Luis de la Barreda Solórzano
En Cuba no sólo están proscritos los partidos políticos —salvo el partido del régimen—, las organizaciones civiles que no sean incondicionales del gobierno y la prensa —excepto la oficial—: tampoco se permite manifestación alguna en que se exprese una queja o una protesta.
En Cuba, las expresiones de inconformidad pueden costar muy caro. Los descontentos que tienen la osadía de salir a la calle a manifestarse pueden ser apaleados por las pandillas de incondicionales del régimen, que actúan instigadas por el gobierno y a sabiendas de que sus fechorías quedarán en la impunidad. Sigue leyendo→