Orfeo y las sirenas1

Apolodoro de Atenas[2]

Cuando los Argonautas pasaron en su nave por el sitio fatal, las sirenas cantaron para atraerles; pero Orfeo cantó con más dulzura y las eclipsó con los acentos de su lira. Y, como según tenía dispuesto el destino, la vida de las sirenas debía cesar en el momento que alguien escuchara sus cantos sin sentir el hechizo que estos producían, se precipitaron al mar y quedaron convertidas en rocas. Ω

[1] Tomado de: http://ciudadseva.com/texto/orfeo-y-las-sirenas/
[2] (180 aC.-después de 120 aC.)

Parque bajo la lluvia

Pienso en el joven de veinte años
que fui una vez
y me veo sentado en las nocturnas bancas
de una ciudad silenciosa
y recién lavada por la lluvia.
Mientras me fumo un cigarrillo
y espero a una mujer que no conozco,
la simple gota desprendida
de un árbol amigo
cae sobre mi frente. Sigue leyendo