Humor

Un forastero llega a solicitarle al cura de la parroquia del pueblo que, por favor, le bautice al perro. El cura se niega, dice que sería un sacrilegio. El hombre insiste e insiste, el cura se niega y se niega. Hasta que el hombre le dice al cura: —…bueno, yo quería hacer a la iglesia un donativo de $250,000, pero, si no se puede

El cura le responde: —bueno, bueno, está bien, pero va a ser una ceremonia breve. Se lleva a cabo rápidamente el bautizo del perrito y el cura recibe el donativo.

Días después llega el obispo. Felicita al cura por las grandes mejoras que ha hecho a la parroquia. El cura no se aguanta y le confiesa al obispo la falta cometida. El obispo se indigna y amonesta severamente al cura. Éste le explica que las mejoras a la parroquia se hicieron con el donativo del dueño del perro. Entonces el obispo le dice: —¿Y cuándo va a hacer el perrito la Primera Comunión?…

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