Heroísmos

Su pasión, el deporte. Su patria, el mundo

Los Juegos Olímpicos de Japón 2020, celebrados un año después debido a las medidas de confinamiento adoptadas por los gobiernos para hacer frente a la pandemia de COVID-19, han constituido un respiro y un aliento para la humanidad al traer consigo emociones, historias sorprendentes y, sobre todo, un mensaje de esperanza y de paz.

Una de las gratas sorpresas que ha traído la justa deportiva, que esta ocasión tiene su sede en la moderna ciudad de Tokio, es la participación del Equipo Olímpico de Refugiados por segunda ocasión consecutiva. Su primera aparición fue en Brasil 2016, luego de que el Comité Olímpico Internacional estableciera un fondo de apoyo para que personas y/o atletas con estatus de refugiado practicaran un deporte a nivel profesional.

El Equipo Olímpico de Refugiados es un hito en la historia del deporte en tanto que no representa a una nacionalidad en específico sino al conjunto de personas que han sido desplazadas por la fuerza debido a diferentes causas como persecución, conflictos armados, violencia, violaciones graves a derechos humanos, entre otros. Para 2020, la cantidad de personas en esta condición fue de 82,4 millones, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).[1] La cifra es de tal magnitud que bien podría corresponder a la población total de un país.

La referida delegación se compone de 29 atletas que participan en disciplinas como ciclismo, boxeo y natación, y provienen de 11 países, la mayoría de éstos afectados por la guerra, el hambre y la crisis. Tal es el caso del taekwondoin Abdullah Sediqi, la judoca Nigara Shaheen y la ciclista Masomah Ali Zada, quienes tuvieron que salir de Afganistán a causa de la guerra. También es el caso de la ciclista Ahmad Badreddin Wais, quien tuvo que abandonar Siria al estallar la guerra y ahora vive en Suiza, donde se ha preparado para alcanzar la meta olímpica y subir al podio. Otro caso es el del boxeador Eldric Sella Rodríguez, originario de Caracas, Venezuela, que tuvo que dejar su país debido a la crisis política por la que atraviesa. Así como ellos, sus compañeros de delegación olímpica tienen historias de vida difíciles pero extraordinarias. Las circunstancias los alejaron de su lugar de origen pero su pasión por el deporte los hizo parte y representación de una patria más vasta: la de los refugiados del mundo.

Escrito con información de:
https://cnnespanol.cnn.com/2021/07/23/juegos-olimpicos-tokio-equipo-olimpico-refugiados-orix/
(28/07/21)


[1] ACNUR, “Datos básicos”. Disponible en: https://www.acnur.org/es-mx/datos-basicos.html [Última Consulta: 29/07/21]