De ese año a la fecha, persiste un considerable rechazo de gran parte de la población mundial hacia otras personas por el simple hecho de pertenecer a otra raza o grupo étnico diferente al predominante localmente. La discriminación racial, como cualquier otro tipo de discriminación, favorece un trato desfavorable o de desprecio inmerecido e injustificable a una persona o grupo racial que niega o impide su acceso en igualdad a cualquier derecho. Las comunidades de afrodescendientes, latinos y minorías étnicas son particularmente las más discriminadas.
En México, la Carta Máxima establece expresamente en su Artículo 1, la prohibición de toda discriminación motivada por origen étnico o nacional. Asimismo, en el año 2003 se publicó la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y consecuentemente con la creación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), el gobierno mexicano dio pasos importantes para atender el cumplimiento de la norma.
En los hechos, grupos minoritarios como los afrodescendientes e indígenas continúan siendo los principales afectados por la discriminación racial en nuestro país. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017, alrededor del 24% de los indígenas consideraron haber sido discriminados por su origen étnico. Paralelamente, en México también se presenta la discriminación entre mestizos; pese a ser la raza predominante, históricamente ha persistido discriminación entre éstos por diferencias en su tono de piel, alimentadas además por desigualdades económicas y socioculturales.
Por una sociedad con igualdad de derechos y respeto para todos.