Junio 2, 2016
(Washington, D.C.) – Los países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) deberían asegurar prontamente que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reciba financiamiento suficiente para llevar a cabo su mandato, señaló hoy Human Rights Watch. La comisión, que ha sido clave en la defensa de los derechos humanos en las Américas, atraviesa por una crisis financiera que pone en riesgo las posibilidades de justicia y protección para las víctimas de abusos a lo largo del continente.
El 23 de mayo de 2016, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció que enfrenta una crisis financiera que podría obligarla a despedir a casi la mitad de su personal y a suspender las audiencias programadas para julio y octubre de este año. El financiamiento que recibe la CIDH procede de la OEA y de donaciones voluntarias de distintos países, incluidos miembros y no miembros de la OEA.
“Desde hace tiempo, la CIDH ha sido la última esperanza para víctimas de la región que durante años han luchado para hacer valer sus derechos en los sistemas judiciales nacionales”, observó José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. “Si los Estados miembros de la OEA no atienden esta crisis financiera, sembraran serias dudas sobre su compromiso con los derechos humanos, y levantaran sospechas de que pretenden librarse del escrutinio de la comisión”.