A partir de la reforma constitucional de junio de 2011, se reconocen los derechos humanos contenidos en los Tratados Internacionales de los que el Estado mexicano es parte, y por tanto, conjuntamente con los reconocidos en la Constitución General de la República constituyen el parámetro de control de regularidad constitucional con el objetivo de fortalecer una sociedad donde prevalezca la igualdad de derechos, la justicia, la no discriminación, la equiparación de oportunidades y la dignidad para todas las personas en el país, sin importar, entre otros aspectos, la orientación sexual, la identidad o expresión de género.
Bajo este paradigma, cada 28 de junio, desde la década de los setenta, en distintas partes del mundo se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBTTTIQ+, efeméride que permite insistir en la importancia de sensibilizarse sobre los derechos humanos de las personas LGBTI y celebrar la diversidad sexual. En este sentido, la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Coordinación para la Igualdad de Género extendió una invitación para que las entidades, dependencias y programas universitarios participen de forma voluntaria en las jornadas de la UNAM por la Semana del orgullo en la UNAM. Todos los amores, todos los derechos.
Lo anterior sin desconocer que en México, a través de un Decreto del Titular del Poder Ejecutivo Federal [1] se declaró el 17 de mayo como “Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia”, lo que guarda relación con los compromisos internacionales suscritos por el Estado mexicano, además de que en dicha fecha deben hacerse explícitos los fenómenos de la bifobia, la lesbofobia y la transfobia, a fin de que no queden invisibilizados si se subsumen en el término homofobia, toda vez que refieren problemáticas particulares que requieren atención específica.
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