, fracción XIV, todos de la vigente Ley de Amparo, determinó sobreseer en el juicio al estimar extemporáneo el amparo ejercido por el aquí quejoso.

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Estadísticas sobre salud 2014 de la OCDE ¿Cómo se compara México? (versión preliminar)

El gasto total en salud en México representó el 6.2% del PIB en 2012, el cual se cuenta entre los porcentajes más bajos de los países de la OCDE (sólo Estonia y Turquía gastan menos) y muy inferior al promedio de la OCDE de 9.3%. Como desde 2004 se ha ampliado mucho la cobertura de salud para la gente pobre y los no asegurados, la participación pública en el financiamiento de los servicios de salud en México se ha incrementado en 10 puntos porcentuales para situarse en 50% en 2012. Esta cifra sigue siendo una de las más bajas entre los países de la OCDE (donde el promedio es de 72%); además, aproximadamente la mitad de todo el gasto en salud en México es pagado directamente por los pacientes.

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La evolución del gasto en salud de México ha seguido la tendencia del modelo general de los países de la OCDE desde 2004. Después de una brusca caída en el gasto de los hogares en 2011, a raíz de la depresión económica en México, hubo un incremento importante en el gasto en salud en 2012; sobre todo en el sector hospitalario.

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El número de doctores y enfermeras está aumentando en México, pero sigue siendo bajo conforme a las normas de la OCDE

En las Estadísticas sobre salud 2014 de la OCDE también se muestra que la oferta de trabajadores de la salud en México ha aumentado en la última década, pero sigue siendo baja conforme a las normas de la OCDE. La cantidad de médicos per cápita se ha incrementado considerablemente en México desde el año 2000, pasó de 1.6 médicos por cada 1,000 habitantes en 2000, a 2.2 en 2012; pero sigue siendo inferior al promedio de la OCDE de 3.2.

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La cantidad de enfermeras en México también se ha incrementado, aunque en forma más moderada; pasó de 2.2 enfermeras por cada 1,000 habitantes en 2000, a 2.6 en 2012; lo que sigue siendo muy inferior al promedio de la OCDE de 8.8.

Factores de riesgo y nivel de salud

La esperanza de vida en México ha aumentado en forma mucho más lenta durante los últimos diez años que en otros países de la OCDE; en la actualidad, México tiene la esperanza de vida más baja de todos los países de la OCDE. Si bien es cierto que la esperanza de vida aumentó tres años en promedio en los países de la OCDE de 2000 a 2012 (de 77.1 a 80.2 años); en México sólo se incrementó en un año (de 73.3 a 74.4 años). Por lo tanto, la diferencia en longevidad entre México y otros países de la OCDE ha aumentado aproximadamente de 4 a 6 años.

El lento avance de la esperanza de vida en México se debe a las conductas dañinas para la salud, entre las que cabe mencionar los malos hábitos de alimentación y las tasas de obesidad tan altas; eso incrementa las tasas de mortalidad por diabetes y ninguna reducción de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Las tasas de mortalidad muy altas por accidentes de tráfico y homicidios, así como los continuos obstáculos para obtener acceso a una atención de alta calidad también explican este avance relativamente lento.

La tasa de obesidad entre los adultos en México, tomando en cuenta el peso y la estatura reales, fue de 32.4% en 2012, porcentaje mayor al 24.2% de 2000. Ésta es la segunda tasa más alta entre los países de la OCDE, después de Estados Unidos (35.3% en 2012). La cada vez mayor tasa de prevalencia de la obesidad presagia que habrá más problemas de salud (como diabetes y enfermedades cardiovasculares) y que aumentarán los costos para los servicios médicos en el futuro.

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Fuente:

http://www.oecd.org/centrodemexico/medios/Briefing%20note%20-%20Mexico%202014.pdf

Para fijar pensión alimenticia, el juez debe recabar oficiosamente las pruebas que le permitan conocer las posibilidades del acreedor y las necesidades del deudor.

Comunicado 109/2014
México D.F., 2 de julio de 2014

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió la contradicción de tesis 423/2012, a propuesta de la Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas, cuyo tema se refiere a la pensión alimenticia.

Al resolver la contradicción, la Primera Sala determinó dos criterios jurisprudenciales.

El primero instruye que tratándose de dicha pensión, el juez debe recabar oficiosamente las pruebas que le permitan conocer las posibilidades del acreedor y las necesidades del deudor y, en el segundo, que los medios probatorios que acrediten tales posibilidades y necesidades en juicios alimentarios, deben recabarse antes del dictado de la sentencia, ello, por supuesto, al interpretar el Código Civil, y de Procedimientos Civiles del Distrito Federal y del Estado de Veracruz.

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Valida la Primera Sala que se excluya del pago de alimentos al cónyuge que se hace cargo de los hijos.

Comunicado 108/2014
México D.F., a 2 de julio de 2014

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió el amparo directo en revisión 1202/2014, bajo la ponencia del Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo.

Al hacerlo, confirmó la sentencia de un tribunal colegiado y negó el amparo a un papá que al ser condenado a proporcionar alimentos a sus hijos, cuestionó de ilegal que se le obligara sólo a él a pagarlos y se excluyera a la madre de dicha obligación. Razón por la cual, según él, el tercer párrafo del artículo 161 del Código Civil para el Estado de Chiapas viola el principio de proporcionalidad.

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La justicia europea respalda la ley francesa que veta el velo integral

  • Estrasburgo argumenta que taparse del todo la cara amenaza la convivencia

la justicia europea

Las autoridades no deberían prohibir el velo integral por razones de seguridad más que cuando la situación de emergencia lo aconseje, pero sí pueden vetarlo en los espacios públicos porque amenaza la convivencia. Así lo ha dictaminado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, que, con tal argumento, respalda la ley francesa, vigente desde hace más de tres años, que prohíbe usar prendas en los espacios públicos, incluida la calle, que oculten el rostro. Los jueces de Estrasburgo, que consideran que “la cara juega un rol importante en la interacción social” y que llevarla tapada en los lugares públicos puede ser una “amenaza para la convivencia”.

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Condena a Polonia por las cárceles secretas de la CIA

Los jueces de Estrasburgo consideran que cooperó en el arresto y traslado ilegal de dos presos árabes hasta Guantánamo

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a Polonia por permitir en su territorio interrogatorios y retenciones secretas por parte de la CIA. El tribunal, con sede en Estrasburgo, considera además que Polonia colaboró en alguno de los vuelos secretos y que facilitó a la Agencia Central de Inteligencia estadounidense apoyo logístico para las prisiones secretas y para estos traslados aéreos, que considera vulneraciones de los derechos humanos. Los jueces condenan a Polonia a indemnizar con 100.000 euros a dos hombres que fueron detenidos como sospechosos de terrorismo, y que fueron retenidos y torturados en una de estas prisiones secretas entre 2002 y 2003. Los demandantes, un palestino y un saudí —capturados en Pakistán y Dubai, respectivamente—, fueron trasladados después a Guantánamo, donde permanecen encarcelados.

El Gobierno polaco, que siempre ha negado que albergase estas prisiones y que colaborase con la CIA, no ha decidido aún si recurrirá el fallo. “La sentencia sobre las cárceles de la CIA es vergonzosa para Polonia y supone una carga para nuestro país, tanto económica como para nuestra imagen”, declaró a Reuters una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, que consideró la decisión “prematura”, ya que las autoridades polacas no han concluido su propia investigación.

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Millones de niñas y mujeres iraquíes corren el riesgo de mutilación genital

24 de julio, 2014 — Hasta cuatro millones de niñas y mujeres que viven en la zona norte de Iraq, controlada por el grupo extremista Estado Islámico de Iraq y el Levante (ISIL) corren el riesgo de mutilación genital, advirtió hoy la ONU.

Ese grupo integrista emitió un edicto en el que ordena la ablación de las niñas y mujeres en Mosul.

La coordinadora humanitaria residente de Naciones Unidas en ese país, Jacqueline Badcock, declaró que el decreto no tiene precedentes ya que la mutilación genital femenina no es prevalente en Iraq.

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UNRWA reporta cohetes escondidos en una escuela en Gaza

29 de julio, 2014 — La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) encontró cohetes escondidos en una de sus escuelas en el centro de la Franja de Gaza.

Así lo informó el portavoz de ese organismo, Chris Gunness, quien explicó que el hallazgo fue hecho durante una inspección de rutina a ese inmueble, que no es utilizado como refugio.

Gunness indicó que todas las partes relevantes han sido notificadas y subrayó la condena de la UNRWA al grupo o grupos que arriesgan a los civiles colocando municiones en las escuelas de la ONU.

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Ban advierte impacto humanitario devastador si se evacua la ciudad de Gaza

29 de julio, 2014 — El Secretario General de la ONU expresó alarma por las informaciones sobre la dispersión que hizo desde el aire el ejército israelí de volantes alertando a decenas de miles de residentes de la ciudad de Gaza para que salieran de sus casas y evacuaran la ciudad.

Ban Ki-moon advirtió que esta acción tendría un impacto humanitario devastador en los atormentados civiles de esa zona de la Franja de Gaza que ya han sufrido demasiado en los últimos días.

Ban indicó además que las agencias de Naciones Unidas presentes en Gaza no tienen disponibles los recursos necesarios para asistir a tan enorme cantidad de gente desesperada.

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La estatua de sal1

Leopoldo Lugones

He aquí cómo refirió el peregrino la verdadera historia del monje Sosistrato:

“Quien no ha pasado alguna vez por el monasterio de San Sabas, diga que no conoce la desolación. Imaginaos un antiquísimo edificio situado sobre el Jordán, cuyas aguas saturadas de arena amarillenta, se deslizan ya casi agotadas hacia el Mar Muerto, por entre bosquecillos de terebintos y manzanos de Sodoma. En toda aquella comarca no hay más que una palmera cuya copa sobrepasa los muros del monasterio. Una soledad infinita, sólo turbada de tarde en tarde por el paso de algunos nómadas que trasladan sus rebaños; un silencio colosal que parece bajar de las montañas cuya eminencia amuralla el horizonte. Cuando sopla el viento del desierto, llueve arena impalpable; cuando el viento es del lago, todas las plantas quedan cubiertas de sal. El ocaso y la aurora se confunden en una misma tristeza. Sólo aquellos que deben expiar grandes crímenes, arrostran semejantes soledades. En el convento se puede oír misa y comulgar. Los monjes que no son ya más que cinco, y todos por lo menos sexagenarios, ofrecen al peregrino una modesta colación de dátiles fritos, uvas, aguas del río y algunas veces vino de palmera. Jamás salen del monasterio, aunque las tribus vecinas los respetan porque son buenos médicos. Cuando muere alguno, le sepultan en las cuevas que hay debajo a la orilla del río, entre las rocas. En esas cuevas anidan ahora parejas de palomas azules, amigas del convento; antes, hace ya muchos años, habitaron en ellas los primeros anacoretas, uno de los cuales fue el monje Sosistrato cuya historia he prometido contaros. Ayúdeme nuestra Señora del Carmelo y vosotros escuchad con atención. Lo que vais a oír me lo refirió palabra por palabra el hermano Porfirio, que ahora está sepultado en una de las cuevas de San Sabas, donde acabó su santa vida a los ochenta años en la virtud y la penitencia. Dios le haya acogido en su gracia. Amén.

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El cuervo1

Una fosca media noche, cuando en tristes reflexiones,
sobre más de un raro infolio de olvidados cronicones
inclinaba soñoliento la cabeza, de repente
a mi puerta oí llamar;
como si alguien, suavemente, se pusiese con incierta
mano tímida a tocar:
“¡Es —me dije— una visita que llamando está a mi puerta:
eso es todo y nada más!”.

¡Ah! Bien claro lo recuerdo: era el crudo mes del hielo,
y su espectro cada brasa moribunda enviaba al suelo.
Cuan ansioso el nuevo día deseaba, en la lectura
procurando en vano hallar
tregua a la honda desventura de la muerta Leonora;
la radiante, la sin par
virgen rara a quien Leonora los querubes llaman, ahora
ya sin nombre… ¡nunca más!

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La relación pasional entre el derecho y la moral pública1

Elisa Speckman Guerra[2]

 “Escuchar a la maestra María Teresa Landa en el antiguo Colegio de San Ildefonso ha sido la experiencia más deliciosa que como alumno he tenido en la vida. Era una espléndida narradora que, al exponernos con apasionada intensidad episodios dramáticos protagonizados por importantes figuras históricas, nos remontaba a las épocas correspondientes y nos hacía estar allí como emocionados y atónitos testigos.”

Así recuerda Luis de la Barreda a su profesora de historia de la Preparatoria 1. Años antes, María Teresa Landa había representado al país en un certamen internacional de belleza y cometido uno de los crímenes más sonados de la Ciudad de México. Esa es, justamente, la historia que en El Jurado hechizado: La pasión de María Teresa Landa (Editorial Porrúa, México, 2013) relata el coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM, quien fue fundador y presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

Siguiendo el ejemplo de su profesora, Luis de la Barreda transporta al lector a la década de 1920 y le permite presenciar los acontecimientos que rodearon el homicidio que se le imputaba a la primera Señorita México y el proceso judicial que debió enfrentar. También le permite asomarse a un juicio por jurado. Además, lo hace ver dos concepciones de la justicia: mientras que la primera considera que los jueces deben limitarse a buscar la norma legal que más se ajusta al hecho juzgado y previamente probado, la segunda se abre a la intervención de otros factores (como costumbres judiciales, sentencias previas, o ideas, imaginarios y valores presentes en la comunidad).

Desde esta óptica, el libro tiene tres secciones. En la primera, el autor recrea el ambiente del aula. Innovadora para estos años resulta la atención que María Teresa Landa otorgaba a las figuras femeninas —Juana de Arco, Ana Bolena, María Antonieta—, preferencia que revela el carácter de la profesora. Al recordar sus clases, Luis de la Barreda pasa del aula a otros escenarios. Rememora las historias de estas mujeres y lo hace a través de la mirada de su maestra, quien compartía y seguramente comprendía sus trágicos destinos.

En la siguiente sección relata el rumbo de otra protagonista: María Teresa Landa. No ofrece un recuento de hechos sino un relato novelado, que inicia cuando la estudiante de odontología se inscribió en el certamen de belleza, pasa por su historia de amor (con Moisés Vidal, un general mayor que ella, por quien sacrificó una prometedora carrera en Hollywood y con quien se casó sin autorización de sus padres) y concluye con su crimen, cometido por amor (cuando, según su propio relato, disparó tras abrir el periódico y enterarse de que su marido había tenido otra esposa y estaba acusado de bigamia).

Luis de la Barreda simpatiza con su profesora y con su versión de los hechos. Los dos buscan explicar el motivo que la impulsó a tomar el arma que estaba en la misma mesa que los diarios y dispararle al general, luego de haber pensado en suicidarse. El autor del libro niega que haya actuado por miedo al ridículo, venganza o deseo de destruir a Moisés Vidal: “si hubiera querido castigarlo lo habría hecho enloquecer con su desprecio, más doloroso y prolongado que la muerte”. La protagonista, años después, lo atribuyó a una pérdida momentánea de la razón. Un acto irracional, pero que reivindicó con la razón: “Prefiero cultivar con todo el sublime amor el recuerdo de Moisés ya muerto, que haberle odiado en vida por destrozarme lo más caro de todo ser humano, el corazón”.

Otra fue la versión que presentó el fiscal de María Teresa Landa. En la tercera sección Luis de la Barreda describe el proceso, celebrado a fines de 1929 y presenciado, leído o escuchado por miles de capitalinos. Y uno de los últimos juicios en que intervino el jurado popular —sin duda el último juicio célebre—, pues el código penal expedido en ese año lo había suprimido.

En esa época, en los juicios por jurado participaban un juez profesional (que dirigía los debates, pues otro juez se había encargado de la etapa de instrucción) y nueve ciudadanos sin información jurídica, que apreciaban las pruebas que indicaban la culpabilidad o inocencia del procesado. El jurado popular fue una institución muy debatida. Sus defensores consideraban que los jurados no necesitaban conocer derecho para opinar sobre los hechos, no eran susceptibles a la corrupción y las influencias, conocían la realidad de la que provenían los criminales, y representaban el sentir y la conciencia de la comunidad. Sus detractores afirmaban que no atendían exclusivamente a las pruebas presentadas en el proceso, pues se dejaban influir por simpatías, prejuicios, ideas o valores y, sobre todo, por la habilidad de los abogados, con lo que impedían que la pena correspondiera al hecho probado. En su lugar se crearon las Cortes Penales, integradas por tres jueces con formación en derecho y experiencia previa, pues se creyó que estarían más capacitados para emitir sentencias apegadas a pruebas y leyes.

El proceso de María Teresa Landa —y los de otras “autoviudas” que en la misma época fueron absueltas— no son representativos de la enorme mayoría de los juicios por jurado, pero permiten observar el peso que los abogados y otros factores tenían en los veredictos. Sus alegatos, sintetizados por Luis de la Barreda, resultan sumamente interesantes. Como solía suceder, primero presentaban su visión de la homicida y de la víctima, y después su versión del crimen. El acusador, Luis Corona, presentó a María Teresa Landa como una mujer inmoral —sostuvo que el hecho mismo de haber desfilado en traje de baño en un concurso público lo demostraba, aunque también habló de otras faltas— y afirmó que no se había enterado del matrimonio previo de su marido al momento de cometer el homicidio sino la noche anterior, disparándole al general cuando estaba dormido en la sala. Consideró que su condena podía ayudar a que el resto de las capitalinas se apegaran al código de conducta tradicional y advirtió: “Está por decidirse no la suerte de una mujer, sino la moral de todas las mujeres”. Su abogado defensor fue José María Lozano, destacado jurista y funcionario en las épocas porfiriana y huertista. La caracterizó como una mujer moderna y, sobre todo, como una mujer enamorada, quien al enterarse que su matrimonio había sido una farsa reaccionó como tenía que hacerlo: matando para preservar su honor.

Los miembros del jurado concedieron la razón a Lozano y consideraron que María Teresa Landa había actuado en defensa legítima del honor, por lo que fue absuelta. Luis de la Barreda estudia el argumento y la sentencia desde la óptica y experiencia del abogado penalista. No es la primera obra en la que analiza un caso judicial: recientemente publicó una obra sobre Florence Cassez. En estas páginas, con un tono diferente al que emplea en el resto del libro, cuestiona la utilización del argumento de defensa legítima del honor. No lo cree pertinente por dos cuestiones: considera que María Teresa no fue deshonrada sino engañada, y que solo puede hablarse de defensa legítima cuando se actúa para prevenir el daño y no cuando el bien jurídico tutelado ya sufrió lesión (el honor de la esposa, en dado caso, ya había sido mancillado). Si bien simpatiza con la procesada y considera que merecía la absolución, sostiene que el defensor podría haber logrado el mismo resultado recurriendo a otro argumento, que sí resulta aplicable al caso: la homicida actuó presa de una emoción violenta y en estado de trastorno mental transitorio.

Su reflexión me permite realizar otras reflexiones sobre tres puntos: el honor femenino, el diferente impacto que un argumento judicial pudo tener en dos tipos de juzgadores (legos o profesionales) y en dos formas de concebir a la justicia (a las que me referí al inicio), y la elección que hizo José María Lozano de un argumento que —coincido con el análisis de Luis de la Barreda— no era correcto jurídicamente.

En el siglo XIX se pensaba que el honor de un hombre se manchaba con la deshonra de las mujeres emparentadas con él, mientras que el honor femenino no dependía de las acciones de sus familiares y se vinculaba esencialmente con la honra. Efectivamente, desde la lógica actual y en la de la época, María Teresa Landa no se habría visto deshonrada al ser engañada. Además, se pensaba que los hombres debían defender su honor y el de sus mujeres; a ellas solo se les permitía actuar para ocultar la deshonra. A la prostituta María Villa “La Chiquita” no le valió argumentar que al matar a su rival de amores había defendido su honor, pues además de considerársele como una mujer carente de honor se negaba a las mujeres actuar en nombre del honor. Sin embargo, en la década de 1920 se registra un cambio en las decisiones de los juzgadores, que puede reflejar una variación en la concepción de la mujer. Los miembros del jurado aceptaron la posibilidad de que las mujeres actuaran en defensa de su honor (en el caso de Sara del Toro en 1923) o de sus derechos, como el vivir libres y amadas (en el caso de Nydia Camargo en 1925).

Estos antecedentes pudieron hacer suponer a Lozano que su argumento sería bien recibido. Bien recibido en un momento en que los veredictos “surgían del corazón de los hombres” pues, como sostuvo en su alegato, en poco tiempo empezarían a funcionar las Cortes Penales y las decisiones serían diferentes, ya que “los fallos de los jueces se apegaban a la letra muerta de la ley”. No dejó de manifestar, tampoco, que no consideraba al derecho como una ciencia ni se veía seducido por la posibilidad de preparar perfectamente una demanda; prefería ilustrar sus convicciones con una canción de Guty Cárdenas o con un verso del Duque de Job.

¿Habría utilizado el mismo argumento si María Teresa Landa hubiera matado meses después y se hubiera dirigido a jueces profesionales que, en su opinión, se apegaban a la “letra muerta de la ley”? José María Gutiérrez —quien tenía una formación y una trayectoria similares a las de Lozano— defendió en 1936 a Concetta di Leone, procesada por la muerte de su marido, un príncipe ruso. Originalmente sostuvo que había actuado durante un episodio de locura transitoria. Sin embargo, ante la oposición de la procesada —quien no quería ser “considerada como una loca”— y la opinión de los peritos de la fiscalía, debió después recurrir al argumento de defensa legítima (exceso en defensa legítima). Tampoco con este argumento tuvo éxito en la primera instancia, pero sí en la segunda. Gutiérrez aplaudió la decisión de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia y sostuvo que era consecuente con lo acostumbrado (las decisiones del jurado) y la opinión pública, pues la sociedad, a diferencia de los jueces de la Corte Penal, sí sabía “entender y sentir” los homicidios pasionales y los casos que involucraban el honor.

Por ende, un argumento que podría haber desechado un juez profesional pudo haber tenido una importante carga explicativa para los miembros del jurado o para la sociedad del momento. Así, en esta etapa y en estos procesos se enfrentaban diferentes formas de concebir el honor y la demencia, así como diversas formas de entender la justicia y de impartirla. El jurado hechizado permite acceder a ellas, a la vez que recrea la historia de una mujer que vivió en una ciudad y en un periodo de cambios en que los grupos feministas pugnaban por una mayor igualdad en el plano familiar, educativo y profesional, mientras que, en reacción, se reafirmaba el discurso tradicional de género. Un relato apasionante y muy bien escrito, que atrapa al lector y que resulta diferente a otros estudios sobre María Teresa Landa; una historia narrada de la misma forma en que la hubiera narrado su protagonista, tomando en cuenta las pasiones, motivaciones, dudas, sueños, tormentos y debilidades del personaje. Ω



[1] Tomado de la revista EstePaís. TENDENCIAS Y OPINIONES. Núm. 280. Agosto de 2014, p. 35-37.

[2] Investigadora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias Penales, de la Academia Mexicana de Ciencias y del Sistema Nacional de Investigadores.

Florence Cassez, el juicio del siglo1

Andrés Eduardo Torres Hernández

Luis de la Barreda Solórzano, coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM, que durante ocho años fungió como presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, ha sido un aguerrido defensor de los derechos humanos en México. En su reciente libro ¿Culpable? Florence Cassez, el juicio del siglo, defiende la inocencia de esta mujer francesa que fue encarcelada, acusada de secuestro.

Tras un año de la liberación de Florence Cassez, ¿cómo y en qué circunstancias nació el interés de Luis de la Barreda por este juicio?

            —A mí me llamó Emmanuel Mignot, primer consejero de la embajada de Francia, cuando Florence ya tenía varios años presa y aún le quedaba el recurso del amparo en revisión. Lo que conocía del asunto era lo que había visto en televisión, en la prensa, como todo el mundo, pero no conocía el expediente. Emmanuel Mignot estaba muy enterado de la labor que yo había desempeñado en la CDHDF y tuvo interés en platicar conmigo. Me invitó a desayunar y me habló del caso. ¡Quedé estupefacto al escucharlo!

            —Revisé el expediente, en fotocopias por supuesto, y me pareció que era un tema del cual no podía dejar de escribir porque pocos asuntos en la historia son más apasionantes como aquellos casos en que se revisa una injusticia. Además, si tomamos en cuenta cuál era y sigue siendo la opinión de la mayoría de la sociedad mexicana y de los columnistas, era un caso apasionante. Pocas cosas son tan apasionantes, intelectualmente, como ir contra la corriente mayoritaria, teniendo los argumentos para desacreditar a esa corriente.

¿Cuál es el elemento esencial para considerar el caso de Florence Cassez como “el juicio del siglo”? ¿Su relevancia radica en la cobertura mediática o en el análisis jurídico?

            —El título del libro está pensado para que el libro se venda bien. Fue un título sugerido por la editorial que a mí me pareció correcto. Pero además creo que es un título justo porque en lo que va del siglo XXI, ningún caso en México ha despertado tanta pasión, y sobre ningún caso se ha escrito tanto, ni de lejos.

            —Ha habido asuntos muy apasionantes. Por ejemplo, llama mucho la atención el caso de la Mataviejitas, pero sobre su juicio nadie escribió. No hay, en lo que va del siglo, un caso que haya generado tantas polémicas, que haya distanciado a los gobiernos de dos países y que haya hecho que dos presidentes intercambiaran cartas sobre el asunto. Ningún caso antes provocó tantas columnas de opinión y tantas reacciones en la sociedad en general. Aunque el título está pensado para atraer a los lectores, es totalmente justo.

En el libro se aborda el tema de forma novelesca. ¿Quién era Florence Cassez antes del montaje del 9 de diciembre de 2005?

            —Florence Cassez es una muchacha como tantas otras que no encuentra su rumbo en la vida, que no sabía a qué dedicarse, que tuvo noviazgos no muy satisfactorios, que no quiso estudiar pese a tener la posibilidad de hacerlo, y que huyó de su país porque no encontró las opciones laborales que hubiera querido.

            —La conocí en la cárcel, la visité decenas de veces y, a pesar de la injusticia de la que estaba siendo víctima, era una mujer muy fuerte. En la cárcel conservó su sentido del humor y su buen ánimo. En algunos momentos, hablando de lo que estaba sucediendo, se le humedecían los ojos, pero en general se reía y se refería a su caso no con lamento sino con coraje y con ánimo de lucha.

Se criticó mucho el montaje de la detención, plenamente aceptado por el procurador General de la República de entonces, Daniel Cabeza de Vaca. Sin embargo, la opinión pública no vaciló en condenar a Florence Cassez, aun conociendo este vicio de origen. ¿A qué cree que se haya debido lo anterior?

            —A que los televidentes quedaron convencidos de que, si bien se realizó un montaje, como una plataforma que pretendía ser exitosa para el entonces director de la Agencia Federal de Investigación, la presencia de Florence Cassez en el lugar de la detención la hacía, por consecuencia, culpable. No es común ver el momento exacto del rescate de unos secuestrados y la captura de sus secuestradores, pero Florence Cassez estaba ahí ¡donde ocurrió el secuestro! Entonces concluyen: “Tiene que ser culpable”.

En su libro afirma que el juicio contra Florence Cassez estuvo rodeado de un gran impacto mediático. ¿Hasta qué grado las sentencias que la condenaron se dejaron influir por la opinión pública? ¿Qué papel jugó en lo jurídico un juicio ventilado en los medios?

—Sobre las tres resoluciones adversas a Florence Cassez me planteo dos posibilidades, igualmente verosímiles.

            —La primera: la juez y los magistrados se dejaron influir no sólo por la opinión pública, sino por las declaraciones del presidente de la República. Ésa es una posibilidad que habla muy mal de ellos, pues un juez debe resolver con base en lo que hay en el expediente, sin dejarse influir por el entorno pasional.

            —La segunda posibilidad también habla muy mal de los jueces, ya que implica que no leyeron con cuidado el expediente. ¡Esto es terrible porque lo que está en juego en un juicio penal es algo de la mayor importancia! Después de la vida y de la salud, no hay un bien más valioso para el ser humano que la libertad. En un juicio penal está en juego la libertad de una persona y los años en prisión son años irrecuperables.

            —En México no hay indemnización de ningún tipo para quien sufre una prisión injusta, pero aunque hubiera una indemnización altísima, nada, nada puede compensar un solo día en prisión.

El 6 de marzo de 2009 el expresidente francés Nicolás Sarkozy llegó a México abogando por su conciudadana. Algunos medios y organizaciones civiles consideraron esa visita como una “intervención a la soberanía nacional”. ¿Qué impacto tuvo dicha visita?

            —Hubo comentaristas de prensa y líderes de organizaciones de la sociedad civil que se envolvieron en la bandera tricolor y dijeron: “¡No a una nueva invasión francesa!” Considero que esta visita despertó un ánimo nacionalista verdaderamente ridículo, pero muy fuerte y de gran animadversión contra Florence.

            —Decía Albert Camus que él quería demasiado a su patria para ser nacionalista. El nacionalismo ha sido una figura utilizada para iniciar guerras y cometer crímenes terribles. En este caso, no solamente influyó su nacionalidad, sino el grave delito del que se le acusaba. Un secuestrador merece la mayor repugnancia y la mayor condena que se le pueda imponer. Lo que se olvidó y se soslayó fueron las pruebas utilizadas para condenarlo. Sí, un secuestrador merece la pena más alta, pero un secuestrador a quien se le haya demostrado su culpabilidad mediante un debido proceso.

¿Considera usted que debió aplicarse el Tratado de Estrasburgo para la compurgación de la pena en el extranjero?

            —Debió aplicarse, sin duda. Ahora, curiosamente a Florence Cassez le convino que no se aplicara, pues su sentencia habría quedado firme. Si Florence hubiera sido beneficiada por el Tratado de Estrasburgo, y aun cuando en Francia las penas son mucho menores que en nuestros países de América Latina; hubiera tenido que cumplir, seguramente, el máximo permitido por la legislación francesa. Entonces hubiera salido de prisión a los sesenta y tantos años. Gracias a que no se aplicó, Florence acudió a la Corte y ésta la absolvió.

Tras un intento infructuoso del ministro Zaldívar, en el sexenio del expresidente Felipe Calderón, por conceder el amparo a Florence Cassez, es hasta el 23 de enero de 2013, ya durante el mandato del presidente Enrique Peña Nieto, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación revocó la negativa de amparo y ordenó “la absoluta e inmediata liberación de la inculpada”. ¿Considera que subyace algún interés político en la toma de esta decisión?

            —No, yo creo que la Corte resolvió perfectamente conforme a Derecho y pienso que la resolución merece un gran aplauso.

            —Lo lamentable es que esa misma resolución no se haya adoptado en el sexenio de Calderón. Creo que los ministros de la Corte se vieron muy presionados por el presidente de la República para no resolver en el sentido en el que finalmente resolvieron. Aunque también recordemos que la sentencia que liberó a Florence Cassez fue tomada por una sala donde hay nuevos ministros, lo cual jugó un papel fundamental. Con los ministros anteriores nunca se hubiera llegado a una mayoría, por lo que eso contó mucho.

Después de la controvertida liberación, surgieron múltiples y estridentes voces contra la falta de un pronunciamiento de fondo sobre la inocencia o la culpabilidad de Florence Cassez. ¿Qué opinión guarda sobre la propuesta del ministro Cossío de concederse el amparo para efectos y devolverse el expediente al tribunal unitario?

            —Era una postura bastante razonable del ministro Cossío. Él siempre tuvo una postura muy razonada y muy sólida en sus argumentos; pero hacer lo que él sugería hubiera sido darle una vuelta innecesaria al asunto. Se iba a decir: “Tal prueba no es válida porque fue obtenida indebidamente” y todas las pruebas de cargo iban a quedar invalidadas por la Corte y se enviaría de nuevo al magistrado para que dictara una nueva resolución, lo cual suponía que el asunto todavía iba a estar con Florence en la cárcel, ¿cuánto tiempo más?, ¿tres meses, un año? Recordemos que entre la primera vez que se reúne la Corte para resolver y la adopción de la resolución final, pasa un año.

Refirámonos justo al título de su libro: ¿culpable?

—Un acusado es culpable cuando existen pruebas que demuestran su responsabilidad más allá de una duda razonable. La gran prueba contra Florence era su detención en flagrancia. La flagrancia fue vista por toda la nación “en vivo”, a través de las dos televisoras más importantes del país; sin embargo, cuando Florence, en el programa de Denise Maerker refuta y desmiente a García Luna, la prueba contundente contra Florence se cae.

            —En ese momento, y no antes, la señora Cristina Ríos y su hijo cambian su declaración. Inicialmente, no habían reconocido a Florence, a pesar de que la ponen de frente y la hacen hablar largamente. El niño en todo momento dijo que quien le sacó sangre para enviársela a su papá fue un hombre al que, entre los secuestradores, identificaban como “Hilario”.

            —Dos meses después y hasta que Florence desmintió en televisión a García Luna, la señora Cristina Ríos y su hijo cambiaron su declaración. Esto, después de que visitan la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada y permanecen ahí varias horas sin que conste que hayan hecho alguna declaración. La única posibilidad que yo veo razonablemente defendible es que los hayan aleccionado. Entonces, desde San Diego, declaran que ya recordaron que sí estaba Florence y el niño cambia su declaración y señala que recuerda que quien le sacó sangre fue una mujer que tenía unas manos “finas y suaves, como nunca las había sentido”; entonces a Hilario, que seguramente no tenía las manos “finas y suaves”, lo convierten en Florence Cassez. ¿La Procuraduría General de la República no nota eso?, ¿los jueces tampoco? Entonces ¿por qué se cambiaron las declaraciones? Porque la única prueba sólida se les había caído.

            —Por otro lado, la única de las supuestas víctimas que reconoce desde su primera declaración a Florence, Ezequiel Elizalde, cae en múltiples contradicciones. Afirmó que la primera vez que tuvo contacto con Florence fue en la casa de seguridad a la que fueron llevados, pero en esa misma declaración afirma que la primera vez que supo de ella fue en el traslado, pues Florence le quitó su celular. Asimismo, afirmó que nunca vio el rostro de Florence porque usaba un pasamontañas, pero la reconoció por su acento y por un mechón de cabello que quedaba a la vista. Cuando se va a dictar la resolución de la Corte, Ezequiel manda una carta al presidente Enrique Peña Nieto en la que dice: “Nunca olvidaré la cara de la persona que me picó para sacarme sangre”. Cuando se cae la flagrancia, se cae todo y es inverosímil que los jueces que resolvieron no hayan notado estas contradicciones evidentes.

Desgraciadamente, el sistema penal mexicano ha recibido severas críticas por considerársele una “fábrica de culpables”. Casos como el de José Antonio Zúñiga, de Presunto culpable, o el de Florence Cassez, no son aislados. ¿Cree que la especial atención que han recibido estos casos haya repercutido de alguna forma en la conducta del Ministerio Público y de los jueces?

            —No, lamentablemente no. Es un vicio muy arraigado. Hace poco vimos cómo el general Ángeles y otros militares eran enjuiciados con base en las declaraciones de un testigo protegido que se sabe que ha mentido y aun así lo siguen utilizando en las averiguaciones previas. Es un vicio que sigue perfectamente firme en el sistema de justicia penal.

Tras la reciente publicación del Código Nacional de Procedimientos Penales, el pasado 5 de marzo de 2014, ¿considera la reforma como un medio efectivo para prevenir violaciones como las sufridas en este juicio?

—No. El nuevo juicio penal que se está instalando en México puede ser un juicio mucho más ágil y adecuado que el juicio penal que está en retirada; sin embargo, aunque se presente un escenario más adecuado para que se enjuicien los asuntos de carácter penal, con los mismos actores de siempre, con el Ministerio Público que tenemos, con los jueces que tenemos, con los defensores de oficio que tenemos, esto seguirá siendo un desastre. Si el Ministerio Público sigue creando culpables, si los jueces siguen resolviendo a la ligera como en el caso de Florence Cassez, aun teniendo el mejor escenario para un juicio, el sistema penal seguirá siendo tan lamentable como al día de hoy.

            —No hablo sin un profundo conocimiento de causa. En los ocho años que tuve el gran privilegio de presidir la CDHDF, la queja número uno siempre fue contra el Ministerio Público. Los denunciantes, sin ser especialistas en criminología o Derecho penal, señalaban claramente los errores y las contradicciones en la investigación del Ministerio Público. Asuntos que podían razonablemente resolverse en tres meses se llevaban tres años. La ineficiencia del Ministerio Público en México es enorme.

            —¿Qué hacer? Transformar profundamente estas instituciones; no de manera superficial, sino mediante una profunda revolución en estas instituciones para hacerlas profesionales.

 


[1] Tomado de la revista El mundo del abogado. Núm. 183. Julio de 2014, p. 19-22.

Mitología victoriana1

Jerry Greenwald[2]

Mito tóxico No. 58

 El cuerpo es maldito.

 Este mito está basado en otro, más amplio, que señala que los más altos niveles del desarrollo humano se adquieren más fácilmente cuando ignoramos o censuramos los placeres del cuerpo. Esto crea las bases para otros numerosos tabúes y rituales acerca del sexo y otras funciones del organismo. Estos tabúes nos enseñan a avergonzarnos de diferentes funciones naturales y sostiene que el cuerpo, en sí mismo, es sucio además de ser una fuente peligrosa de tentaciones prohibidas.

Mito tóxico No. 59

 Contacto corporal es lo mismo que contacto sexual.

Barry era un padre amoroso que disfrutaba a sus hijos y los apreciaba como individuos. Los miembros de su familia mostraban su afecto abiertamente, eran físicamente expresivos y nunca les había preocupado estar desnudos unos con otros.  Cuando Barry se dio cuenta de que su hija mayor principiaba a tener busto se sintió nervioso y confundido. Se comenzó a sentir incómodo al tener contacto físico con ella y ya no la volvió a besar en los labios, cuando se abrazaban cuidaba de no tener contacto con su cuerpo, especialmente cerca de las áreas genitales.

En nuestra cultura, el tabú en contra del contacto físico entre hombres es particularmente fuerte. Socialmente es aceptable que las mujeres se abracen, se tomen de las manos y se besen en público. Incluso cuando el contacto entre dos hombres se suscite accidentalmente, ambas partes tienden a disculparse. La demostración física de afecto entre hombres continúa siendo tabú por el mito que señala que tales expresiones pueden implicar alguna intención homosexual. La homosexualidad todavía no deja de ser un estricto tabú para ambos sexos a pesar de las actitudes más libres y la naturalidad de conducta entre aquellos que prefieren este tipo de relación sexual.

Mito tóxico No. 60

Los placeres sexuales impulsan la decadencia.

Esta mentira nos advierte que la excesiva indulgencia en placeres sexuales altera nuestras capacidades como miembros responsables y cumplidos de una sociedad. La amonestación de que una actitud sexualmente libre lleva al individuo que ha “caído” a una vida de orgías, implica que nuestros apetitos sexuales (a diferencia de otras necesidades corporales) son insaciables.

Mito tóxico No. 61

El factor primordial que determina la forma en que se desarrollarán nuestra personalidad y conducta como seres humanos individuales, depende de si se es hombre o mujer.

Los mitos acerca del sexo son tóxicos cuando implican que el género es el factor elemental que determina el carácter particular de cada persona y sus cualidades como seres humanos, o la forma de relacionarse con otros y con el mundo en general. Los mitos que colocan al género de las personas en un plano primario son intrínsecamente tóxicos y reflejan posturas obsoletas al ignorar la realidad de que, primero y antes que nada, somos seres humanos. Estos mitos generan conflictos al diferenciar artificialmente la conducta admisible o inadmisible de acuerdo con el género. Sancionan, demandan o prohíben ciertas posturas y actitudes basándose solamente en el sexo. Por ejemplo, muchas personas de un sexo o del otro todavía creen ciegamente el ritual de que solamente los hombres pueden iniciar el acto sexual, y que las mujeres sólo deben responder a las insinuaciones sexuales de aquéllos. Más aún, de acuerdo con este ritual tóxico, si ella es una “mujer real” siempre deberá ser una buena receptora. En forma similar, muchos hombres juzgan tabú el no reaccionar adecuadamente cuando la mujer expresa su interés sexual. A menudo los hombres temen que su falta de interés en estos momentos sea reflejo de alguna falla en su masculinidad o hasta en su virilidad.

Mito tóxico No. 62

 Hay una rivalidad natural entre los sexos.

Numerosos mitos reflejan la creencia, bastante difundida, de que hay una rivalidad natural entre los sexos. Lo más importante para cada persona como individuo está subordinado a la mítica “batalla entre los sexos”. La lucha entre los sexos se inicia ritualísticamente en las actitudes predominantes de la mayoría de los padres que dan un trato diferente a los hijos de acuerdo con el género. La primera pregunta que hacemos cuando nace un niño está relacionada con el sexo, queremos saber si es niño o niña. Después nos informamos de su estado de salud, peso, etcétera.

Tales rituales preparan el ambiente propicio para la batalla tóxica entre los sexos, como si la batalla individual por obtener satisfacción emocional requiriera de un inevitable confrontamiento con el sexo opuesto. Más que un fenómeno natural e inevitable, está rivalidad es estrictamente uno de tantos mitos culturales. Por ejemplo, el término “mujer castrante” y otras expresiones similares del vulgo han llegado a convertirse en palabras de la vida diaria. Son armas populares usadas por muchos hombres cuando se sienten rechazados sexualmente. Reflejan el tabú tóxico que prohíbe a una mujer “hacer sentir a un hombre impotente”. El mismo mito se aplica a las mujeres que compiten contra el hombre en el plano de lo económico. SI llegan a demostrar su igualdad o su prioridad en el trabajo, se les considera hombrunas y conspiradoras en contra del sexo opuesto. El vituperar a una mujer por haber triunfado puede liberar al hombre de la responsabilidad de su propia ineptitud y de lidiar con sus frustraciones. Muchas mujeres se muestran apenadas si sus entradas sobrepasan a las de sus cónyuges. Asimismo, muchos hombres se muestran particularmente malos perdedores cuando es una mujer “esposa, amante u otra” la que lo derrota en algún juego o deporte.

Mito tóxico No. 63

Los hombres son superiores a las mujeres

Mito tóxico No. 64

Los hombres necesitan sentirse superiores a las mujeres

No obstante el progreso que ha adquirido el movimiento feminista, estos mitos prevalecen y se manifiestan en las diferentes formas en que reaccionamos ante cada sexo desde el nacimiento. Por ejemplo, desde la niñez, a los niños se les enseña ritualmente a controlar sus emociones, así como sus necesidades de expresar sentimientos de cariño, miedo o ansiedad y otros más. En contraste a esta actitud, para las niñas, la postura mítica que prevalece es: “si las emociones son malas, ¡qué se puede esperar de una niña!” Esta actitud ambigua de rituales y tabúes se conserva hasta la edad adulta. Muchas mujeres todavía creen en mitos como el de que cuando se excitan mucho al discutir con un hombre, es que están perdiendo la discusión; deberían ser “fuertes” como el hombre y suprimir sus emociones.

En relación con el acto sexual, la postura victoriana persiste hasta nuestros días señalando que:

Mito tóxico No. 65

El sexo es algo que hace un hombre a una mujer.

El corolario a este mito es la actitud expresada por muchas mujeres de que:

El sexo es algo que una mujer permite le haga un hombre.

Estos mitos obviamente están realzando el sentido de rivalidad entre los sexos y están alentando el que un hombre y una mujer se relacionen entre sí, no como dos personas, sino como oponentes cuyas satisfacciones en muchas áreas son solamente posibles a expensas del otro.

Mito tóxico No. 66

Las mujeres tienen más problemas sexuales que los hombres.

Esta postura sexista surge directamente del tronco de la mitología victoriana acerca de la sexualidad femenina. Se suponía que una mujer se sometía al acto sexual en beneficio de la satisfacción de su esposo, y de su propia preñez; de aquí que la sumisión sexual era por tradición parte de los deberes maritales de la mujer, un ritual que impedía que las mujeres disfrutaran de su propia sexualidad. En contraste, se suponía que los hombres debían disfrutar del sexo y, por lo tanto, eran alentados a hacerlo por la sociedad.

Esta actitud perpetúa el mito de que cuando una pareja tiene problemas sexuales, o uno de los participantes no queda satisfecho sexualmente, lo más probable es que sea por alguna falla de la mujer. Esta idea está todavía más fortalecida por el tabú que prohíbe que una mujer ponga en duda la habilidad de un hombre como amante. La mitología victoriana supone que los hombres saben mucho más del sexo y han tenido mucha más experiencia sexual que las mujeres. Es sorprendente la cantidad de personas de ambos sexos que todavía piensa que los hombres son mucho más experimentados en asuntos del sexo que las mujeres, o que deberían ser, a pesar del hecho de que una relación heterosexual necesita de un miembro de cada sexo.

La siguiente narración muestra diferentes patrones de inhibición sexual basados en la mitología victoriana:

Loraine se crió en una ciudad no muy grande del sur de Estados Unidos. Nunca se hablaba de sexo en su familia, tampoco podía recordar haber visto desnudos a sus padres. Sin embargo, recordaba haber oído ruidos que venían de la recámara de sus padres cuando todavía era ella pequeña. A Loraine le parecía como si su madre estuviese siendo lastimada. Aunque no sabía que sucedía, tenía la noción de que tenía que ver con el sexo, y estaba convencida de que era algo que su padre le hacía a su madre para su propio placer y en contra de la voluntad de la madre.

Estas fantasías fueron tan traumáticas que durante sus años de adolescencia se rehusó a salir con muchachos. No fue sino hasta que entró al bachillerado cuando conoció a Harold y comenzó a salir con él. Harold era tranquilo y tímido, y su falta de agresividad fue lo que atrajo a Loraine. Fueron novios durante dos años y contrajeron matrimonio en el verano siguiente a la graduación de Loraine. En su noche de bodas ella era todavía virgen, mientras que la experiencia de Harold se limitaba a unas cuantas prostitutas.

Su noche de bodas fue una experiencia trágica. Al no tener idea de lo que sucedería, Loraine estaba extremadamente aprehensiva. Los intentos de Harold por darle valor fueron vanos; también él se mostraba sumamente nervioso (lo que trataba de ocultar) y era impotente. Su luna de miel fue un verdadero fiasco. Cuando Harold lograba tener una erección, eyaculaba antes de penetrarla. La explicación que daba a su consternada esposa era que la encontraba tan hermosa y atractiva que no lograba controlarse. Unas semanas después de la luna de miel, finalmente se consumó la unión sexual. Loraine se encontraba abatida por su falta de excitación o satisfacción cuando tenía relaciones sexuales con Harold. Como le dijo más tarde a su terapeuta: “No sentía nada. Cuando teníamos relaciones sexuales, no sentía yo absolutamente nada”.

Harold le insistía en que debía relajarse, que sólo su ansiedad le impedía gozar del sexo. Siempre manifestó claramente que él consideraba que el problema era únicamente de ella. Sus eyaculaciones prematuras continuaron a lo largo del primer año de matrimonio. Generalmente eyaculaba antes de penetrarla y una cópula verdadera no duraba más de unos cuantos minutos. Loraine se resignó a la idea de que era ella la sexualmente inadecuada.

A los treinta años, Loraine tomó un curso de educación sexual y matrimonial para adultos y comenzó a reflexionar en la posibilidad de que fuera Harold el que estuviese contribuyendo a sus dificultades sexuales. Poco después regresó a la universidad a continuar sus estudios y conoció a Jim. Principiaron tomando café juntos después de clases y se hicieron buenos amigos. Loraine se puso sumamente nerviosa cuando Jim le sugirió que se fueran juntos a la cama: se sentía atraída hacia él a pesar de sus esfuerzos por suprimir sus sentimientos y la culpabilidad que les acompañaba.

Después de un mes, iniciaron sus relaciones. Loraine respondía plenamente y se sentía alegre de haber descubierto las capacidades de su propia sexualidad. También se sentía enormemente molesta en contra de Harold por haberla convencido de que tenía problemas sexuales. Cuando Harold se rehusó buscar ayuda (lo que es todavía más tabú para hombres que para mujeres) para descubrir la causa de sus eyaculaciones prematuras, Loraine solicitó el divorcio y con el tiempo contrajo

 


[1] Fragmento del libro ¿Es esto realmente lo que quiero hacer? Diana. 1982. México, p.169-175.

[2] Doctor en psicología por la Universidad de California. Terapeuta Gestalt. Autor de artículos para varias revistas profesionales y de los exitosos libros Be The Person You Were Meant To Be (Sé la persona que estabas destinado a ser) y Creative Intimacy (Intimidad creativa).